Villacarriedo despide con un homenaje al padre José Antonio Álvarez
El sacerdote llegó al municipio en 1979 y fue docente en el colegio de los Escolapios, además de ejercer su labor pastoral en dos de sus parroquias
Todo el valle de Carriedo se siente ahora un poco huérfano de padre desde que el sacerdote José Antonio Álvarez anunciase hace algunas semanas su ... marcha de las parroquias de Abionzo y Villacarriedo. Así se lo hicieron saber en el cálido homenaje que le prepararon en el Palacio de Soñanes hace unos días. El sacerdote llegó al municipio para ejercer como docente del Colegio Calasanz, centro de los padres Escolapios, a finales de los años 70 del pasado siglo y, desde entonces, ha sido mucho más que un guía para sus alumnos y feligreses, puesto que ha participado activamente en muchos de los actos sociales y culturales de todo el valle de Carriedo y la zona pasiega.
Así que más de un centenar de vecinos y alcaldes de toda la zona acudieron a despedir y rendir homenaje al padre José Antonio. Lo acompañaron primero en una misa que se celebró en la iglesia de los Escolapios y, después, en una concurrida comida que tuvo lugar en el citado establecimiento.
José Antonio Álvarez no es originario de la zona carredana ni pasiega, pero sí que ha sido un referente en un municipio que lo vio crecer. Nació en el año 1940 en Barcenilla de Piélagos y, a los 13 años, tuvo ya su primer contacto con Villacarriedo, ya que ingresó allí en el seminario menor. De ahí partió después hacia Navarra, donde estudió Filosofía, para ordenarse sacerdote poco después en Salamanca. En esta tierra comenzó también su carrera docente, que le llevaría a conocer muchos centros escolapios, algunos de ciudades de Andalucía como Sevilla y Granada. Recalaría también en Madrid hasta llegar a Villacarriedo. Este último destino ha marcado gran parte de su vida docente y pastoral, compaginada por su amor a las letras como componente destacado de la Sociedad Cántabra de Escritores, ya que tiene varios títulos publicados en prosa y verso, muchos de ellos relacionados con el valle de Carriedo y sus gentes.
El padre José Antonio ha sido también rector del santuario de la Virgen de Valvanuz en Selaya
Devoto de la Virgen de Valvanuz, Álvarez publicó también una tesina sobre la veneración a la virgen de los pasiegos, ya que parte de su historia vital está ligada a ella y al santuario de Selaya. Así lo destacó durante el homenaje el presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de Valvanuz, Alejandro Rivas, que definió al padre como una persona «sencilla y cercana» que se ha distinguido por una «labor ejemplar» y por su generosa dedicación como sacerdote a las dos parroquias que ha estado llevando tras jubilarse como docente, la de Villacarriedo y la del pueblo de Abionzo. A todo esto hay que sumar su labor como rector del santuario de la Virgen de Valvanuz desde finales de los 90 hasta 2015.
Durante el aplauso que los vecinos le rindieron en Soñanes, muchos fueron los regalos y agradecimientos que recibió el sacerdote, tanto de los cofrades de Valvanuz como de los feligreses y el propio Ayuntamiento de Villacarriedo, cuyo alcalde, Ángel Sainz, le entregó una placa en nombre de todos los que le dicen adiós.
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