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Corales interpretando el himno del Mundial de Vela de 2014.
'Santander la marinera', himno oficioso

'Santander la marinera', himno oficioso

Un santanderino está en campaña para que se eleve a himno la habanera de Chema Puente y varios expertos musicales apoyan la idea. Para el Ayuntamiento, sin embargo, no es prioritario

Violeta Santiago

Lunes, 25 de enero 2016, 18:52

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Ramón, Sergio, Guillermo, Alberto, Francisco y Álvaro se arrancaron por Santander la marinera en su última cita para cenar, en cuanto alcanzaron el nivel etílico correspondiente. Al Coro Ronda Altamira se la piden siempre que actúa fuera de Cantabria. Las hijas de Ana como tantos miles de escolares por toda la región la han aprendido en el colegio. Mariana se atreve con ella en todas las fiestas que organiza e, incluso llamó a Chema Puente para que amenizara con ella la velada en una ocasión. También en La Gradona de los Campos de Sport se escucha cada vez más a menudo aunque no haya conseguido desplazar a la Fuente de Cacho.

Pocas ciudades con himno

  • No hay muchas ciudades en España con composición musical propia. Apenas son más de una docena (Almería, Jaén, León, Burgos, Cartagena, Ceuta o Melilla, por citar algunas) y la mayoría de sus himnos datan de la década de los 30 del siglo XX. Sólo algunos de ellos (como los de Cartagena o Lorca) son de más reciente creación. La primera localidad lo tiene desde los años 80 y, la segunda, desde los 90.

  • En Cantabria, el municipio de Polanco se dotó de un cántico oficial en los 90, en tanto que poblaciones como Torrelavega (que usa dos canciones) o Santoña apoyan sus actos oficiales y sus fiestas en unas partituras de referencia pero, con ser muy populares, no son oficiales. Reocín es caso aparte. Dado que Puente San Miguel acoge el Día de las Instituciones de Cantabria, un particular compuso para la convocatoria del año pasado la canción Así Cantabria nació, que se ejecutó el 28 de julio. Sin embargo, «no está sobre la mesa» que Reocín la vaya adoptar oficialmente. «No se ha hablado», explica el concejal de Cultura, Julio Ruiz.

La habanera que el rabelista y folklorista Puente escribió hace 17 años funciona «desde hace mucho» como himno oficioso de la ciudad. Pero ahora, el santanderino Ángel López impulsa una campaña en Facebook (antes la tuvo en la plataforma change.org) para conseguir que el Ayuntamiento de Santander la asuma como oficial. La petición de López ha sido compartida 2.000 veces y tiene 54.000 visualizaciones en la red social, si bien este jubilado aficionado a la música lo que busca es recabar 500 firmas para presentárselas al Ayuntamiento con un ruego diáfano: que La Marinera se convierta en composición de cabecera del municipio.

Cuando lo haga, se encontrará con un Ayuntamiento que no está muy por la labor: Íñigo de la Serna no lo ve prioritario. «Hay muchísimos asuntos que preocupan más a los ciudadanos, y no creo que tengamos que dedicar tiempo a abrir ahora un debate sobre esta cuestión», respondió el alcalde a preguntas de este periódico. Mostró «respeto» por quien lo considere necesario, pero no comparte esa necesidad. «Creo que no tiene importancia que Santander tenga o no himno», recalcó.

Porque esta es la primera cuestión. ¿La ciudad lo necesita? En contra de lo que piensa el alcalde, Ángel López, promotor de la iniciativa, está seguro de que sí. «Tendría mucho sentido. Les serviría a los santanderinos para expresar su sentimiento común en actos solemnes o festivos». A él le encantaría ver a toda la plaza del Ayuntamiento llena de gente, tras el chupinazo de la Semana Grande, entonando juntos la melodía.

También las seis personas del mundo musical de la región consultadas por El Diario Montañés ven con buenos ojos la propuesta: la capital podría contar, perfectamente, con una partitura que la definiera. Creen que una composición de estas características sirve para «subrayar la identidad de una ciudad», para «realzar su importancia» y que sería valiosa como «enriquecimiento» del bagaje de los ciudadanos.

Cuestión de matices

Luego empiezan los matices. ¿Es La Marinera adecuada para cumplir este papel? Su propio autor duda, pese a que se siente muy honrado de que se haya pensado en su canción como candidata. «Sé que gusta mucho y que me la piden muy a menudo. La gente me suele decir que se emociona al oírla, sobre todo si está lejos. Yo no puedo hacer más de lo que hice al escribirla». ¿Qué siente al saber que la proponen como himno? «Satisfacción, estoy muy agradecido, aunque es una cuestión ajena a mí, que me sobrepasa... no depende de mí». Puente tampoco da muchos detalles de qué le inspiró en 1999: «Son ideas que te rondan y que se van acoplando, que van saliendo».

José Luis Ocejo, director de la Coral Salvé de Laredo durante 40 años, advierte de que un himno es algo «muy singular y preciso. Algo serio que habría que pensar bien». Ocejo ha versionado la canción de Puente y declara que le encanta «porque es popular y pegadiza», pero también cree que dar con el son que le vaya como anillo al dedo a toda una ciudad «es complicado. Quizá una opción sería abrir un concurso al que acudieran todos los creadores y, de ahí, elegir el mejor». Así lo hicieron en Cartagena (Murcia) en 1984.

Al exdirector del Festival Internacional de Santander (FIS) le parece fácil no acertar. Pasó, sin ir más lejos, «con el himno de Cantabria». Cree, por el contrario, que Asturias atinó «plenamente» al elegir como enseña su Asturias patria querida, «porque ha sabido convertir un canto de taberna en un sentimiento que trasciende» para todos los asturianos.

Mucho más entusiastas con La Marinera se muestran otros profesionales, que descartan sobre la marcha temas como el Santander de Jorge Sepúlveda (que data de los años 50), como La Fuente de Cacho que se ha convertido espontáneamente en el distintivo de los racinguistas o Un verano en Santander, de Los Carabelas, un hit veraniego que apenas es tomado en consideración.

El compositor y director de la orquesta del Conservatorio Jesús de Monasterio, Emilio Otero, sostiene que la obra de Chema Puente es «fabulosa». A su juicio, convertirla en himno conllevaría «arreglarla un poco», porque se le podría dar, musicalmente, cierta elevación. Aunque esto sería secundario, ya que la canción «es preciosa. Refleja muy bien el Santander auténtico y el texto es estupendo».

300 voces

Comparte su opinión Esperanza Zubieta, compositora y directora de varias corales por toda la región, para quien La Marinera es «perfecta». Solo habría que acentuarle la pincelada artística, «un poco de luz sinfónica», porque debería transmitir una solemnidad de la que ahora mismo carece. «La subiría el lado sinfónico y la pondría 300 voces, porque un himno tiene que estremecer», justifica. Zubieta señala que la gran virtud de esta melodía está en que se canta lo mismo en Reinosa, o en Laredo, que en la capital. «Eso tiene un valor tremendo que quizá quien no sabe de música no puede apreciar. Que guste en todas partes es muy significativo».

En la misma línea se pronuncia Julio Merino, presidente del Coro Ronda Altamira, una agrupación con más de 30 años a sus espaldas. A Merino le conmueve esta composición por encima de otras. «Es que ya se la puede considerar un himno, debido a la raigambre que tiene en el pueblo, que es el que los hace y los deshace», observa. «Al buscar algo representativo puedes irte a lo que ya todo el mundo canta o puedes abrir un concurso para crearlo. A mí me gusta más lo que nace de abajo, no concebir una pieza ex profeso para el pueblo», opina. En este sentido, la canción de Puente tendría ya «lo más importante, que es que se siente y que se canta». Sería, pues, «idónea para Santander, por valor musical y calidad, porque tiene finura y elegancia. Y, todavía más, por su gran arraigo popular». Este no lo tendrían otras canciones ligadas a Santander en el imaginario colectivo, como La fuente de Cacho («ya muy asociada al fútbol y al Racing») ni el Santander de Jorge Sepúlveda («muy conocida entre la gente mayor, no así entre las nuevas generaciones»).

Cuidar el minutaje

También Antonio Noguera estima que La Marinera sería superior a la copla de Sepúlveda, aunque alerta de que la del rabelista quizá tenga minutos de más. «Habría que cuidar el minutaje, porque la duración del tema es muy importante a la hora de pensar en actos oficiales».

Para Noguera autor del himno que se encargó en Santander con motivo del Mundial de Vela de 2014 una partitura de este cariz «ha de ser muy reconocible y popular, sin que popular quiera decir cutre o elemental. Es decir, se le tiene que pedir un valor musical y un alto sentido de la belleza». Así, valora como una buena opción La Marinera si bien no le hace ascos a que el Ayuntamiento se planteara convocar un concurso público. «Daría mucho juego, permitiría reflexionar sobre lo que quiere y luego se podría votar».

Otro nombre propio del mundo musical de Cantabria, José Ramón Rioz ligado a numerosas formaciones, entre ellas la Escolanía de Guriezo abunda en esta idea refiriéndose a La Marinera: «Conecta muy bien con el sentir de la gente, habla de nosotros, nos recuerda los lazos con América. Y, al tiempo, es muy popular y no es vulgar». A sus oídos, la música de Puente «es idónea porque Chema nunca rebaja la calidad». La única pega que le ve es que se desarrolla en tres letras y, «a lo mejor, habría que dejarla en solo dos. El propio autor podría reducirla», insinúa.

Rioz entiende que sería «realmente hermoso ver a todo el mundo unido en torno a esta canción». De hecho, ya se ve. La cantan por igual adultos y chicos, lo mismo en los bares de Tetuán que en los del Barrio Pesquero, en las fiestas de pueblo, en actos de apertura de jornadas, en cierres de congresos, en cenas, en festejos de postín, en centros escolares. En todas partes, aunque no sea oficial.

La letra

Paseando por tus calles

me encontré un son de habanera

quizás la perdió un soldado

que de Cuba regresó.

Se me enredó en la memoria

me hizo un tiempo compañía

y una racha de Nordeste

y una racha de Nordeste

a tus calles devolvió.

(Estribillo)

Santander, la marinera, es la que más quiero yo

la que tiene azul el alma

y al viento su corazón.

La que crió a Sotileza

la del hablar cantarina,

en el tendal ropa blanca y un jilguero en el balcón.

Me tienes aquí atrapado

en una red invisble

Trincada al Barrio Pesquero

y a San Martín de la Mar,

siempre regreso a tu brisa

a la Luna en la bahía

y por lejos que me encuentre

y por lejos que me encuentre

tu faro siento brillar.

(Estribillo)

Hay dinamita en tu entraña

y trajinar de los muelles

viento sur enloquecido

y una blusa azul de mar

en Puerto Chico te espero

frente de Peña Cabarga

ponte el pañuelo encarnado

ponte el pañuelo encarnado y vamos a pasear

(Estribillo)

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