Adiós a 30 años de espera en Peñacastillo
Los vecinos aplauden el buen ritmo al que avanza la urbanización de la calle Manuel Ruiz de Quevedo, paralizada en 2019 por problemas financieros
Las obras de la calle Manuel Ruiz de Quevedo, en Peñacastillo, continúan a buen ritmo. Hasta ahora el trajín de la zona ha sido tal ... que muchos de los paseantes no pueden evitar comentar las idas y venidas que hay detrás de la construcción del vial que debía haberse hecho hace 30 años, pero no fue así. Años después, cuando se contrató su arreglo ya en el 2019, la empresa encargada de las actuaciones entró en concurso de acreedores. Otro frenazo. Así que ahora, tras tantos años de mala suerte, parece que cada día está más cerca la fecha de finalización de las obras.
Un avance que los vecinos aplauden porque «después de tres décadas ya tenemos ganas de que terminen», reconocía hace unos días Emilio Pérez, mientras paseaba por la parte de la acera que atraviesa el vial. A pesar de la espera, Emilio se mostraba comprensivo porque es consciente de que los operarios tenían trabajo por delante: «Parece que no, pero había mucho que hacer», añadía mientras señalaba la carretera, aún por asfaltar. Por eso en la zona están «contentos» de que haya cogido ritmo. Además de poder despedirse de las grúas y las vallas, la obra también permitirá dar fluidez al tráfico. «Parece que queda asfaltar y poco más».
800.000euros de inversión supone la finalización de las actuaciones pendientes.
La semana pasada arrancaron las labores de extendido del firme del vial mientras se trabajaba en la plantación de arbolado. Y ya hay una parte importante hecha. Basta con dar un paseo por allí. Cada vez hay más zonas ocupadas con plantas. Además, se avanza en la instalación del riego y colocación de mobiliario urbano y barandillas. El viernes un operario daba los últimos retoques a esta tarea.
A principios de marzo
A ojos de los viandantes la sensación es de que no queda nada. Una valoración en la que coincidía también Santiago Crespo, otro vecino de Santander que suele pasear por la zona a menudo. Esos trayectos constantes le han permitido seguir el avance de la construcción. «Suelo dar una vuelta por aquí. Y veo que la obra está muy bien, ya que hasta hace nada no se podía ni pasar andando», explicaba. Lo sabe bien porque él necesitaba buscar otro camino. En un segundo de silencio hace memoria para recordar que la obra «llevaba una pila de años estancada. Y luego empezó a arrancar un poco, pero tuvo que volver a parar», añade.
LAS FRASES
Emilio Pérez | Vecino
«Después de tantos años ya tenemos ganas de que terminen. Y sí parece que avanza y lo importante es que siga adelante»
Santiago Crespo | Vecino
«La obra llevaba una pila de años estancada. Antes no podía ni pasar andando, ahora está muy bien. Ya queda asfaltar y poco más»
César Díaz | Concejal de Fomento
«Está a punto de finalizar la urbanización del vial. Los vecinos conocen las necesidades del entorno y hemos estado en contacto»
Y es que ese es más o menos el resumen de lo ocurrido. Lo cierto es que el tramo de la vía debería haber estado operativo desde hace 30 años. Pero tras detectar graves defectos constructivos en algunos bloques cercanos, la calle se quedó en camino de tierra. Ya en 2019, cuando parecía que volvía a coger impulso, la empresa que debía realizar la construcción se declaró en concurso de acreedores y la zona volvió a quedar a la espera. Una mala suerte que parece haber quedado atrás.
La semana pasada fue César Díaz, concejal de Fomento y Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Santander quien anunció que a comienzos de marzo finalizarán las actuaciones -que incluyen la urbanización del vial, la renovación de servicios y la creación de un nuevo carril bici- que suponen una inversión de casi 800.000 euros. «Estamos a punto de finalizar la urbanización para la cual hemos estado en contacto con los vecinos, que conocen perfectamente las necesidades del entorno».
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