-Rb3UaMlrZWXLDa2YKhLYyIK-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
Ver 9 fotos
Un arranque de verano abrasador
Cientos de personas se volcaron este domingo en las playas en una de las jornadas más calurosas de todo el año
Santander ha vivido este domingo una de sus jornadas más calurosas del año, con temperaturas que han rozado los 35 grados y cientos de personas ... volcadas en las playas. Aunque el verano comenzó oficialmente el fin de semana anterior, este ha sido el primer gran día de ambiente plenamente veraniego en la capital cántabra. Desde el mediodía, los arenales comenzaron a llenarse de forma progresiva. En El Sardinero, Mataleñas, Los Peligros o La Magdalena apenas quedaba un hueco libre por la tarde. La escena era propia de una postal 'mediterránea': sombrillas de colores, neveras portátiles, risas de niños chapoteando en la orilla y un ir y venir constante de bañistas buscando el alivio de las olas.
En El Sardinero, donde se ha concentrado gran parte del ambiente, la ocupación era máxima a media tarde. María Rueda, vecina de la calle Vargas, se encontraba con su nieta en la Primera y comentó que no recordaba un día así en mucho tiempo. «Hace calor de verdad. Bajamos a pasar un rato y al final nos hemos quedado toda la tarde», señaló.
También en esa playa, un grupo de amigos llegados desde Córdoba trataba de protegerse del sol bajo una lona improvisada. Antonio Ortega, uno de ellos, contó que habían venido buscando el clima suave del norte. «Queríamos escapar del calor del sur y al final nos hemos encontrado lo mismo. No lo esperábamos», dijo. A pesar de todo, aseguraron que estaban disfrutando del día y del ambiente. «La playa es una pasada. Y aunque haga calor, el agua refresca más que en Andalucía», añadió.
En diferentes puntos, varias familias se instalaron con sillas, mesas plegables y fiambreras. Algunas incluso comentaban entre ellas que «parecía Benidorm». Jaime Díaz, vecino de Santander, coincidía en que era un domingo fuera de lo común. «Ni si quiera ha empezado julio y parece que estamos a mitad de agosto», apuntó. «Aquí cuando hace bueno no se puede dejar pasar, porque nunca se sabe cuánto durará», añadió.
A lo largo del paseo, los comentarios se repetían: «esto no es normal», «vaya día», «cuesta hasta respirar»... La ciudad entera pareció volcarse en la playa, como si todo el mundo hubiera recibido el mismo aviso: hoy era el día. Incluso muchos que no se habían planteado bajar al mar acabaron improvisando la escapada. Algunas familias llegaron desde otros municipios cercanos y aparcaron donde pudieron, cargando con bolsas, sombrillas y niños en brazos hasta encontrar un hueco.
Sin embargo, la racha veraniega durará poco. Según la Agencia Estatal de Meteorología a partir del miércoles se espera un cambio notable en el tiempo. Llegan las nubes, bajan las temperaturas y el jueves será especialmente gris, con máximas que no superarán los 21 grados y lluvias intermitentes durante toda la jornada. El martes aún se mantendrá el calor, aunque con algo más de nubosidad, y el viernes podría mejorar ligeramente, pero sin alcanzar las temperaturas de este fin de semana.
Aun así, este domingo quedará como una de esas jornadas excepcionales en las que el Cantábrico se transforma y Santander vive, aunque sea fugazmente, un verano de postal.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.