Los bajos del Club de Regatas de Santander acogerán un local hostelero que abrirá del vermú a la noche

La intención es abarcar el mayor número de horas con un servicio adaptado a cada momento del día. El vermú del mediodía –acompañado por un picoteo, a quien le apetezca–, las cervezas y copas del tardeo, algo sencillo para cenar y esa «primera copa de la noche». Así será el nuevo establecimiento hostelero que abrirá en los bajos del Club de Regatas, bajo el Hotel Soho Boutique Palacio de Pombo, donde había una sala de apuestas que lleva años cerrada. La transformación ya está en marcha y del interiorismo se encarga «la número uno de España en esto, Alejandra Pombo», explica uno de los inversores del proyecto, Ángel Suárez, propietario de varios locales de Santander y representante del ocio nocturno en la Asociación de Hostelería. Las obras ya están en marcha con la intención de abrir en verano, «a mediados o finales de junio», y aún falta por decidir el nombre.

Este local era el único que quedaba vacío en los bajos del Club de Regatas y ya esta preparándose para reabrir. Da a la Plaza de Pombo y está junto a la joyería Santiago Camino, que a su vez está junto a la entrada del Club de Regatas. En la otra esquina hay una tienda de ropa, Edmund, que también ha abierto recientemente y que Suárez pone como ejemplo para describir su próximo local de hostelería. «Nuestro local tiene también esos techos altos, de seis metros. Y aunque en una parte tiene un cabrete, la zona del público estará abierta». Junto a Suárez, participan en este proyecto Rubén Robeta y Jacinto Zatarain, de Malaespina; Fernando Rivas, de Cañalío; y los hermanos Fernández, inversores de un grupo mexicano, más metidos en el sector inmobiliario y que buscan diversificar.

Como explica Suárez, este nuevo establecimiento hostelero es «un nuevo concepto» que aún no se ha instaurado en Santander pero que ya es popular en otras ciudades, sobre todo en Madrid. «Queremos que sea un local dinámico, que abra muchas horas, con una cocina sencilla y moderna que combine con la parte de copas». Aunque abrirá hasta la noche, su idea no es que esté operativo hasta altas horas de la madrugada, sino que abarque hasta esa primera copa que se toma después de cenar y ya después, quien continúe la fiesta, lo haga en otros locales más específicos.

El establecimiento también tendrá «algo de terraza» y Suárez destaca que es «una zona de mucho paso». La propuesta de no ceñirse únicamente a dar bebidas tratará de atraer a ese público que le apetezca picar algo «pero no sentarse a cenar como tal» y unir a los dos públicos. Tampoco tienen previsto que sea un local que junto mucho volumen de trabajo en un momento concreto, sino que el trabajo esté más espaciado en todas las horas durante las que el local esté abierto.

Este espacio se abre en un edificio que sufrió una gran transformación en 2022, cuando se sometió a una rehabilitación que conservó, por fuera, su imagen clásica y, por dentro, se transformó en el Hotel Palacio de Pombo. Aunque el hotel ocupa gran parte de las instalaciones, también se respetó la actividad del Club de Regatas, que sigue reuniéndose en algunas de sus salas habituales en el edificio.

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