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Los bajos del Rhin acumulan quince multas y denuncias en la última década
Los desperfectos del inmueble, los vertidos y el funcionamiento del ascensor acaparan las sanciones de Costas a la empresa concesionaria
Costas otorgó en 2001 a la empresa Balneario de la Primera Playa –formada entonces por el restaurante Maremondo, la Heladería Regma y el restaurante-bar ... Miramar– la concesión para gestionar el inmueble conocido como los bajos del Rhin, en El Sardinero. Desde entonces, los problemas, denuncias y sanciones no han cesado. Solo en los últimos diez años, los apercibimientos se han elevado a quince, sobre todo por los desperfectos que arrastra el edificio, los vertidos de aguas residuales y el funcionamiento del ascensor con el que las personas con problemas de movilidad bajan a la playa.
Aunque la cuantía de las multas no ha sido muy elevada –la más alta llega a los 900 euros, en el año 2021, por tener cables eléctricos sin protección en la fachada–, llama la atención la distinta procedencia de las quejas en la última década: desde el Ayuntamiento de Santander hasta el Gobierno de Cantabria, pasando por la Policía Local, los vecinos de la ciudad y el propio Ministerio, propietario del inmueble.
El mayor problema llegó, sin ninguna duda, en junio de 2024, cuando el Ayuntamiento advirtió a Costas de las «condiciones de inseguridad estructural del edificio» y la necesidad urgente de apuntalar vigas y reparar las grietas existentes. La empresa concesionaria hizo trabajos previos desde ese mismo momento, pero no ha sido hasta este verano cuando han empezado de verdad las obras. Precisamente, en plena temporada veraniega y en una de las zonas de El Sardinero con más turistas y con la playa a rebosar.
Pero no ha sido la única queja de este último verano. Los usuarios del ascensor para bajar al arenal no han parado de protestar por el mal funcionamiento, lo que complica y llega a impedir, en algunos casos, el acceso a la playa de personas con movilidad reducida. Desde el PRC también denuncian desde hace años el estado de «degradación» en el que se encuentra el inmueble, convertido en un «punto negro» lleno de «grafitis, suciedad y humedades».
La concesión se otorgó en 2001 por un plazo de 30 años por 9,6 millones de pesetas anuales revisables (unos 57.000 euros).
Historial de sanciones de costas a la empresa concesionaria
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Octubre 2015. 200 euros por cierre de paso público en la planta baja del inmueble.
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Junio 2017. 100 euros por desperfectos en la balaustrada de la terraza de la azotea superior.
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Agosto 2018. Denuncia por vertido de aguas residuales.
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Julio 2019. Denuncia sobre desperfectos en balaustres de la terraza de la azotea superior.
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Julio 2019. Denuncia por vertido de aguas residuales.
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Julio 2019. 120 euros por desperfectos en la red de saneamiento del inmueble.
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Julio 2021. 120 euros por pintura en mal estado de las fachadas.
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Septiembre 2021. 900 euros por cables eléctricos sin protección en la fachada.
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Septiembre 2021. 60 euros de multa por desconchones y pintura en mal estado en el techo de la primera planta del inmueble, la fachada de La Caracola y en la balaustrada de la terraza superior.
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Marzo 2022. Denuncia por el mal estado de la barandilla en el acceso a la playa.
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Abril 2022. Denuncia por deterioro en balaustres de la terraza de la azotea superior.
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Mayo 2023. Multitud de reclamaciones ciudadanas por por el limitado horario de funcionamiento del ascensor para que personas con problemas de movilidad accedan a la playa.
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Febrero 2024. Denuncia por vertido de aguas residuales al romperse la red de saneamiento del inmueble.
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Junio 2024. Apertura de expediente por las condiciones de inseguridad del inmueble.
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Mayo 2025. Denuncia por vertido de aguas residuales a causa del mal estado de la red de saneamiento del inmueble.
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