El Barrio Pesquero se vuelca con la Virgen del Carmen y con los pescadores
La multitudinaria procesión terrestre, que congregó a cientos de personas, se desarrolló con normalidad en una jornada sofocante y cargada de emoción
Pasadas las once y media de este miércoles, cuando aún no había finalizado la misa solemne en la iglesia del Barrio Pesquero por la Virgen ... del Carmen, una multitud de devotos ya esperaba en el exterior del templo para «poder verla». «Llevo todo el año deseando que llegue este momento, ha sido complicado en lo familiar, varias pérdidas muy seguidas y vengo a pedir a la Virgen que me ayude». Unas palabras cargadas de emoción que expresó Cristina Herrera antes del inicio de la procesión. Dos minutos antes de que el reloj marcara las doce del mediodía, se hizo el silencio en el barrio. Y salió la Virgen. «¡Viva la Virgen del Carmen! Guapa, guapa y guapa». A pesar de que el recorrido terrestre se desarrolló con la misma emotividad que otros años, faltó la procesión marítima, que no se ha celebrado ya que los pescadores la suspendieron por la avería del puente levadizo de Raos, que lleva cerca de un año complicando su día a día. «Si no se puede abrir para trabajar, tampoco para la fiesta», comentaron hace ya dos semanas desde la Cofradía. Un colectivo al que respaldó el Barrio Pesquero.
«Es una injusticia que abran solo para la Virgen y tengan así a los que están trabajando todo el día. Con todos mis respetos, eso ha costado mucho dinero -16 millones de euros- como para andar así», comentó Conchi Núñez, que tiene una gran conexión con este barrio. A pesar de que ella es Costalera de Los Carmelitas, su hija y nieta lo son en el Barrio Pesquero. «Me emociona muchísimo estar aquí», añadió minutos antes de que comenzara la ofrenda floral, momento en el que concluyó la procesión ya que la imagen no se embarcó.
María Natal también quiso mostrar su apoyo a este sector. En su caso, toda su familia es del barrio, y desde el balcón de su casa, vieron a la Virgen pasar. «Este es un día muy especial y emocionante. La Virgen es el espíritu del barrio». Y a pesar de que le da pena, «como a todos», que no se pueda hacer la procesión marítima, cree que hay adaptarse a la situación. «Si los marineros no pueden salir, tendremos que acatarnos a que si no hay para comer y para que ellos trabajen, pues es normal que se haga de otra manera, porque la vamos a venerar igualmente».
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Alberto Pico, el cura «inolvidable»
Su cara estaba en las camisetas de muchos de los jóvenes que ayer participaron en la procesión. Su cara, y también una de sus míticas frases. «Este es mi barrio, esta es mi gente y aquí quiero morir», solía decir Alberto Pico, el que fuera el cura del Pesquero, un referente de la zona que falleció hace once años y que impulsó numerosos proyectos sociales. Como ya es habitual, desde que murió y también cuando vivía pero no podía salir de casa, la procesión hizo una parada frente a su ventana. «Háblame del mar, marinero, dime si es verdad lo que dicen de él, desde mi ventana no puedo yo verlo, desde mi ventana el mar no se ve», entonó la Agrupación Coral Amigos del Mar en honor a Pico, que era su canción favorita. Lágrimas de emoción, «de orgullo y de pena», decían sus vecinos. «Nos lo dio todo y le echamos de menos. Es inolvidable».
Aunque el tema de los pescadores no fue el único sobre el que hablaban este miércoles los asistentes. También fue la comidilla el asunto del calor. Muchos, renunciaron a esa primera fila para esperar a la sombra. «Está claro que preferimos verla de cerca, pero esto es insoportable», comentó María Antonia, vecina del barrio. De hecho, desde los restaurantes que se encuentran al paso de la procesión sacaron botellines con agua fría para los participantes del recorrido.
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