El Club de Regatas obtiene licencia de obra para iniciar ya su proyecto hotelero
Santander ·
Estas próximas fechas empezará la reforma del palacio de Pombo, que en 2021 albergará un hotel de lujo en las plantas superiores. El resto del edificio se mantendrá para sociosEn el primer trimestre de 2021 el Real Club de Regatas verá hecho realidad un proyecto que lleva cocinándose desde hace un década, ... cuando empezó a hacerse más y más evidente el deterioro de su sede, el palacio de Pombo, propiedad del club desde 1899. Las obras para la rehabilitación integral del edificio, que data de 1854 y situado en pleno centro de la ciudad, comenzarán estas próximas fechas se prolongarán entre 18 meses y dos años.
Entre las diferentes opciones que a lo largo de este tiempo se han puesto sobre la mesa para ejecutar la reforma del edificio, finalmente será la empresa NH Hoteles la adjudicataria, que rentabilizará su inversión en la rehabilitación integral del palacio con la construcción y explotación de un lujoso hotel en las dos plantas superiores, que se llamará Hotel Club de Regatas NH Collection.
LOS PASOS
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2010. El palacio de Pombo, sede del Real Club de Regatas, presenta un estado deteriorado y se hace una llamada a realizar proyectos para acometer reforma.
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Se paraliza el proyecto con la anulación del PGOU. Se solicita una modificación puntual, que llega en 2016.
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2020. El proyecto obtiene la licencia de obras del Ayuntamiento, iniciándose la rehabilitación integral del edificio, que conluirá en 2021.
El hotel convivirá con el resto de las estancias del club, que quedarán totalmente renovadas y que se mantendrán de uso privado para los 500 socios; con ello se pretende dar un impulso a las actividades sociales y deportivas del club.
Las obras del nuevo alojamiento de cuatro estrellas y categoría superior, estaban pendientes de un último trámite burocrático, obtenido hace pocos días. Con la licencia de obra concedida, el inicio de los trabajos será inminente. «Ya era hora de tener la licencia, llevamos cinco años esperando», celebró días atrás el presidente del Club de Regatas, Alejandro Miyares, quien recordó que «han pasado diez años desde que se empezó a buscar una solución para el palacio de Pombo. Se ha hecho muy largo», recordó Miyares. «Llevamos cinco años para sacar adelante el proyecto, que se ha postergado por trámites burocráticos y otros de otra índole como la anulación del PGOU».
Cuando se inaugure el hotel el club recuperará su servicio de hostelería, que se suspende durante las obras. Aún está por decidir si el restaurante lo gestionará el titular de la adjudicación o un externo, pero «el club garantizará este servicio en las áreas privativas y pactará un menú para el socio con un precio en torno a 18 euros», apuntó Miyares. El proyecto hotelero del Club de Regatas comenzará a ver la luz este mes, tras años de continuas paralizaciones. El proyecto ya estaba encaminado en 2012, pero el Tribunal Supremos anuló el Plan General de Ordenación Urbana «y lo echó para atrás todo y hubo que pedir una modificación puntual del plan», explicó Miyares.
Ahora, con la licencia de obras concedida, Miyares declaró a este periódico que en el club están «muy satisfechos del adjudicatario y de tener un hotel puntero de cuatro estrellas en el centro de Santander». Además, el presidente de la entidad destacó que la obra «permitirá la restauración del palacio, que engrandece y ennoblece al edificio» y recordó que se trata de una joya arquitectónica de la ciudad, donde residió el marqués de Casa Pombo. El palacio es «único en el centro, con un estilo característico y debería ser un orgullo para los santanderinos», añadió.
Lenta tramitación
La larga tramitación para que las dos plantas superiores se conviertan en 50 habitaciones de hotel ha retrasado todo el proceso al tratarse de un edificio que el Ayuntamiento quiere proteger al máximo. El Pleno municipal aprobó en 2016 una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de 1997 para hacer posible la reforma del inmueble, que tiene que mantener las fachadas y los elementos decorativos más importantes por su interés histórico.
El edificio tiene una superficie total de 2.000 metros cuadrados. Si se cumplen los planes hasta ahora establecidos, la obra de restauración del edificio se iniciará por las cubiertas y las torretas (lo más urgente). Después, las cuatro fachadas y todas las balconadas de hierro fundido, con barrotes de grandes dimensiones.
Entre los elementos a restaurar en el palacio de Pombo están los cuatro torreones en las esquinas del edificio, así como sus accesos, que se deben realizar con la misma forma y materiales. Las obras permitirán instalar ascensores en los ojos de las escalares principales, pero respetando la balaustrada original.
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