Comienzan las obras del primer edificio de VPO del nuevo Alisal

La construcción de este bloque, ejecutado por la empresa Acciona, durará 20 meses y estará listo «a principios de 2027». Esto, tras una inversión de 8,2 millones de euros por parte de la Sociedad de Vivienda y Suelo (SVS), que depende del Consistorio santanderino. Así, los precios de las viviendas van desde los 140.000 hasta los 160.000 euros y la «media de edad de las familias que habitarán el bloque es de 39 años», explicó Igual, que estuvo acompañada por el concejal de Fomento, Agustín Navarro; la concejala de Barrios, Lorena Gutiérrez; y representantes tanto de Acciona como de asociaciones vecinales del entorno. «Un día importante para todas estas familias que ven cómo comienza a construirse su hogar y un barrio nuevo, vivo y lleno de posibilidades para Santander», añadió la regidora, para quien el inicio de los trabajos supone que se haga «realidad este proyecto tan importante para la ciudad». Esto es el inicio, pero el plan avanzará con la construcción de otros cinco edificios más, de los que cuatro ya están adjudicados y solo falta conocer qué empresa construirá el restante.

Para la alcaldesa esta zona en expansión de la capital cántabra es «excepcional» ya que está «muy bien comunicada con la S-20, cerca de núcleos importantes como el Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (Pctcan) y de muchos servicios». Y recordó que aún hay 85 santanderinos que tendrán la posibilidad de ser «agraciados» en el sorteo que se celebrará en primavera de 2026. «Somos conscientes de que la vivienda es la mayor preocupación de los ciudadanos y por eso vamos a continuar trabajando intensamente para seguir poniendo a disposición de los vecinos viviendas asequibles».

El arranque de estos trabajos supone un «avance» para los vecinos del entorno. Lo dice Carmen Álvarez, que pertenece a la Asociación de Vecinos Cierro del Alisal. «Ya era hora de que empezaran. Este desarrollo no es solo bueno para nosotros, que estamos al lado, también para los de alrededor, porque implica que crecemos todos. Estamos muy contentos», reconoce. Igual que Rebeca González, presidenta de la nueva asociación de vecinos Virgen de Loreto, que representa la zona de Peñacastillo. «Entendemos que el proyecto urbanístico de esta zona es muy positivo para solucionar parte del problema que existe con la vivienda». A su juicio, el desarrollo del nuevo Alisal y los usos previstos (residenciales, educativos, deportivos, asistenciales y comerciales) también favorece al entorno. «Nosotros estamos lejos del centro y nos viene muy bien», concluye.

Para Esteban Rebolledo, del barrio Rucandial, que también acudió al inicio de los trabajos, este plan urbanístico cumple una necesidad, «la de crear viviendas de fácil acceso económico». Cuando los trabajos concluyan, cree que los vecinos del entorno deben estar –y se incluye– «expectantes». «Veremos si todo esto nos favorece y estaremos colaborando para dar soluciones por si surge algún problema».