Detienen al investigado por el incendio mortal en Juan de la Cosa, en busca y captura desde enero

Fuentes conocedoras del caso han informado a El Diario Montañés de que el investigado fue identificado y detenido este miércoles en una comisaría de la Policía Nacional en Getxo cuando fue a renovar su pasaporte. En ese momento, saltó el control de búsqueda y los agentes procedieron a su detención. Posteriormente, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción Número 5 de Getxo, en funciones de guardia, que ya le ha tomado declaración por exhorto, le ha retirado el pasaporte y le ha puesto en libertad con la obligación de comparecer en el Juzgado cada quince días.

Realizado este trámite, el Juzgado de Instrucción Nº4 de Santander, encargado de la causa, estará en disposición de continuar con normalidad con la práctica de las correspondientes diligencias de investigación que permitan el esclarecimiento de los hechos. De hecho, el instructor del caso, el magistrado Luis Enrique García, que le ha retirado el pasaporte, señaló para el próximo mes de octubre las declaraciones de cuatro testigos, en concreto, de los otros inquilinos del quinto piso en el que surgió el fuego, que se encontraban en habitaciones de alquiler al igual que el investigado.

Tal y como publicó este periódico, al día siguiente de los hechos la Policía Nacional encontró a este vecino en el faro de Cabo Mayor, en Mataleñas, desde donde fue trasladado a la Unidad de Psiquiatría del Hospital Valdecilla dado el estado de salud en el que se encontraba como consecuencia del trágico suceso. De allí fue derivado al Hospital de Basurto y, a partir de ahí, se perdió su rastro. Todos los intentos del juzgado por dar con este hombre resultaron infructuosos. Ni a través de los centros hospitalarios donde ha estado ingresado ni con la ayuda de la Policía pudieron recabar una dirección donde poder enviarle la citación para que acudiese a declarar. Hasta este miércoles.

Según las primeras pesquisas, todo indica que el día del suceso el investigado debió de encender incienso, velas y aceites aromáticos y «se quedó dormido». Cuando se percató de la presencia del fuego, realizó alguna acción, «como abrir una ventana, que, lejos de ayudar a sofocar las llamas, las habría avivado». Y después «se debió marchar de la vivienda sin decir nada a nadie», aunque este extremo se tiene que aclarar.

Lo que provocó el siniestro fue el «uso de incienso, velas y aceites aromáticos», según informó la Policía Nacional el pasado febrero. El incendio se localiza en un único foco primario en una de las habitaciones del 5º izquierda y su origen «no fue intencionado». La investigación policial también concluyó que el humo se propagó por el descansillo y alcanzó a la buhardilla, donde residían los tres fallecidos.

El instructor imputa al investigado, en principio, tres supuestos delitos de homicidio por imprudencia grave y un cuarto delito de omisión del deber del socorro, a la vista de las actuaciones realizadas hasta ahora. Ahora, los forenses tendrá que realizar el correspondiente informe de imputabilidad para conocer si padece alguna enfermedad mental, que pueda afectar a su condición de investigado. En ese caso podría ser declarado inimputable (no es responsable penalmente de un delito cometido, ya que no comprende las consecuencias que esto puede ocasionar).