El Hotel Real ya está cerrado para comenzar su reforma interior

El Hotel Real ya no tiene huéspedes. Ni los tendrá hasta por lo menos el «22 de marzo», día en el que está previsto celebrar en la ciudad la Junta de Accionistas del Banco Santander. El grupo Hotusa, que explota las instalaciones, y la sociedad Hotel Real S. A. -cuyo capital en su mayor parte pertenece a la familia Botín- han cerrado el lujoso hotel de cinco estrellas para realizar una reforma integral en habitaciones, salones y muebles, respetando siempre el estilo clásico del edificio que cumplió 100 años el pasado julio.

La dirección no ha confirmado una fecha concreta para la reapertura, si bien se maneja la primavera, y los trabajadores ponen el límite en el 22 de marzo aunque el ERE aprobado para los empleados está contemplado hasta el 31 de mayo. Para entonces creen que 70 habitaciones deberán estar ya listas y disponibles. «En esa fecha se celebra la Junta del Santander y nos han dicho que, exceptuando algún festivo, van a trabajar a destajo, fines de semana y todo», apunta Juan Manuel Bernaus, recepcionista del establecimiento en horario nocturno desde 1989 y delegado sindical de Comisiones Obreras (CCOO).

«En un momento u otro tenían que acometer las modificaciones y ciertas obras de calado. Hoy en día poca gente quiere bañera en el cuarto de baño... Un hotel de cien años necesita reformas y mantenimiento anual». Bernaus es uno de los 53 empleados del hotel que en estos momentos se encuentran afectados por un expediente de regulación de empleo (ERE). «Lo entendemos. Por eso tanto UGT como CCOO llegamos a un acuerdo consensuado con la empresa», explica Bernaus. Eso sí, el acuerdo llevaba dos condiciones subrayadas y en negrita: cobrar la liquidación en los próximos días, antes de quedarse en paro -«muchos de nosotros estamos ahora en vacaciones porque teníamos días pendientes»-, y que el llamamiento para reincorporarse se haga de manera «progresiva y rotativa».

La dirección también dio el visto bueno a la propuesta del comité de empresa de que los dos compañeros que trabajan en el departamento de mantenimiento se quedaran para ayudar durante las obras de mejora.

El proyecto de reforma prevé una inversión de cuatro millones de euros para abordar la renovación de 123 habitaciones -que están distribuidas en cinco plantas- y de los salones. Se trata de ajustar las estancias a los estándares de calidad para un hotel de cinco estrellas, sin desechar el estilo clásico y las joyas mobiliarias, que se mandarán restaurar, como ya se ha hecho en anteriores ocasiones. «Los muebles son el sello de identidad del hotel y no se van a cambiar», dice Bernaus.

En las habitaciones se cambiarán los baños; se mejorará la acústica de las paredes y la instalación eléctrica con luminarias tipo led; y se sustituirán los equipos individualizados de climatización y el sistema de voz y datos.

Y en los salones, se pintarán las paredes y se repararán los suelos de parqué que, en su mayoría son los originales. Tienen 100 años.

En 1987 el Real fue sometido a sus primeras obras para pasar a estar abierto todo el año y no sólo en verano. La primera planta de habitaciones se reformó por completo y en las plantas 2,3 y 4 se realizaron obras de fontanería, escayola, aire acondicionado y pintura. Se realizaron amplias reformas en la planta principal y la entrada al hotel y se cerró la terraza Este para realizar el salón-comedor ‘El Jardín’. La quinta planta se renovó a principios de los noventa. En la década de los noventa se mejoró el resto de habitaciones y en 1997 se redecoraron las suites, la Suite Real el Salón Real y la planta noble. En 2001 se realizó el salón de desayunos del sótano y, en 2002, el complejo de talasatorepia.