El Ministerio concreta las expropiaciones para las obras de las carreteras nacionales de acceso a Santander
La idea es que las tareas de urbanización de los tramos de la N-611 y la N-623 que pasan por Santander den comienzo antes de que termine el año y duren 18 meses
El Ministerio de Transportes avanza con el proyecto de urbanización de las nacionales de acceso a Santander –la N-623 y la N-611– ... y concreta las expropiaciones. Un trámite previo al inicio de los trabajos que publicó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE). Este documento es el levantamiento de actas previas y de ocupación de los bienes y derechos afectados por el proyecto. Es decir, un trámite fundamental en el proceso de expropiación forzosa, donde la administración pública identifica y describe los bienes afectados por la obra (como fincas o terrenos), el estado en que se encuentran, y escucha las alegaciones de los propietarios para poder fijar el valor de la compensación justa.
Además, según ha podido saber este periódico, el contrato de los trabajos se firmó el 26 de agosto y ahora hay un mes para firmar el acta de replanteo –documento legal que oficializa el inicio de una obra–, que tiene que producirse antes de finales de septiembre, y luego planificar el desarrollo de los trabajos. La idea es que estas obras puedan comenzar antes de que termine el año.
El pasado agosto, el Ministerio dio un paso decisivo en una actuación que anunció Óscar Puente, titular del área, en marzo del año pasado. Y es que se adjudicaron los trabajos de «humanización y transformación» del entorno urbano de las vías nacionales de acceso a la capital cántabra.
La encargada de acometer el plan, con un presupuesto de 11,4 millones de euros, es la constructora Abaldo, y cuenta para ello con un plazo de 18 meses. Se trata de un ambicioso plan con el que el Gobierno de España pretende promover una «movilidad activa, sostenible y segura con la construcción de carriles bici y el ensanche de las aceras». Incluye la ejecución de 7,4 kilómetros de nuevos carriles bici (2,6 en la N-623 y 4,8 en la N-611) y nueve glorietas para pacificar el tráfico rodado. También se ampliarán las aceras, se mejorará la iluminación y se adecuará el sistema de semaforización a las nuevas tecnologías, de acuerdo con las especificaciones del Ayuntamiento de Santander.
El proyecto, al detalle
Por partes. Sobre los trabajos que tienen que ver con el tramo de la N-611 –desde la glorieta de la Avenida de Valdecilla hasta el límite del término municipal–, está previsto el ensanche de aceras, la mejora del mobiliario urbano, la adecuación del alumbrado y un nuevo carril bici. Además, se reordenarán las intersecciones en la zona de La Remonta «con el fin de optimizar la circulación y la seguridad vial». Para la mejora de las intersecciones en 'T' –un cruce de tres vías donde se unen tres carreteras– en el punto kilométrico 207 de la N-611 se construirán dos glorietas en los cruces de Campogiro y Ricardo León, «buscando una circulación más fluida y segura». También se reordenarán las intersecciones en el polígono industrial de El Campón y en Peñacastillo.
Cesión de los tramos
El tramo de la N-623 en el que se acometerán las obras empieza en la rotonda de Cuatro Caminos y llega hasta el límite del término municipal. Allí, el plan del Ministerio de Transportes –que fue presentado el año pasado a los vecinos afectados– también incluye el ensanche de las aceras, la mejora del mobiliario urbano, la adecuación del alumbrado y un carril bici.
Dentro de este plan, hay una actuación contemplada y demandada desde hace años por los vecinos. Y es el arreglo del tramo de la calle Jerónimo Sainz de la Maza. De hecho, uno de los asuntos más importantes –además de la propia obra– es que una vez termine la intervención, el Ministerio cederá los tramos santanderinos al Ayuntamiento para su conservación y explotación. Entonces, cualquier arreglo correrá a cargo de la administración santanderina.
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