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El Museo del Ferrocarril está situado en los terrenos de Adif, pendientes de transformarse a través de un proceso de integración ferroviaria. Roberto Ruiz
El Museo del Ferrocarril, en vilo por la reordenación en los terrenos de Adif

El Museo del Ferrocarril, en vilo por la reordenación en los terrenos de Adif

El espacio recibió una carta de desahucio y sus miembros desconocen dónde los reubicarán. Hoy inician unas jornadas de puertas abiertas para dar a conocer su historia

Ángela Casado

Santander

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Lunes, 23 de diciembre 2019, 07:17

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El Museo del Ferrocarril inicia hoy unas jornadas de puertas abiertas y sus socios temen que sean las últimas. El edificio, localizado en los terrenos de Adif, no tiene un futuro definido ni una nueva ubicación a la que pueda trasladarse cuando comience el proceso de integración ferroviaria que transformará esta zona del barrio Castilla-Hermida. El vicepresidente de la Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril (ACAF), Pablo Cantero, explica que recibieron una carta de desahucio en enero, donde les advertían que tenían que abandonar el inmueble antes del 31 de diciembre con motivo de las obras. «No sabemos si sigue teniendo validez o no porque las intervenciones están paradas, pero queda poco más de una semana para la fecha».

Las jornadas de puertas abiertas, que tendrán lugar hoy, el 26 y el 27 de diciembre, y el 2 y el 3 de enero, son gratuitas y se realizarán entre las cinco y las ocho de la tarde. Están diseñadas para «dar a conocer el museo a todo aquel que todavía no haya venido o le apetezca volver a visitarlo, los miembros de ACAF les explicaremos todo lo que quieran saber sobre la historia del ferrocarril en Cantabria y las piezas que atesoramos en el museo».

El local donde se encuentra el Museo del Ferrocarril está ubicado en los terrenos de Adif (Fomento), que se liberarán mediante el proceso de integración ferroviaria. La intervención, que iba a empezar este año, está paralizada por la entrada de Ciudadanos en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Santander junto al PP. El pacto firmado entre ambos partidos contempla que el proyecto se revise y se abra a la participación ciudadana, una decisión que ha impedido que se inicien las obras a la espera de que se organicen las mesas técnicas donde se debatirá el futuro de esos espacios liberados. Y el museo no sólo está allí ubicado, sino que el edificio pertenece a Adif y está alquilado a ACAF. «Lo van a derruir cuando se inicien las obras, pero nadie nos dice si piensan reubicarlo en otro lugar». Aunque esperan no tener que abandonar el edificio el último día del año, Cantero teme la actuación de Adif. El proyecto de integración ferroviaria estará financiado por tres entidades: Fomento, el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander. La primera sí contempla en su presupuesto para el año 2020 la primera anualidad de esta actuación, pero las otras dos la han suprimido en vista del retraso en el planteamiento. «Nos preocupa que, aunque las dos administraciones regionales (Ejecutivo y Consistorio) no tengan pensado iniciar ninguna obra en 2020, Adif sí lo haga, ya que lo contempla en sus cuentas y es quien asume la mayor parte del pago».

Un futuro incierto

Si desaparece el museo, desaparece, dicen, la historia del ferrocarril en Cantabria. «Ya hemos hablado con todas las corporaciones, regionales y locales. Nos dicen que no nos preocupemos por el futuro, pero tampoco nos dan una respuesta clara sobre dónde piensan ubicarlo». Cantero defiende que se podría salvar el museo dedicando una parte del espacio que se libere para situarlo allí o trasladándolo a la zona de Cajo, donde Adif tiene un inmueble en el que se sitúa la única rotonda electrificada que queda en España (es un punto al final de las vías que gira para dar la vuelta a los vagones). «No digo que el proyecto de integración ferroviaria esté bien o mal, si no que directamente ignora al museo y no contempla nada sobre su futuro».

Otro miembro de ACAF, Juan González, expone «que es necesario conservar los testimonios de un paso que no por superado debe ser olvidado. De una forma u otra, ha permitido alcanzar la situación actual y no es posible saber a dónde vamos sin conocer de dónde venimos». ACAF nació en 1978 con el objetivo de preservar la memoria material y documental del tren en Cantabria. Además de mantener el local, cuenta con exposiciones, ciclos de conferencias y publicaciones. «Todos los cántabros preocupados por su identidad histórica y cultural deberían pronunciarse por la supervivencia del museo», afirma González, que considera que las jornadas de puertas abiertas que se desarrollarán estos días «son una buena ocasión para conocer lo que hay y lo que se ha hecho». «Ojalá no sea para entonar un adiós definitivo».

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