Padres y profesores proponen desarrollar en dos fases el plan de La Enseñanza para no frenar el proyecto educativo
Quieren darle tiempo al Concejal de Urbanismo, Javier Ceruti, que insiste en cuestionar el desarrollo urbanístico para la parcela por el «escasísimo« de beneficio público que se obtiene
La asociación La Enseñanza Siglo XXI va a proponer a los grupos en el Ayuntamiento de Santander dividir en dos fases el convenio ... urbanístico que se firmó en 2008 para evitar el cierre del centro. Esto permitiría, entienden, dar al concejal de Urbanismo, Javier Ceruti, el tiempo que ha solicitado para «repensar» el plan para la parcela de Vía Cornelia pero sin paralizar el proyecto educativo. La propuesta de la asociación pasa por aprobar primero, en septiembre, el expediente que permita construir el nuevo colegio que sustituirá al actual, y dejar para una segunda fase el desarrollo urbanístico de la finca de Vía Cornelia.
Los padres, profesores, trabajadores y alumnos del colegio de La Enseñanza que conforman esta asociación, han expuesto hoy en rueda de prensa su posición respecto al nuevo centro -cuya construcción está prevista en San Román de la Llanilla-, y del desarrollo urbanístico de la finca donde está ahora el colegio. Una intervención que se produce después de las discrepancias surgidas entre el PP en el Ayuntamiento que apuesta por seguir con el proyecto como estaba diseñado y aprobado, y su socio de Gobierno, ciudadanos, cuyo portavoz Javier Ceruti, ha solicitado al menos seis meses para analizar el asunto.
De hecho, hoy mismo, tras conocer la posición de la Asociación, Ceruti ha insistido en que al margen del aspecto «sentimental» del proyecto educativo, «cuando se analiza fríamente en términos urbanísticos es muy mejorable» a la hora de buscar beneficios para la ciudad.
«Es obvio que no me ha entusiasmado los que he visto del proyecto de La Enseñanza», ha subrayado Ceruti en declaraciones a los periodistas y ha explicado que, como concejal de Urbanismo tiene la «obligación legal y moral de defender el interés público y de valorar los proyectos» que él va a llevar al pleno del Ayuntamiento. Para Ceruti, «lo que más choca» del proyecto de La Enseñanza es «lo escasísimo» de beneficio público que se obtiene para Santander. «Se habla de una gran plaza de 6.000 metros cuadrados, pero solo 2.000 serían de uso público y el resto de uso privado». Además, sobre esa plaza ha opinado que, además de tener un solo acceso por Vía Cornelia, «se vería acosada por dos edificios y en sombra casi permanente».
Ramón Meneses, un padre de la asociación que ha hecho hoy de portavoz, ha precisado que el objetivo de la organización es que la actividad educativa continúe en el colegio de la Enseñanza, sea cual sea su ubicación, y ha negado que exista otro interés por parte de sus miembros.
Meneses se ha referido a la petición del concejal de Urbanismo, Javier Ceruti, sobre el desarrollo urbanístico de la finca de La Enseñanza, y el estudio de otras alternativas a la que se planteó hace doce años. «Los problemas una vez resueltos, no debería después venir nadie a reabrirlos», ha dicho en un momento de la rueda de prensa Meneses aunque sin citar a Ceruti, a quien sí se ha referido para decir que en sus declaraciones sobre el desarrollo de la finca de La Enseñanza «obvia cosas muy importantes».
Este portavoz ha recordado al actual concejal de Urbanismo que «se ha declarado dos veces de interés público» este proyecto para la finca, situada en la calle Vía Cornelia, por lo que ha pedido «un poco de prudencia y de respeto» al trabajo que se ha llevado a cabo durante doce años, después de que en 2007 la Compañía de María -orden religiosa propietaria de este espacio- anunciara el cierre del centro.
Desde ese momento, Meneses ha recordado que un grupo de padres, profesores, trabajadores y alumnos hicieron un esfuerzo para mantener el centro y, en «un enorme acto de generosidad», aceptaron el traslado del centro a San Román de La Llanilla para que continuara ese proyecto educativo.
Las dos fases
Ahora, la asociación La Enseñanza Siglo XXI plantea a los grupos con representación en el Ayuntamiento de Santander (PP, PSOE, PRC, Ciudadanos, Unidas por Santander y Vox) que dividan en dos fases el desarrollo del proyecto. La primera de ellas, que la asociación cree que puede aprobarse en el pleno ordinario de septiembre del Ayuntamiento, es el expediente para permitir la construcción del nuevo colegio en San Román de La Llanilla.
Y la segunda, tras la petición de Ceruti de estudiar el proyecto, sería la modificación para el desarrollo urbanístico de la finca de Vía Cornelia, que la asociación considera que tendría que estar en febrero del próximo año. En este sentido, Meneses ha fijado esa fecha porque ha advertido de que la orden religiosa propietaria de ese espacio no va a llevar a cabo la construcción de un nuevo colegio, sino tiene garantizado un desarrollo urbanístico -que incluye la construcción de viviendas- para financiar ese centro.
La asociación La Enseñanza Siglo XXI ha anunciado en la rueda de prensa que va a registrar este martes esa propuesta para que sea remitida a los grupos municipales de Santander, a los que también ha tendido la mano para buscar una solución definitiva para ese proyecto y ha pedido que no usen este colegio «como arma arrojadiza».
Las dudas de Ceruti
Sin embargo, Ceruti ha insistido en que el Consistorio «no es responsable de la situación de la comunidad educativa de La Enseñanza», una responsabilidad que recae, en su opinión, sobre «quien tenía en perfecto funcionamiento ese colegio y anuncia que no le interesa seguir con él y quiere vender los terrenos y largarse».
El portavoz de Ciudadanos y concejal de Urbanismo ha señalado que entiende que la situación de la comunidad educativa, que incluso ha advertido que podría perder el concierto en 2020 si no se dan avances antes de febrero, es «enormemente complicada» pero ha insistido en que la solución a la misma no es la «renuncia» a la «defensa del interés público urbanístico».
«Pese a que yo también he entrado al trapo sentimental del proyecto educativo y lo que lleva detrás, cuando se analiza fríamente en términos urbanísticos, el proyecto es mejorable a la hora de conseguir beneficios para la ciudad y puede serlo incluso sin modificar los parámetros urbanísticos previstos pero sí modificando como se ejecutan», ha señalado Ceruti, quien se pregunta pregunta cuál es el motivo por el que hay que partir de ese proyecto inicial y entender como razonable que el Ayuntamiento obtenga 4.000 metros cuadrados en un edificio de 150 años. «No va a costar 200.000 euros poner eso al día, va a costar millones de euros» , subraya Ceruti para quien será un «verdadero pozo sin fondo si se quiere ponerlo como otro edificio municipal en toda su extensión».
Ceruti ha afirmado que no ve qué beneficio tendría este proyecto ni directamente para los ciudadanos del entorno, ni indirectamente para el Ayuntamiento.
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