Marcos Pérez
Exigencia ganadera ·
La ganadería de Domingo Hernández tiene doble cita con Cuatro Caminos, esta tarde con una corrida completa. Marcos Pérez (Madrid, 1995) analiza el festejo y ... el momento actual de la ganadería.
-Viene con doble compromiso a Santander esta temporada. Primero con los dos toros para el mano a mano y ahora con corrida completa ¿Qué destacaría del encierro que lidiarán Cayetano, Juan Ortega y Roca Rey?
-Hemos intentado hacerlo con la mayor ilusión posible dentro de que este año es doble responsabilidad. Más responsabilidad porque eran dos tardes, dos carteles muy fuertes, primero con el mano a mano entre Morante y Juan Ortega, y luego con Roca Rey, Juan Ortega y Cayetano, más allá de la responsabilidad que supone anunciarse en una feria como la de Santander.
-Al final es una plaza donde son habituales también los toros de Domingo Hernández...
-Es una plaza en la que hemos tenido bastante suerte y gracias a Dios, pues tenemos la oportunidad, gracias a Lances de Futuro y al Niño Belén, de poder estar estos últimos años y es un gusto estar en Cuatro Caminos.
-Su abuelo fundó la ganadería en 1980 ¿De dónde le venía la inquietud por el toro bravo?
-La inquietud por el toro bravo vino por su mujer, por mi abuela, Concha Escolar. Era de familia ganadera, eran ganaderos de bravo, no a este nivel. Tenían hierro de segunda, eran tratantes de ganado bravo. La inquietud vino desde ahí. Mi abuelo quiso entonces dar el paso, cruzar más allá y, gracias a Dios, con su genialidad lo consiguió.
-Lo consiguió en poco tiempo combinando un toro noble, bravo y con emoción. ¿Cuál era el secreto para ello, qué le transmitió su abuelo?
-Creo que tampoco hay ningún secreto. A base de afición, constancia, trabajo y un concepto marcado intentas buscar un tipo de toro que tú idealizas en tu cabeza. Cuando buscas un tipo de embestida, un tipo de toro, te podrás equivocar muchas veces, pero alguna vez termina saliendo
-¿Y cuál es el concepto de toro que tienen actualmente en la ganadería de Domingo Hernández en la cabeza?
-Intentamos buscar un toro con mucha profundidad, un toro con humillación, que se mueva pero que a la vez tenga flexibilidad y que tenga ritmo, que tenga clase. Son muchas virtudes las que buscamos, que no siempre salen o casi nunca salen.
-Una pregunta que me imagino que le habrán hecho muchas veces ¿Por qué llega la separación de Domingo Hernández y Garcigrande?
-Bueno, yo creo que era el momento oportuno. Ya mi padre y mi madre tenían cierta edad, sus hijos también por parte de mi madre tienen cierta edad y yo creo que era el momento adecuado de volar, de ser independientes y de dejar de estar en un segundo plano privado.
-A nivel de los aficionados ha costado hacer efectiva la separación entre ambos hierros. Son muchos años de ir unidos.
-Sí, bueno, se partió de repente y, claro, no había nada preparado. Por lo tanto, se partieron las camadas de toros y se partió la ganadería entera. Hasta hace muy poquito tiempo, hasta el año pasado, salían toros de los dos hierros. Era difícil saber cuándo era de un lado y de otro, aunque se anunciara cada uno con su hierro. Pero claro, cuando salían a la plaza animales de ambos hierros, los únicos que teníamos claro de quién era cada uno éramos tanto mi tío como nosotros.
-¿Cómo queda ahora la ganadería, cuántas cabezas de ganado tienen?
-Hay alrededor de unas 520 vacas de Domingo Hernández y las camadas suelen ser de alrededor de unos 120-130 toros de espada al año. La intención es ir creciendo en la medida de lo posible y en la medida del control necesario que necesita una ganadería.
-Muchas ganaderías cuentan con el estímulo de las visitas a la finca y también de los festejos populares. ¿Qué supone para ustedes?
-En el tema de las visitas a las ganadería es estamos abiertos a ellas. Pasan muchísimos grupos durante el año. Sobre todo, en la época de primavera, de lo cual estamos muy, muy contentos y orgullosos. De que el aficionado y el no tan aficionada pueda conocer el toro desde que nace hasta que está preparado para ir a la plaza. Y luego, en lo que se refiere al festejo popular, todos los años seis u ocho toros sí destinamos a las calles. Tenemos clientes habituales como una asociación de Iscar que acude cada año a nuestra casa a comprar toros.
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