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Manifestante reclama más acción climática en las puertas de la COP25 PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP
Posiciones antagónicas entre los negociadores impiden cerrar los acuerdos de la COP25

Posiciones antagónicas entre los negociadores impiden cerrar los acuerdos de la COP25

La plenaria del último día oficial de la Cumbre del Clima escenifica la tensión para abordar el mercado de carbono y las ayudas a los países en desarrollo

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Viernes, 13 de diciembre 2019

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Anunciada para las 13 h, la plenaria de revisión del borrador de las conclusiones de la COP25, elaborado esta mañana a las 6, empezó casi cien minutos después. A Carolina Schmidt, la ministra de Medio Ambiente chilena y presidenta de esta edición de la Cumbre del Clima se le reconoce un fuerte liderazgo. Demasiado fuerte, quizás, con un «control directo de las negociaciones», dicen conocedores de lo que ocurre tras bastidores, y empeñada en anunciar una declaración final hoy mismo. «Estamos a unas pocas horas de llegar a un acuerdo», dijo Schmidt, que se refirió a las dos vías que se han abierto para la negociación. Una de ellas, específica y única para el artículo 6 del Acuerdo de París, la que más conflicto ha creado por los intereses que se han creado desde entonces en lo que se conoce como el «mercado de carbono». «Requiere una redacción clara», exigió Schmidt, que «en general» se reconocía «optimista». «Ahora es el momento de enseñar al mundo nuestros objetivos globales». Horas más tardes, el coordinador de la Presidencia de la COP25, Andrés Landerretche, mantenía en rueda de prensa que las «consultas de alto nivel» proseguían y no pararían en toda la noche, si hacía falta. «El artículo 6 es una prioridad y allí es donde están los esfuerzos, pero no basta con cerrar un acuerdo. Tiene que ser un buen acuerdo».

Apenas abierto el tiempo para las intervenciones, se vio cuán lejos están las posiciones entre los dos bloques principales de países. Unos, los que quieren acelerar las transformaciones con reglas iguales para todas las partes, y otros que no desean que se cierre la «flexibilidad» acordada en Kioto y continuadas en París, y que los países desarrollados asuman una mayor parte de responsabilidad, lo que se traduce, para algunos, en no regular con rigor a los países en desarrollo y en dar dinero a los países en vías de desarrollo. Los fondos de adaptación no deben ser para todos los países, sólo para los necesitados, mantuvo Egipto. «La lucha contra el cambio climático depende de recibir fondos», alertó Irán. Malawi pidió una vía expresa y sin demoras en la repartición de los recursos. «Necesitamos más financiamiento y se discuté quién lo provee», dijo Landerretche. Pero no todo es una cuestión de dinero.

En la plenaria del viernes en la tarde se hicieron públicos los desmarques de países como China, que afirmó sentir cierto disgusto por no haber sidos consultados en algunas resoluciones del artículo 6 e invitaba a incluir sus comentarios en el texto final, y Brasil, que mantuvo que un par de apartados de ese punto no eran «transparentes». Muy pocos pidieron el turno de palabra para dar apoyo a lo logrado en las negociaciones. En una ronda rápida intervinieron una veintena de naciones. Sin embargo, aunque se escuchen unas pocas voces, el delegado que habla representa a más de una nación, pues en paralelo transcurren reuniones regionales de las que salen posiciones comunes.

Paquete completo

La declaración que se discutía, ese texto provisional que sometía a discusión la presidencia de la COP25, «invita», «recuerda», «alienta» a las partes a romper la opacidad, sobre todo en las emisiones de carbono nacionales actuales y los planes de futuro, y a tomar medidas con urgencia. Pero la estrategia de un bloque de países es el letargo. Pero el tiempo se acaba y ni siquiera se logra firmar una declaración de intenciones voluntarias. A Turquía el proceso le había parecido «patético». No dijo más su portavoz.

Tampoco hay unanimidad en dividir las discusiones en dos, para dejar, si es necesario, en el aire el tema del mercado de carbono. Necesitamos evaluar el paquete completo, dijo Arabia Saudí: Las decisiones requieren que todos los elementos estén sobre la mesa y se observen en el mismo contexto. «¿De qué ambición estamos hablando?», preguntó. ¿La científica, la de cuáles investigaciones? ¿Ambición de desarrollo, ambición de adaptación?

Protesta junto a la sede de la cumbre.
Protesta junto a la sede de la cumbre. EP

También Rusia prefiere esperar el «paquete completo». Además, ambas naciones están aliadas en un tema nuevo: que el uso de las tierras se considere dentro del equilibrio de los compromisos que se adquieren. India y Japón mostraron también una buena disposición condicionada a lo que se redacte en la versión final. «Esperamos conclusiones convenientes para todos», advirtió India.

El borrador que analizaban tiene 16 puntos. «No esperamos añadir nada», comentó Landerretche al final de la tarde. Suiza exhortaba a volver al trabajo cuanto antes. Pero más que asumir una negociación partida en dos había quien pedía volver a la idea de los dos mundos y dos velocidades. Uno, el rico que impone ahora, encabezado por la Unión Europea, nuevas reglas, y otro «poco contaminantes» y sin excesiva industrialización, como señalaba Filipinas, que se niega a aceptar coto a su desarrollo. «El mundo espera, nuestros hijos, mujeres, indígenas y no entenderán que realmente no hayamos incrementado la ambición», concluía Schmidt la sesión. «Tenemos pocas horas para concluir».

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