Un tercio de la población se considera «altamente vulnerable» al calor extremo
La mayoría siente las consecuencias de las altas temperaturas, según el Ministerio de Sanidad, que publica una encuesta donde los mayores de 65 años aseguran que el calor empeora sus enfermedades crónicas
Uno de cada cuatro españoles ha sufrido personalmente los efectos de una ola de calor, o conoce directamente a alguien que ha tenido algún problema de salud en ese momento. Más de la mitad de estos casos (53%) requirió atención médica y el 13% fue hospitalizado, según una encuesta encargada por el Ministerio de Sanidad para «conocer la percepción del impacto del calor extremo en la vida diaria y la salud de la población». El 80% afirmó que ha podido notar el incremento de las «temperaturas extremas durante los veranos recientes». Además, la gran mayoría (cerca del 90%) de los 1.274 participantes cree, por una parte, que las olas de calor son consecuencia del cambio climático y, por otra, que representan un riesgo grave para la salud.
El peligro se traduce en golpes de calor, desmayos, deshidratación, insomnio, fatiga, náuseas o mareos, confusión o desorientación. Las más temerosas son las que tienen más de 65 años, porque «relacionan el calor con el agravamiento de patologías crónicas». Del total, el 30% se considera altamente vulnerable a las temperaturas altas. «La población tiene una percepción clara de que calor extremo supone una amenaza para su propia salud basada, muy probablemente, en una experiencia directa y creciente del malestar, debido al aumento de las temperaturas los últimos años», mantuvo Héctor Tejero, responsable del Observatorio de Salud y Cambio Climático del ministerio.
En su opinión hay, además, «una clara concienciación social ante los efectos del calor extremo, así como la necesidad de reforzar las medidas de protección y sensibilización frente a este fenómeno cada vez más frecuente, en el contexto del cambio climático».
Mayor sensibilización
Ocho de cada diez mayores de 65 años se considera a sí mismo vulnerable durante los episodios de calor extremo, debido a su edad, a la medicación que usa o a sus enfermedades crónicas.
Sin embargo, los que forman parte de los colectivos más expuestos a los riesgos de las olas de calor, como los que trabajan al aire libre, embarazadas, las personas sin hogar o sin aire acondicionado en casa no tienen una percepción muy alta del riesgo que corren, a juicio de Sanidad, que recomienda «reforzar acciones de sensibilización».
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