El alquiler se dispara: poca oferta, precios altos y demasiados requisitos
Las rentas superan los 700 euros incluso en barrios periféricos, mientras el centro apenas ofrece pisos disponibles
Torrelavega atraviesa un momento crítico en el mercado del alquiler. A mediados de 2025, encontrar una vivienda disponible se ha convertido en una tarea ... compleja, no solo por la escasa oferta sino también por los elevados precios, incluso en zonas periféricas. Un análisis de las principales plataformas inmobiliarias revela un panorama marcado por pisos caros, requisitos exigentes y opciones limitadas.
En Idealista apenas aparecen cuarenta anuncios activos en toda la ciudad, con precios que oscilan entre los 500 -únicamente los que son de alquiler temporal- y los 800 euros mensuales. La mayoría superan con holgura los 600 euros, con un precio medio de más de 12 euros por metro cuadrado. En zonas como Sierrapando, por ejemplo, un piso de tres habitaciones sin ascensor y con 92 metros cuadrados se alquila por 700 euros al mes.
Las claves
Condiciones
Varios propietarios solo aceptan funcionarios, docentes o sanitarios, y exigen contratos estables
Temporalidad
Muchos alquilan solo durante el curso escolar, excluyendo a quienes buscan permanencia
En el centro, las cifras no bajan. Fotocasa muestra solo una docena de opciones con dos habitaciones por precios entre 630 y 700 euros, en muchos casos sin garaje ni gastos incluidos. Pisos.com, por su parte, apenas cuenta con 15 viviendas en alquiler, algunas de ellas catalogadas como de temporada, con disponibilidad limitada a los meses lectivos. Esta temporalidad se ha convertido en una constante: muchas viviendas se ofrecen solo de septiembre a junio, pensadas para estudiantes o profesores desplazados, lo que reduce la disponibilidad para quienes buscan estabilidad.
Otro patrón cada vez más habitual es la selección de inquilinos por perfil profesional. Varios anuncios especifican que solo se alquila a sanitarios o docentes. Algunos propietarios exigen además nóminas con antigüedad o contratos indefinidos, requisitos que muchos jóvenes o trabajadores autónomos no pueden cumplir fácilmente.
Los pisos de menor precio, entre 550 y 600 euros, suelen ser estudios o viviendas pequeñas de una habitación, localizadas en barrios alejados como Quebrantada o Covadonga. En estos casos, las condiciones también suelen implicar contratos de corta duración o exigencias adicionales difíciles de asumir. En el segmento medio, entre 630 y 700 euros, predominan viviendas de dos o tres habitaciones, con ascensor, calefacción y ciertas reformas, situadas en Ciudad Nueva, Mies de Coteríos o la zona de Nueva Ciudad. Aunque se presentan como pisos de larga duración, no todos aceptan cualquier tipo de perfil.
Los más caros, a partir de 750 euros -algunos incluso superan los mil-, tienen entre 85 y 100 metros cuadrados, a veces con garaje o servicios añadidos. Hay ejemplos en Paseo del Niño o en Plaza de las Autonomías, donde el alquiler alcanza los 800 euros por tres dormitorios en edificios modernos. Sin embargo, no siempre están en el centro ni garantizan acceso inmediato a comercios o transporte público.
Este desequilibrio entre oferta y demanda se agrava por el contexto autonómico. En Cantabria, el alquiler ha subido más de un 10% en el último año, y en algunos municipios el aumento supera el 15%. El precio medio autonómico ronda ya los 12,5 euros por metro cuadrado, y en Torrelavega las cifras se aproximan a ese umbral. A nivel nacional, el Colegio de Registradores situaba en marzo el precio medio en 13,54 euros, con una escalada constante desde 2023.
Las consecuencias son evidentes: familias de clase media, jóvenes profesionales o parejas que buscan independizarse encuentran grandes obstáculos para acceder a una vivienda en condiciones dignas. Muchas viviendas no lo están realmente para todos. La discriminación por perfil laboral, la temporalidad de los contratos y la exigencia de garantías económicas restringen el acceso a una parte importante de la población.
Mientras tanto, la ciudad experimenta un repunte en la construcción de vivienda nueva. Según datos municipales, hay actualmente en marcha quince promociones que suman 275 viviendas, de las cuales 69 estarán destinadas a alquiler protegido o asequible. Aunque se trata de un avance relevante, a corto plazo no compensa la falta de oferta ya existente.
Por ahora, quienes necesitan un piso se enfrentan a una situación casi desesperada: precios altos incluso fuera del centro, condiciones difíciles de cumplir y una disponibilidad real muy inferior a la que reflejan los portales. Muchos acaban buscando vivienda en municipios cercanos como Cartes, Reocín o incluso Suances, donde los precios son algo más moderados y las condiciones, más flexibles.
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