AMAT celebra cuatro décadas de lucha y acompañamiento ante las adicciones
Una exposición en la Casa de Cultura recorre la evolución de la entidad desde sus orígenes en 1985 hasta los desafíos de hoy en día
La Casa de Cultura Hermilio Alcalde del Río ha abierto este jueves las puertas a un recorrido íntimo y contundente por la historia de AMAT, la asociación que desde 1985 afronta las adicciones en Torrelavega. La exposición, formada por decenas de paneles, reconstruye cuatro décadas de evolución social, sanitaria y humana, desde aquellos primeros años marcados por la heroína hasta los actuales desafíos ligados al juego, la tecnología y las nuevas sustancias.
La presidenta de la entidad, Carmen Terán, recordó que AMAT nació «como ante una pandemia», en un país que empezaba a comprender la dimensión de una enfermedad desconocida. «Hace 40 años, las familias crearon los primeros recursos; hoy sigue intacto el sufrimiento de quienes no eligen esta enfermedad y aun así son señalados», afirmó. Terán reivindicó la esencia del proyecto: ofrecer un espacio donde las personas lleguen «cargadas de culpas, vergüenzas y miedos» y encuentren acompañamiento real, sin juicio y con respuestas ágiles y eficaces.
Ese recorrido se plasma en la muestra: promoción de la salud, prevención en todos sus niveles, intervención específica, integración social o reducción de daños. También programas dirigidos a jóvenes, familias, mujeres, personas mayores, población reclusa o menores con medidas judiciales. Todo bajo una premisa: poner a la persona en el centro y adaptarse a un fenómeno cambiante.
La vicepresidenta de UNAD, Elisabeth Ortega, situó a AMAT como «uno de los pilares» del mayor entramado estatal dedicado a las adicciones. Alertó de que, aunque las calles ya no muestren las escenas de los 80, «las adicciones no han desaparecido; solo han cambiado de forma», especialmente entre jóvenes y perfiles vulnerables.
El alcalde, Javier López Estrada, evocó la Torrelavega de finales de los 80, «infectada por la heroína», y la figura de Rafaela González —recientemente fallecida— como referente de aquel grupo de madres que decidió actuar «sin saber exactamente contra qué luchaba». Destacó la profesionalización de la entidad y el apoyo absoluto de la ciudad: «Cuando AMAT llama, nadie falta».
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, cerró el acto subrayando que AMAT es «una puerta abierta a la esperanza» y alertó del aumento de problemas en menores y jóvenes tras la pandemia. «Las adicciones ya no son solo sustancias: son juego, tecnología, conductas compulsivas y daños emocionales profundos. Nos interpelan como sociedad», advirtió.
La exposición podrá visitarse durante todo el mes en la Casa de Cultura, como homenaje a cuatro décadas de resistencia, comunidad y cuidado mutuo.