Un hombre resulta herido en la calle Padre Rábago de Torrelavega y la Policía investiga el origen de la lesión
La víctima presentaba una herida en el brazo derecho, pero rechazó interponer denuncia ni dar explicaciones sobre lo sucedido
Torrelavega volvió a vivir ayer un episodio cargado de incógnitas. Fue en la céntrica calle Padre Rábago, donde un operario de limpieza vio salir a ... dos hombres de un portal con la ropa ensangrentada. El trabajador, sorprendido por la escena, no dudó en dar aviso inmediato a la Policía Local.
Los agentes acudieron al lugar y localizaron a uno de esos varones con una herida evidente en el brazo derecho. Tal y como han informado fuentes policiales a El Diario Montañés, la sangre era visible y la primera asistencia médica habló de un posible orificio de entrada y salida. Esa impresión inicial hizo pensar en un disparo, aunque a estas alturas no hay confirmación oficial de que la lesión fuese provocada por un arma de fuego. El herido fue trasladado al Hospital Sierrallana para una valoración más detallada.
El concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega, insistió en la necesidad de ser cautos. «No hay denuncia y no se sabe fijo si la herida en el brazo es fruto de un arma de fuego», señaló, subrayando que aún faltan elementos para aclarar lo ocurrido. Más aún porque el propio afectado rechazó interponer denuncia y se negó a aportar información. Ese silencio, remarcan fuentes policiales, limita de forma considerable las posibilidades de investigación.
La Policía Local intervino en un primer momento, pero el caso ha quedado ya en manos de la Policía Nacional, que se encargará de recopilar testimonios, pruebas y cualquier indicio que permita reconstruir los hechos. La incógnita sobre el segundo hombre visto junto al herido sigue sin resolverse.
Entre los vecinos de la calle Padre Rábago la sorpresa era generalizada. Se trata de un entorno próximo al centro, con tránsito constante en horario de mañana, donde no es habitual encontrarse con situaciones de este tipo. El rápido aviso del operario de limpieza resultó fundamental para activar el dispositivo de emergencia.
La falta de datos fiables contrasta con la preocupación que han despertado los hechos. En la memoria reciente sigue presente lo ocurrido a principios de septiembre en el Barrio Covadonga, donde una mujer resultó herida de gravedad en la espalda tras recibir un disparo en un caso de violencia machista. El presunto autor fue detenido días después en Mieres. Aunque ambos sucesos no guardan relación, la cercanía temporal ha reavivado la inquietud en torno a la seguridad ciudadana en Torrelavega.
Por ahora, lo único confirmado en el caso de ayer es que un hombre sufrió una lesión en el brazo y que esa lesión podría corresponder a un disparo, aunque no está probado. La negativa del herido a colaborar con los agentes mantiene el caso en un terreno incierto. La Policía Nacional prosigue con las diligencias, mientras desde el Ayuntamiento se lanza un mensaje de calma a los vecinos. Habrá que esperar a las próximas horas para saber si el misterio de Padre Rábago se resuelve o queda, como en otros episodios, en una incógnita difícil de aclarar.
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