La Policía Local protesta 'amordazada' con cinta aislante en el pleno de Torrelavega
Los agentes denuncian amenazas de sanción por parte del alcalde y acusan al equipo de gobierno de «olvidar» sus derechos laborales
La tensión entre la Policía Local de Torrelavega y el equipo de gobierno ha alcanzado este jueves un nuevo punto álgido. Por cuarta sesión consecutiva, ... miembros del cuerpo policial han irrumpido en el pleno municipal para visibilizar su malestar, pero esta vez lo han hecho de forma aún más simbólica: con cinta aislante cubriéndoles la boca, a modo de mordaza, en señal de protesta ante el anuncio del alcalde, Javier López Estrada, de abrir expedientes disciplinarios a quienes «incumplan sus funciones como empleados públicos».
En el turno de ruegos y preguntas, el concejal del Partido Popular, Miguel Ángel Vargas, interpeló directamente al regidor. «Ha venido la policía amordazada por recibir amenazas de apertura de expedientes ante sus medidas de expresión. ¿Va a mantener esa línea o se va a sentar con ellos y va a cumplir los acuerdos que usted mismo votó a favor en su día?», preguntó.
La respuesta del alcalde no se hizo esperar: «Me he sentado todos los días que me lo han pedido. La última reunión la teníamos prevista días antes del pleno, pero se canceló. La podemos tener cuando queráis. Ahora bien, cualquier incumplimiento de las responsabilidades como funcionarios públicos será sancionado con la apertura de un expediente disciplinario». López Estrada recalcó que «nunca» ha dicho que se vayan a sancionar las reivindicaciones, «pero sí los incumplimientos del deber». Y sentenció: «Este Ayuntamiento ya ha hecho todo lo que podía hacer por la Policía Local. A partir de ahí, no voy a hacer más. Podemos invertir en vehículos, armamento o sopesar el nuevo edificio, pero no somos competentes para aumentar salarios».
Una posición que ha generado un profundo malestar en el seno del cuerpo policial. Enrique Uribarri, portavoz de la Asociación de Policías Locales y Bomberos (APLB), criticó duramente la actitud del alcalde tras el pleno: «Nos sorprende que quienes se hacen la foto detrás de pancartas en huelgas de otros trabajadores, luego se escondan cuando les toca gobernar y cumplir con los derechos que dicen defender».
Uribarri lamentó que, mientras se anuncian inversiones que «ni siquiera tienen fecha» o se compran dispositivos como los taser «para formar solo a seis agentes y ahorrar dinero», se sigan negando mejoras estructurales para la plantilla. «Se nos pide que esperemos nuestro turno, pero ese turno nunca llega. Otros departamentos han recibido mejoras, y nosotros seguimos igual», criticó.
Además, puso el foco en las consecuencias prácticas que puede tener esta situación. Con las Fiestas de la Patrona a mes y medio vista, la tensión podría afectar al dispositivo de seguridad. «Nos piden que trabajemos más, que alarguemos turnos hasta doce horas, que pongamos de nuestra parte. Lo hemos hecho siempre, pero lo que recibimos a cambio son amenazas», denunció. Y añadió: «Lo que están consiguiendo es que otros departamentos del Ayuntamiento empiecen a pensar en unirse a nuestras reivindicaciones. Esto no va solo de policías».
La protesta se suma a una cadena de tensiones que viene arrastrándose desde hace meses. En plenos anteriores, agentes han acudido con pancartas exigiendo «equiparación ya», en alusión a la diferencia de condiciones respecto a otros cuerpos de la comunidad. Incluso, concejales de Vox y PP llevaron cascos policiales como gesto de apoyo, lo que derivó en un enfrentamiento directo con el alcalde. López Estrada llegó a retirar la palabra al edil de Vox por portar el casco sin autorización y desviar el debate del orden del día.
Desde el equipo de gobierno, el concejal de Hacienda, Pedro Pérez Noriega (PRC), reconoció públicamente que la situación del cuerpo policial «es uno de los asuntos que hay que resolver», pero matizó que el principal escollo radica en la titularidad del edificio de la comisaría, propiedad del Estado.
Mientras tanto, la crispación sigue creciendo. La Policía Local denuncia no solo la falta de medios, sino también una imagen pública deteriorada. «Llevamos años tratando de profesionalizar el servicio, de crear secciones y mejorar por dentro. Pero eso ha sido gracias a los agentes, no al Ayuntamiento», aseguró Uribarri.
Sobre si las protestas afectarán al servicio habitual, el portavoz fue claro: «El torrelaveguense puede estar tranquilo. Vamos a seguir cumpliendo con nuestro cometido. Pero la responsabilidad de esta situación no es nuestra, es de un equipo de gobierno que ha dado la espalda a su policía».
Lejos de apagarse, el conflicto parece avivar nuevos frentes. «No vamos a dejar de reivindicar. Lo que pedimos es justo: una policía con medios, condiciones dignas y el reconocimiento que merecemos. Y eso lo vamos a seguir peleando el tiempo que haga falta», concluyó Uribarri.
Con cada pleno, la protesta sube de tono. Y mientras no haya un acercamiento real, el conflicto entre la Policía Local y el Ayuntamiento de Torrelavega amenaza con enquistarse más allá del verano.
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