El puente entre Aspla y Sniace quedará cortado durante los cuatro años de obras del soterramiento
La vía auxiliar bloqueará la salida y acceso al centro por este paso, desviando a miles de conductores a La Inmobiliaria, Torres y la Avenida de Solvay a diario
Es, como la pérdida de la estación del centro –razón de ser del apeadero en La Carmencita–, otra de las grandes afecciones del soterramiento de las vías en Torrelavega ... . El puente entre Aspla y Sniace, entre la zona industrial al norte de la ciudad y el centro –La Lechera, La Inmobiliaria, la zona de Pablo Garnica…– quedará cortado durante los cuatro años de obras para enterrar las vías bajo el centro de la ciudad. O mejor dicho, tantos años duren los trabajos de integración ferroviaria, supuestamente desde principios o mediados de 2026 hasta lo que resta de década. En este tiempo, el desvío del tren absorberá el tráfico ferroviario a lo largo del arco norte –desde la entrada a La Inmobiliaria hasta la zona de La Lechera– y bloqueará la salida hacia Sniace en la rotonda de la 'Fuente de Granito', en la calle Lucio Marcos de la Ronda. Y lo hará no desde que esta nueva vía entre en servicio, que también, sino desde que los raíles ocupen esta salida. Al otro lado, el puente quedará inutilizado.
No es sólo el cierre de un puente;alterará el tráfico de Torrelavega de forma drástica y desplazará a miles de conductores a las rotonda de Torres, La Inmobiliaria y la Avenida de Solvay todos los días durante años. La integración ferroviaria afectará a todos los coches que lleguen a Torrelavega por cualquiera de las entradas de la zona industrial, ya sea desde Bilbao o desde Oviedo. Pongamos el primer caso, que llega desde Vargas y como tantos conductores accede por el entorno de Sniace: una vez construido el desvío del tren, ya no podrá tomar la tercera salida de la glorieta y acceder al entorno de Aspla. En su lugar, deberá atravesar Sniace, rodear el complejo Óscar Freire, cruzar el Puente de Los Italianos y entrar por Barreda.
Por poder, también podrá rodear la extinta fábrica en el sentido opuesto para llegar a Ganzo y después a Torres, aunque esa opción no tiene demasiado sentido si ya tomó la entrada por la zona industrial. Para ir por Torres, los conductores podrán entrar directamente por Ganzo, en la salida siguiente de la autovía. Asimismo, todos aquellos que vengan a la capital del Besaya desde Oviedo deberán tomar una decisión similar:o salir de la autovía por la rotonda de Ganzo y después Torres, o bien tomar la entrada por la zona industrial y terminar, como los anteriores, en el Puente de los Italianos.
Tendrá cuatro o más años para ir alternando y comprobar cuál de las rutas es mejor. A un lado, la zona comercial de Ganzo y el entorno de Torres, cuyo tráfico se verá agravado –durante esos años y en favor de Barreda– por la futura apertura de la carretera Viveda-Duález, que termina precisamente aquí, en la zona industrial; al otro, una Avenida de Solvay que, aún desahogada, promete seguir siendo una ruta de intenso tráfico. Dos puntos negros de los atascos y la congestión como Barreda y Torres serán la única alternativa para los conductores que entren a Torrelavega por la zona industrial. Vecinos y trabajadores. Turismos y camiones. Y para salir de la ciudad desde el entorno de Pablo Garnica, lo mismo, pero al revés.
El mapa del tráfico en Torrelavega se verá drásticamente alterado por el soterramiento, eso está claro. La vía auxiliar en general y particularmente el corte del puente obligarán a dar la espalda al río durante años. Un ejemplo desde el centro: para llegar al Óscar Freire en coche, solo se podrá ir por la A-8, el Puente de los Italianos o el pueblo de Duález. También sufrirán las afecciones los peatones, que deberán cruzar por una nueva pasarela metálica que creará Adif para llegar a la pasarela del Patatal y la otra orilla del río. De pasarela a pasarela. Dicha estructura, pendiente de construir, permitirá cruzar por encima de las vías.
Solicitud denegada
Las opciones de crear un paso a nivel en el puente entre Aspla y Sniace se esfumaron hace años, en 2019. Aquí, en años de trámites y alegaciones para el estudio informativo del proyecto, el Ayuntamiento ya solicitó sin éxito la creación de un paso a nivel a Adif. Es más, el Servicio de Movilidad ya advirtió de las consecuencias, asegurando que el cierre del puente «afectaría notablemente a la movilidad». Y argumentaban: «Concurren las circunstancias excepcionales que permitirían autorizar el establecimiento de un paso a nivel».
No se atendió esa solicitud. Seis años después, y con la obra del desvío todavía con meses por delante, en el Consistorio aseguran que el cierre del puente será una de las últimas fases de las tareas en llevarse a cabo, de forma que este no quede bloqueado en vano durante más meses y sin que la obra esté siquiera terminada.
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