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Con la zona ya acordonada, efectivos de los bomberos comprueban el estado del edificio de Pequeñeces. Luis Palomeque
El riesgo por desprendimientos obliga a acordonar un edificio en Pequeñeces

El riesgo por desprendimientos obliga a acordonar un edificio en Pequeñeces

El percance, que hoy evaluarán los técnicos de Urbanismo, se produce cinco días después del desalojo de un inmueble en José María Pereda

David Carrera

Torrelavega

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Martes, 26 de junio 2018, 07:26

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Tan solo cinco días después de que un edificio ubicado en José María Pereda tuviera que ser desalojado por los problemas estructurales en la fachada, los bomberos se vieron obligados en la tarde de ayer a acordonar, vallar y revisar un inmueble de la céntrica plaza José María González Trevilla, conocida popularmente como Pequeñeces. Hasta allí se desplazaron alrededor de las siete y media de la tarde varias dotaciones del Parque de Bomberos de Torrelavega para analizar el estado de la fachada del número 3 de esta plaza, después de que los vecinos encontraran una grieta en una de las paredes que da a la calle. Una vez desplazados al lugar los bomberos, que inspeccionaron el edificio tanto por dentro de los pisos como por fuera, decidieron acordonar la zona ante el riesgo por desprendimientos de cascotes.

Según las primeras comprobaciones efectuadas por los bomberos, se trata de un pilar del edificio que se encuentra dañado lo que ha provocado la apertura de una grieta, por lo que hoy está previsto que sean los técnicos municipales del departamento de Urbanismo los que determinen las medidas a seguir, tanto por parte del Ayuntamiento como por parte de los propietarios del inmueble. Para evitar que cualquier tipo de desprendimiento a la calle afecte a los vecinos también se ha colocado un andamio sobre el portal de la fachada. Según los bomberos las grietas en la pared del edificio se detectaron cuando en una de las viviendas se estaban llevando a cabo trabajos de renovación de los ventanales que se encuentran sobre el portal.

Los problemas en la cimentación, grietas, desconchados, y caída de cascotes no son nuevos para la comunidad de propietarios de este edificio de la plaza José María González Trevilla. El pasado mes de marzo denunciaron en el juzgado al Ayuntamiento de Torrelavega por los graves daños estructurales que sufre el inmueble desde que se produjo una fuga en la red municipal de aguas hace dos años. Mientras tanto, iniciaron las obras de refuerzo de la cimentación, ya que las lluvias de este invierno habían provocado una poza que incrementaba el deterioro del edificio.

Las grietas se encuentran a la altura del pilar afectado en el bloque de viviendas

A la espera de que los técnicos municipales evalúen la situación y el estado del bloque, aún se desconoce si estos trabajos tienen que ver con las nuevas grietas que han aparecido en la fachada del edificio. «En el Ayuntamiento no nos han hecho ni caso», se lamentaba Ciriaco Ruiz, uno de los doce propietarios de viviendas que hay en el número 3 de Pequeñeces, a los que hay que añadir dos locales comerciales en los bajos del inmueble y que ayer a media tarde mostraban su preocupación al ver como los bomberos acordonaban, y posteriormente vallaban la zona por motivos de seguridad. El seguro de la comunidad no cubre los desperfectos porque las causas «son externas» y sólo la obra en la cimentación les cuesta 27.000 euros.

Los vecinos remitieron el año pasado al Ayuntamiento un informe técnico que concluye que los graves daños estructurales que sufre el inmueble son debidos al desgaste ocasionado en la cimentación por una fuga en la red de abastecimiento de agua. También advirtieron al Consistorio de que debía tomar medidas urgentes para evitar hundimientos en la acera, por la que pasan a diario cientos de viandantes.

Apertura de expediente

Como consecuencia de un desprendimiento de cascotes en la fachada y sendos escritos remitidos por la Policía Local y un vecino del inmueble a la Alcaldía, ésta decretó la apertura de un expediente requiriendo a la comunidad de propietarios a que adoptase con urgencia las medidas correspondientes para evitar riesgos a los peatones. Además del desprendimiento, aparecieron grietas en la fachada y en los pisos de la mayor parte del edificio.

Los vecinos respondieron con el montaje de una marquesina para evitar la caída de cascotes a la vía pública y la petición de un informe técnico para analizar las causas de los daños estructurales en el inmueble. Ya advertían entonces los propietarios al Consistorio que las causas se encontraban en el subsuelo y no se trataría pues, como indicaba el decreto de la Alcaldía, de patologías propias del edificio.

Con este nuevo percance al departamento de Urbanismo se le acumula el trabajo ya que ayer mismo aún estaban realizando comprobaciones sobre el estado de la fachada del edificio ubicado en la confluencia entre las calles La Paz, Santander y José María Pereda y que mantiene la calzada cortada al tráfico.

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