Torrelavega combate el picudo rojo con un tratamiento especial en 47 palmeras
Una firma especializada limpiará, regará y aplicará insecticidas sobre todos los ejemplares, siempre en horario nocturno para evitar posibles molestias
El picudo rojo, esa plaga que viene amenazando a las palmeras de Cantabria, aniquiló hace ya unos meses a uno de los ejemplares centenarios que ... se ubican en los jardines de La Asunción. Unos técnicos especialistas contratados por el Ayuntamiento intentaron hacer lo posible por salvarla, pero no hubo nada que hacer. Y tras cobrarse la primera vida de una palmera de los torrelaveguenses, este escarabajo sigue pululando por ahí, anidando, alimentándose y reproduciéndose en el interior de las palmeras, donde excava galerías que debilitan de forma letal la estructura de las palmeras.
La Concejalía de Medio Ambiente, como muchísimos departamentos gemelos en el resto de municipios, se ha devanado la tapa de los sesos para tratar de frenar su expansión. Y parece que podría haber dado con un sistema nuevo, basado en la limpieza, la aplicación de productos y duchas –así se llaman–sobre el cogollo de estas plantas.
Confirmada esta estrategia de ataque –o defensa, según se mire–, Torrelavega da ahora un paso más en su batalla contra el picudo rojo con intervenciones nocturnas en todas las palmeras del municipio, que son 47. Este nuevo tratamiento especial, abordado a través del Servicio de Medio Ambiente e Infraestructura Verde, se alargará hasta finales de este año y costará cerca de 20.000 euros.
La estrategia se aplicará primero en 13 ejemplares considerados singulares;luego en otros 34
La plaga ya se cobró hace meses la vida de una de las palmeras centenarias del entorno de La Asunción
El nuevo sistema de combate contra el picudo rojo puede dividirse en tres intervenciones: la limpieza, que se realizará cortando exclusivamente hojas totalmente secas, las que se desprendan fácilmente; la aplicación de un insecticida, benzoato de emamectina, muy habitual en la agricultura y la lucha contra las plagas; y la realización de duchas sobre el cogollo de la palmera con veinte litros de agua, en junio o julio, septiembre y noviembre. Tras cada una de estas intervenciones, los técnicos emitirán informes con el estado del ejemplar, fotografías y un registro de geolocalización para verificar la trazabilidad de los trabajos.
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Así actúa el picudo rojo
Así, palmera a palmera. Aunque hay un orden de prioridad. La actuación comienza por trece ejemplares considerados singulares –el que queda con vida en La Asunción, las del CNFoto, La Lechera y el parque Manuel Barquín–; después, el plan pasará a ejecutarse en otras 34 palmeras distribuidas por distintos espacios verdes públicos. Siempre se actuará durante la noche.
En aproximadamente medio año, se podrá constatar el resultado de estas intervenciones, ya en la fase de seguimiento. «Las palmeras forman parte del patrimonio vegetal y cultural de nuestra ciudad y es crucial protegerlas frente a plagas como el picudo rojo, que ha causado importantes daños en otras ciudades. No escatimamos esfuerzos en su conservación», declara la concejala de Medio Ambiente, Patricia Portilla, que tilda de «prioridad» la política de sanidad vegetal.
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