Torrelavega deberá aportar 2,7 millones cada año hasta 2035 para financiar el soterramiento

Desde el año que viene, Torrelavega se ha comprometido a ir aportando esos 2,7 millones de euros todos los años hasta 2035; el Gobierno de Cantabria hará lo propio con anualidades de 4,1 millones; y Adif, por su parte, realizará pagos de diversas cantidades -el año que viene pondrá 7,1 y en 2029, por ejemplo, otros 15-. Es el acuerdo de financiación al que han llegado las tres administraciones involucradas y que, de acuerdo a la última tasación de las obras -la primera se hizo en unos 80 millones de euros-, Torrelavega aportará esos casi 28 millones a lo largo de los próximos diez años, una suma que equivale prácticamente a medio Presupuesto municipal.

El proyecto de ingeniería más complejo e importante de la historia de la ciudad obligará al Ayuntamiento de Torrelavega a acudir al banco y endeudarse durante «quince o veinte años», como ya avanzó su concejal de Economía y Hacienda, Pedro Pérez Noriega, hace unos meses. Salvo por la llegada de posible financiación externa, las grandes inversiones no van a proliferar tanto como ahora en los años siguientes; Torrelavega pondrá todas sus fichas en la casilla del soterramiento, una apuesta millonaria para coser las dos mitades de Torrelavega que quedaron separadas hace más de un siglo con la llegada del tren y que cuenta con un amplio respaldo de la mayoría de la Corporación municipales, siendo Vox e IU-Podemos los únicos partidos que han planteado alternativas o han puesto pegas a tal inversión.

La traducción de estos pagos en hechos será inmediata. De acuerdo a las administraciones, que ultiman la aprobación del proyecto de soterramiento a la espera del visto bueno del Instituto Geológico y Minero de España, las obras para enterrar las vías bajo el centro de la ciudad comenzarán, también, en 2026, extendiéndose hasta 2030. La idea es que en ese periodo de cuatro años se ejecuten todas las obras (apeadero, soterramiento, estación, aparcamiento, etc.), salvo la urbanización de los terrenos que quedarán libres; el entorno actualmente ocupado por las vías y sus límites serán transformados entre 2031 y 2033.

Algo importante y que ya adelantó este periódico hace unas semanas. Siendo diciembre de 2025 la fecha de caducidad del actual convenio del soterramiento, Adif, Gobierno de Cantabria y Ayuntamiento deberán suscribir un nuevo acuerdo en el que poder enmarcar todas estas actuaciones. Esto es, y así lo han dejado claro las partes en la comisión de seguimiento, condición 'sine qua non' para poder encargar los trabajos: «En ningún caso se podrá adjudicar el contrato de obras hasta no disponer del nuevo convenio debidamente suscrito». Por su parte, también será necesario realizar una modificación del convenio actual, alargando su vigencia en un año de cara a todas aquellas actuaciones que puedan ejecutarse hasta entonces.

Una de ellas, y quizá la que más deben tener presente ahora los vecinos y usuarios de la red de Cercanías, es la del desvío del tren, que vuelve a retrasarse y estará finalizado «en octubre». La construcción del nuevo trazado ferroviario, paralelo al río, comenzó en diciembre de 2023 con un plazo de un año y un presupuesto de 4,7 millones, pero ha ido sufriendo demoras y modificaciones, lo que ya ha encarecido su ejecución en al menos 460.000 euros.