Los policías locales de Torrelavega rechazan la Medalla de Oro propuesta por el Ayuntamiento
El sindicato APLB acusa al alcalde de «apropiarse» de la festividad de San Miguel y anuncia un boicot masivo al acto del 30 de septiembre
El Ayuntamiento de Torrelavega ha anunciado que entregará la Medalla de Oro de la Ciudad a la Policía Local coincidiendo con su 150 aniversario, en ... un acto previsto para el 30 de septiembre en el Teatro Concha Espina. Sin embargo, lejos de generar consenso, la decisión ha abierto un nuevo frente en el conflicto que desde hace meses enfrenta a parte de la plantilla con el equipo de gobierno (PRC-PSOE).
El sindicato APLB, que representa a la mayoría de la plantilla, difundió este lunes un comunicado en el que expresa su «absoluto rechazo» a lo que consideran una «operación de propaganda política». Según la organización, el alcalde, Javier López Estrada, y el concejal de Seguridad, Pedro Pérez Noriega, están «aprovechando la festividad de San Miguel» para arrogarse un homenaje que pertenece a los policías.
«El acto debería servir para dignificar nuestra labor, no para tapar unas condiciones indignas y unas instalaciones lamentables», afirman. El malestar es tal que, según el sindicato, más del 90% de los agentes ha decidido no acudir al acto previsto en el Teatro Municipal Concha Espina. De confirmarse, el boicot dejaría una imagen inédita: una ceremonia solemne sin la presencia de quienes deberían ser sus protagonistas.
En su escrito, APLB acusa al regidor de incumplir los compromisos firmados hace más de un año y que, aseguran, siguen sin aplicarse. «La incoherencia es evidente: se convoca una comisión y un pleno para ratificar la medalla, cuando en esos mismos órganos podría aprobarse la aplicación inmediata del acuerdo pendiente», reprochan.
Las peticiones sindicales no son nuevas. Entre ellas figuran reforzar la plantilla para garantizar la seguridad ciudadana, fijar unos servicios mínimos que eviten turnos con solo dos agentes en la calle, reorganizar un servicio «desbordado y anticuado» y mejorar tanto las instalaciones como las condiciones económicas. «Un verdadero reconocimiento no pasa por medallas ni discursos, sino por hechos», insisten.
El comunicado también critica el cambio de fecha del acto, trasladado del lunes 29, día de San Miguel, al martes 30. «Nadie lo entiende», remarcan, antes de lanzar una última pregunta al alcalde: «¿Será capaz de obligar a los policías a asistir para evitar una foto que muestre el rechazo de la plantilla?».
El enfrentamiento entre la Policía Local y el Ayuntamiento ha sido constante durante 2025. En abril, una treintena de agentes se concentró frente al Consistorio con pancartas reclamando «equiparación ya». En junio, irrumpieron en el pleno municipal con cinta aislante en la boca para denunciar lo que consideraban amenazas de expedientes disciplinarios. Y en julio, denunciaron el estado «tercermundista» de las dependencias del cuerpo, con duchas inutilizables, vestuarios sin cerraduras y goteras. Durante las fiestas patronales de agosto, APLB advirtió de que apenas una treintena de agentes de calle debía cubrir turnos interminables, lo que generó un fuerte malestar interno.
El equipo de gobierno, por su parte, mantiene que la plantilla está «bien dimensionada» y que las retribuciones son «adecuadas». López Estrada ha reiterado que el Consistorio «no puede ceder ante presiones», aunque ha señalado que se seguirán estudiando inversiones en medios materiales y en la futura comisaría conjunta con la Policía Nacional.
La intención del Ayuntamiento era que el 150 aniversario de la Policía Local se celebrara con un homenaje solemne, acompañado de condecoraciones y de un recuerdo a los agentes fallecidos. La medalla, explican, es la máxima distinción contemplada en el Reglamento de Honores y Distinciones y busca «poner en valor la profesionalidad y el compromiso de todos los hombres y mujeres que han servido a la ciudad desde 1875». Para los agentes, sin embargo, la distinción carece de validez mientras no se traduzca en mejoras reales. «En otras condiciones estaríamos orgullosos de celebrarlo, pero este acto no nos representa», zanja APLB.
El 30 de septiembre, el contraste quedará inevitablemente expuesto: el brillo de las medallas en el escenario frente al vacío en el patio de butacas. Una imagen que, más que un homenaje, podría convertirse en el símbolo más gráfico de un conflicto que sigue sin cerrarse.
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