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Las peñas se apoderan de Torrelavega
Miles de vecinos marcharon para inaugurar la fiesta
Las fiestas de Torrelavega prometen ser históricas. El desfile de peñas fue una clara demostración del poder y espíritu incansable de sus habitantes. Un océano ... de arcoíris, desde el rojo al verde, pasando por el azul y el rosa, cubrió por la tarde la calle del Conde Torreanaz. Los peñistas, siempre dispuestos a pasar un buen rato y celebrar su herencia histórica y cultural, recorrieron la ciudad partiendo desde la iglesia de la Asunción. Nadie quería perderse a los cabezudos y los gigantes, tan típicos de aquí, tan norteños, tan de Torrelavega.
Un joven gaitero entró en el estanco que hace esquina con la calle Conde Torreanaz a eso de las siete. Quedaban aún 30 minutos para el comienzo del desfile, pero más allá de las puertas de la tienda el ambiente festivo iba in crescendo. Las expectativas estaban por los cielos y el muchacho parecía al borde del colapso: el soplete de su gaita se había estropeado. Pero para todo problema hay solución. Y entre los habitantes de Torrelavega, la cooperación y la camaradería son valores fundamentales. La propietaria del establecimiento le proporcionó una boquilla con la que se hizo un arreglo junto a varios trozos de celo. «No te preocupes», decía la mujer, «que si esto no funciona probamos otra cosa».
Y es que la Banda de Gaitas Cantabria encabezó la extensa fila de emocionados lugareños. Ángel Fernández, miembro del grupo, comentaba que, además de actuar todos los años en el desfile de peñas, también participan en la Gala Floral y el Día de La Patrona. «Estos últimos años hay mucha gente, así que cada vez es más bonito. Hay que agradecer a las peñas porque se junta una buena caravana».
Los músicos fueron seguidos por la imponente figura de Doña Leonor, vestida de rojo, que desde las alturas contemplaba a sus conciudadanos y se regocijaba en el cariño que le procesan año tras año. Y por detrás, más gigantes y los clásicos cabezudos.
Eva Vega, que daba los toques finales al Pikachu de su hijo, Manuel Pérez, conversaba con algunas compañeras de su peña, La Cuadrona de La Nueva Ciudad. «Estamos todo el día fuera, animando las calles. Encima con los peques, que son los que más disfrutan. ¡Así da gusto! Además este año el Ayuntamiento ha puesto un taller de cabezudos para los niños», comentaba sonriente.
Muchos rostros conocidos entre los cabezudos: Desdentado, Snoopy, Bob Esponja… «¡Un labubu!», exclamaba reiteradamente una chica a sus amigas. Era un gremlin, pero lo mismo da.
¿El destino del desfile?El Bulevar Demetrio Herrero, donde se dio el pregón de comienzo de las fiestas. Aquí, sobre el escenario, se erigieron dos pantallas que fueron retransmitiendo en vivo el recorrido de Doña Leonor y compañía. Nadie se quedó fuera, ni siquiera quienes optaron por ir directamente al punto de encuentro. No había perdida.
Una vecina de Torrelavega, perteneciente a la peña Despeñadas, aseguró con convicción que «estas fiestas han revitalizado la ciudad». Vistiendo una camiseta rosa con el característico 'Somos 39300', la lugareña y sus amigas componían una de las piezas que terminaron por conformar el gran puzzle del desfile de peñas. Un puzzle que todos los años vuelve a completarse entre colores, carteles, bebidas, risas, reencuentros y mucha juerga.
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