'Los Delfines' quieren alcanzar la gloria

Sin tiempo para saborear el éxito del segundo puesto liguero, el Rayo Cantabria (conocido en España como 'Los Delfines' por haber sido durante años filial del Racing) regresa a la escena pública para intentar volver a la aristocracia del fútbol modesto, tras 25 años de sequía. Con el sabor amargo que dejó la eliminación por penaltis, hace un par de campañas, a manos del At. Montañesa, el equipo quiere redimirse de aquel batacazo y alcanzar la Segunda B. Su primer rival será el Utebo de Zaragoza, al que se enfrentará el domingo, a las 17.30 horas, en tierras mañas. De los cuatro equipos cántabros es el que más suerte ha tenido con el desplazamiento.

El conjunto rayista tiene argumentos suficientes para lograr el objetivo del ascenso. Dispone de una plantilla excelente, llena de jugadores importantes, que se encuentran en el mejor momento de la temporada. Incluso, poseen la experiencia necesaria para encarar este tipo de partidos, algo que falló en su última fase de ascenso.

Atrás queda una temporada intensa, con una lucha encarnizada mano a mano con el Tropezón por el trono de Tercera División. Tras un comienzo arrollador, el cuadro rayista sufrió una serie de turbulencias deportivas, en forma de lesiones, que afectaron al bloque. Sobre todo las de Álex, Miguelín y el goleador Lanza. Este periodo lo aprovechó el Tropezón para abrir brecha en la clasificación y unido a su imponente racha, alzarse con el título de liga. A pesar de conseguir un meritorio subcampeonato, el conjunto cántabro no se conforma. Quiere ir mas allá y ansía el ascenso a la categoría de bronce del fútbol español. Para conseguir el reto, Ángel Meñaca, presidente honorífico, da las claves: «Hay que minimizar los errores, porque en partidos tan igualados, se pagan caros». El equipo llega embalado al tramo decisivo de la temporada con la ambición de situar al Rayo en un escaparate que ansía desde hace años. «Veo al equipo muy motivado y preparado para lograr la machada. Siento que lo vamos a conseguir». La frase lapidaria de Meñaca refleja el carácter y optimismo del cuadro rayista.

La llegada en el mercado de invierno de jugadores como Romario, Maikel y Cakovic han aportado al equipo un salto de calidad, que necesitaba para competir con cualquier rival. Al mando de la nave santanderina se encuentra Fernando Tejerina, cuya experiencia en sacar el máximo rendimiento a la plantilla ha sido vital. El entrenador rayista pide aparcar la euforia y cuidar los pequeños detalles.

Un asiduo a la promoción

El Utebo se fundó en 1924 y disputa sus partidos como local en el campo de Santa Ana, con capacidad para 500 espectadores. El equipo entrenado por Néstor Pérez terminó en cuarta posición la temporada regular con un total de 72 puntos, a sólo un punto de la tercera plaza. La gran virtud del Utebo es su seguridad defensiva, ya que sólo ha encajado 26 goles en toda la campaña, siendo el segundo mejor del grupo en este apartado. Las referencias ofensivas mas destacables son el delantero Javi García, que anotó 16 goles y los centrocampistas Pulga y Loeffter que marcaron 10 y 9 goles, respectivamente. Estos datos dejan claro que el rival del Rayo Cantabria es un equipo compacto que se mueve en resultados ajustados y que aprovecha sus ocasiones para llevarse los partidos.

La historia de este modesto club aragonés es larga y duradera. La mayoría ha pertenecido a la Tercera División y sólo una vez alcanzó la gloria del ascenso a Segunda B. Fue en la temporada 1993-1994, pero su año en el cielo fue efímero, ya que descendió al año siguiente. En los últimos años ha sido un asiduo a las fases de ascenso a Segunda B, concretamente en la última década ha disputado seis promociones de ascenso. A priori no es el rival más difícil que podía tocarle al Rayo.