¿Cómo llevan ellos una ruptura y cuánto tardan en superarla? ¿Y ellas?
Guía para cortar de la mejor manera
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Podemos pensar que un corazón roto es un corazón roto y punto. Algo unisex, sin diferencia entre el de un hombre y el de una ... mujer. Pero resulta que hasta en la manera de vivir desengaños y rupturas amorosas somos diferentes. Lara Ferreiro, psicóloga y terapeuta de pareja, explica cómo actúan ellos y cómo lo afrontan ellas... «Siempre pensamos que las mujeres lo viven con intensidad y lágrimas y que ellos lo superan rápido y sin drama. Pero lo cierto es que los hombres también sufren, aunque de otra manera: muchas veces de forma más silenciosa y desordenada emocionalmente».
Hombres: estallido e intento de retorno
Ellos, puntualiza la experta, no suelen hablar con sus amigos de forma profunda tras una ruptura, no expresan su duelo.De hecho, acostumbran a 'taparlo' con trabajo, fiestas, deporte o incluso nuevas relaciones, con las llamadas 'mujeres tirita'... «Con esto, el dolor se acumula y a veces reaparece más adelante en forma de ansiedad, apatía o bloqueo emocional». Y otro rasgo muy masculino en esto de las rupturas: si el desenlace lo provocan ellos, suele ser algo impulsivo, como un estallido (posiblemente después de haber acumulado mucha metralla). Por eso muchos chicos, tiempo después de dejarlo y pasado ese 'alivio' del principio, se lo piensan y reaparecen de nuevo en la vida de la otra persona, «no por amor, sino porque están solos y su duelo ha sido aplazado, y ahí es donde vienen las recaídas... creyendo que 'esta vez será diferente'», apunta.
Mujeres: dolor intenso y a pasar página
Las mujeres tienden a anticipar el duelo y verbalizarlo con mayor claridad. Es decir, lo ven venir. Y, cuando son ellas las que han tomado la decisión, normalmente ha sido tras acumular mentalmente «una especie de expediente con errores, decepciones y promesas incumplidas», apunta la experta, autora de 'Ni un capullo más' (ed. Grijalbo). Así que, cuando rompen, no es de forma impulsiva: llevan tiempo reuniendo pruebas para defender su decisión. Esto, no obstante, no ayuda en un primer momento. El dolor inmediatamente posterior a la ruptura lo sufren con mucha intensidad. Cabría pensar que anticiparse y hablarlo con los seres queridos lo minimizaría, pero no. Eso sí, una vez digerido el disgusto son más propensas a mirar hacia adelante.
Romper bien, mejor evolución
En resumen (según lo visto en consulta por los expertos en terapia de pareja), ellos suelen llevarlo mejor que ellas al principio y peor después. «Es lo que se llama teoría inversa de la ruptura, con el tiempo los roles se invierten», indica Ferreiro. Aunque, de todos modos, para que el duelo sea más o menos sano, uno y otros deberíamos aprender a cortar como Dios manda, porque el broche importa, y mucho. «Nadie nos enseña a amar... ni a desamar. Por eso muchas rupturas son caóticas, cobardes o directamente crueles –asegura la psicóloga–. Romper bien no solo es posible: es necesario para tu salud mental, la del otro y la de tus futuras relaciones». ¿Y cómo se hace bien? «Lo primero: debemos discernir si se trata de una decisión real o impulsiva, causada por algo puntual. El segundo paso es analizar si nuestra intención es romper de verdad o si lo hacemos para manipular (para ver si el otro reacciona) o para castigarle (en plan 'ya verá lo que se pierde')», avanza Ferreiro. Y una tercera fase sería hacer una lista sobre las razones para no seguir.
Tomada la decisión irrevocable de cortar, debemos esforzarnos en decirnos adiós con respeto y ser «claros, directos, firmes y compasivos». Nada de sacar trapos sucios, no es ya el momento. Es mejor centrarse en lo positivo que pudo haber en la relación y dar las gracias por lo vivido. «Y evita frases como 'tú te lo has buscado' o 'yo sí te quise de verdad, pero tú no lo supiste valorar'. Pueden parecer liberadoras, pero duelen y dejan heridas abiertas».Y, sobre todo, intenta no zanjar un amor por WhatsApp (¡es una pandemia!). «Si se trata de una relación significativa, la ruptura merece una conversación en persona –señala–. Mirar al otro a los ojos, aunque duela, es un gesto de respeto. Y también te ayuda a cerrar de forma más sana».
Cuándo se pasa el dolor, la gran pregunta
Todo el mundo que ha sufrido una ruptura se hace la pregunta algo infantil de cuánto tiempo va a doler eso. «El mito de 'romper y estar radiante al día siguiente' es falso. Tienes que transitar el duelo. Estar triste, sentir rabia, confusión o alivio todo a la vez... es normal», asegura la psicóloga, quien indica que ellas tardan en estar más o menos bien de tres a seis meses (el doble si tienen hijos) y ellos... es a los seis cuando empiezan el duelo real. A ver la IA, que es tan lista, qué dice sobre el tiempo: «Estudios sugieren que el duelo puede durar entre seis meses y dos años». ¿Y los poetas qué saben al respecto? Algunos, como el chileno Óscar Hahn, han escrito versos sobre pasiones sísmicas que se fueron al traste y fueron seguidas de amoríos, «réplicas de baja intensidad que ni siquiera me hicieron temblar».El poema finaliza así, sin muchas pistas temporales (quién puede poner fechas y certezas en corazones rotos): «En cuanto al gran amor / ay mísero de mí / todavía respira / debajo de las ruinas».
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