El tráfico vuelve a Borleña
Los operarios trabajan a destajo para retirar la tierra y han colocado barreras de hormigón para abrir parcialmente la carretera
consuelo de la peña
Domingo, 13 de marzo 2016, 08:10
Si todo discurre según el calendario previsto, hoy por la mañana quedará parcialmente abierta al tráfico la carretera N-623, que une Burgos con Santander a través del puerto de El Escudo, cortada al tráfico desde el pasado jueves entre las localidades de Borleña y Alceda por un desprendimiento. Desde entonces dos camiones y una retroexcavadora, y entre 15 y 20 operarios, entre técnicos y obreros, trabajan con denuedo para retirar la avalancha de tierra, piedras, fango y vegetación que ocupa toda la calzada en ambos sentidos.
El concejal de Obras del Ayuntamiento de Corvera de Toranzo, José Ramón Sañudo, informó ayer que se habían evacuado ya «entre 2.000 y 3.000» metros cúbicos de tierra de la vía, material que se trasladó a un punto de vertido próximo al argayo. Los operarios están colocando barreras de hormigón en el talud para evitar nuevos desprendimientos y «dar seguridad a la circulación» en la idea de que hoy mismo, a lo largo de la mañana, pueda abrirse un carril al tráfico rodado. El edil de Corvera de Toranzo, municipio al que pertenece el tramo afectado, agradeció «la atención prestada por Carreteras», así como a los técnicos y operarios que durante jornadas maratonianas han trabajado para dejar expedito el tramo a la mayor brevedad. Y es que el corte de carretera, aunque no ha dejado aislada ninguna localidad porque se han arbitrado desvíos alternativos de tráfico, ha causado perjuicios a comercios y hostelería y ha afectado a las empresas de la zona, donde se encuentra un activo Polígono Industrial Río Pas, de Corvera de Toranzo, vivero de industrias en la comarca. Entre ellas está el aserradero Maderas José Sáiz, S.L, dedicado a la actividad forestal e industrial de la madera en su primera y segunda transformación, que moviliza una gran cantidad de camiones a diario, y que se movieron con dificultad debido al desprendimiento.
El argayo afectó primero a la pequeña carretera que discurre en paralelo a la N-623 y que conduce al barrio Villegar. Pero el jueves avanzó y alcanzó a la carretera nacional de Burgos, lo que obligó a cortar la vía en ese punto, a un kilómetro de la localidad de Borleña. Para evitar aislamientos, Tráfico arbitró dos vías alternativas: la circulación de turismos se redirigió hacia la carretera autonómica CA-602, y la de camiones, autobuses y vehículos articulados se recondujo hacia la CA-271.