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Otra botella, con mensaje y percebes, emerge en Cantabria

Otra botella, con mensaje y percebes, emerge en Cantabria

Un vecino de Soto de la Marina ha encontrado una en la playa de Liencres, y aún trata de descifrar las borrosas palabras de las dos hojas de papel que han viajado hasta la costa de Piélagos desde a saber dónde

Mariña Álvarez

Miércoles, 1 de junio 2016, 14:05

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Todavía resuenan los ecos del mensaje en la botella que llegó a manos de un vizcaíno residente en Noja cuando paseaba por la playa y del feliz final de la historia de una muchacha de Florida que la tiró al mar hace dos años. Ella se enteró de que alguien la había encontrado, porque, casualidades de la vida, un primo suyo vive en España y leyó la noticia en este periódico. Qué poco falta para que remitente y destinatario se conozcan. La chica pretende viajar a España este verano y cerrar el círculo. Y de esto se sigue hablando cuando, de pronto, otra botella emerge de las aguas en Cantabria: Un vecino de Soto de la Marina estaba corriendo por la playa de Liencres este martes por la tarde cuando vio algo que sobresalía entre la espuma batiente de la orilla. Su sorpresa, como para no, fue de lo más grata cuando agarró la maleada botella de cristal verde, con su corcho, su buena ristra de percebes agarrados y, dentro, algo parecido a dos cartas.

El joven, que tiene 22 años y se llama Pepe Fernández, se llevó la botella a casa y la examinó detenidamente, antes de que su padre, José Antonio, procediera a descorcharla. Un buen corcho, dijo, con unas letras francesas, agregó, que impidió que el agua entrara en la botella. Dentro, había un papel enrollado, totalmente seco, y otro estirado y pegado al cristal. Pudieron sacar el primero. Pero no se entiende nada. Cuentan que es un folio dividido en dos, con una parte con un dibujo y , la otra, lo que parecen palabras, muy borradas, y ni siquiera se aprecia el idioma. Aún no han podido sacar el otro papel. Tratarán de hacerlo sin romperlo, aunque no esperan que les aclare las dudas, porque, si el enrollado estaba tan deteriorado, éste, que se abrió y se pegó a las paredes de la botella, es posible que esté peor.

Así que la única pista que de momento tienen sobre el que algún día desde algún lugar la tiró al mar son las letras en francés del corcho. A saber. Por dar algún detalle más, los percebes estaban bien vivos cuando la botella llegó a la orilla. Difícil determinar, también, si tales moluscos son cántabros o de otras costas Quién sabe si estamos ante una oleada de mensajes en botellas. Se ruega al que haya tenido la suerte de encontrar una, lo comunique para ir trazando este mapa de sueños.

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