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REDACCIÓN DM
Miércoles, 3 de diciembre 2014, 15:12
El 4 % de los alumnos matriculados en las etapas obligatorias padecen trastornos asociados al lenguaje, mientras que entre el 1,5 % y el 1,75 % sufren trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), aunque la prevalencia de este último llega al 5% en la población en general. Así lo han manifestado este miércoles los directores generales de Ordenación e Innovación Educativa y el de Ordenación y Asistencia Sanitaria, José Luis Blanco y Carlos León, respectivamente, en una rueda de prensa en la que han presentado sendos protocolos de actuación para alumnos con TDAH.
Además, en los últimos años se aprecia "cierto" aumento -en algunos casos "significativo"- de estos problemas en el ámbito educativo, aunque la prevalencia no es "elevada". Dicho aumento no obedece tanto a que haya más casos, sino a que la sensibilidad a los mismos es "mucho mayor" desde los ámbitos social, educativo y sanitario, lo que a su vez redunda en que estas patologías se tratan "mucho mejor". En el área sanitaria, el diagnóstico de estos problemas se eleva a entre el 5 y el 8 %.
El objetivo de estas guías de actuación es coordinar actividades sanitarias y educativas para afrontar estos trastornos, para la detención y seguimiento de las afectados durante la edad pediátrica y para abordar los problemas del lenguaje en la población infantil desde el Servicio Cántabro de Salud y el sistema educativo.
En el área sanitaria, el diagnóstico de estos problemas se eleva al 5-8%, pese a las dificultades para detectarlo y controlarlo en edades tempranas. El primero de ellos está colgado en las webs de ambos departamentos y editado para su reparto entre los profesores, mientras que el segundo se editará en enero, aunque está ya disponible para la comunidad educativa en formato PDF.
El objetivo de estas guías es coordinar actividades sanitarias y educativas para afrontar la TDAH , para la detención y seguimiento de las afectados por este trastorno durante la edad pediátrica, y, por otro lado, abordar los problemas del lenguaje en la población infantil desde el Servicio Cántabro de Salud (SCS) y el sistema educativo, así como en el ámbito familiar.
Y, al mismo tiempo, se persigue evitar duplicidad de recursos y optimizarlos, recursos que, según han destacado ambos directores generales, son suficientes, tanto en el ámbito sanitario como en el educativo, para atender a alumnos con necesidades especiales, desde orientadores hasta especialistas en los centros, hasta equipos específicos ante alteraciones de emociones en la conducta, que integran tres orientadores y dos personas dedicadas a atención específica.
A este respecto, han resaltado que los recursos personales a atender estos trastornos y patologías han aumentado desde el inicio de la presente legislatura, y han valorado también que el sistema sanitario "funciona muy bien", toda vez que llegan muchos niños predetectados -han dicho- del sistema educativo.
El aumento de recursos y casos diagnosticados en el ámbito escolar ha propiciado la creación de unidades especiales en el área sanitaria de salud mental para la población infantil y juvenil, ya que estas patologías requieren -han recalcado los dos directores generales- una atención especializada.
A propósito del protocolo de coordinación de actividades sanitarias y educativas para la detención y seguimiento de niños con TDAH , los dos directores generales han señalado que en este trastorno coinciden muchos factores, desde genéticos a ambientales, de ahí que su diagnóstico sea complejo y requiera la implicación y colaboración de personal educativo, clarificando sus competencias y dando el mejor servicio posible a las familias.
En cuanto al elaborado para atender los problemas del lenguaje en la población infantil, también se apunta a la necesidad de aclarar las funciones del personal involucrado para dar un mejor más adecuado servicio, atendiendo el problema de manera preventiva.
Ambos trastornos, el TDAH y el problema del lenguaje, son importantes desde el punto de vista sanitario y educativo, debido a su alta prevalencia y repercusión social, de ahí la necesidad de abordarlos en atención Primaria y Especializada y, también, desde el ámbito educativo, ya que profesores y educadores son figuras "relevantes" en la salud de los niños, especialmente cuando se trata de problemas que aparecen en edades tempranas.
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