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El 57% de los titulados en la Universidad de Cantabria en los últimos cinco años son mujeres

El 57% de los titulados en la Universidad de Cantabria en los últimos cinco años son mujeres

Cantabria ·

En las ramas vinculadas al Magisterio y la Sanidad alcanzan el 81% y el 74% del total de graduados

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Lunes, 5 de marzo 2018

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Pese a que el alumnado de la Universidad de Cantabria es casi paritario en género, las mujeres se gradúan en mayor medida que los hombres y obtienen mejores notas, una constante que se repite a lo largo de la presente década.

La última Encuesta de Población Activa que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al último trimestre de 2017, revelaba, entre otras consideraciones, que la brecha salarial en Cantabria se sitúa en un sonrojante 29% (los hombres tienen un salario medio anual de 25.259 euros, las mujeres de 17.955) y que ellas se encargan del 64% de las ocupaciones peor remuneradas de todo el mercado laboral (dependientas de comercios, camareras, cocineras, cuidado de mayores y pequeños, auxiliares de enfermería...).

A escasos tres días de la huelga feminista del 8M, con el proyecto de la esperada Ley de Igualdad de Cantabria pendiente ya tan sólo de la aprobación del Parlamento después de siete años sin avances, llama la atención que haya tantas mujeres en esas categorías mal remuneradas cuando más de la mitad del total de ocupadas en la región ostentan estudios superiores, un porcentaje que aumenta cada año ya que completan carreras en mayor medida que los hombres: el 57% de los 7.866 graduados en la UC durante los últimos cinco años son mujeres, teniendo en cuenta estudios de grado y másteres oficiales, bien habilitantes (imprescindible para ejercer determinadas profesiones) o no habilitantes (realizados de forma voluntaria para completar los estudios previos). Si se tienen en cuenta, por separado, los estudios de grado, la proporción de mujeres asciende al 60% del total; y en lo que respecta a los másteres, se sitúa en el 54,8%.

El 54% de las mujeres que se graduaron en 2016 cobra menos de 1.000 euros en sus trabajos

El resultado total durante este periodo es 4.502 egresadas frente a 3.364 egresados y el análisis detallado por curso permite apreciar cómo cada año se incorporan al mercado laboral más mujeres con estudios superiores que hombres. Curso por curso, en el 2012/13, en el que se graduaron las primeras promociones desde la implantación del Plan Bolonia que reformó el panorama universitario, obtuvieron su título 561 mujeres frente a 418 varones; en el siguiente, 841 frente a 546; en el 2014/15, 957 frente a 709; en el 2015/16, 1.102 frente a 834; y el pasado curso, 1.041 alumnas frente a 857 alumnos.

Estas diferencias en la proporción de titulados (57% mujeres por 43% hombres, un 14% más) adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta que el número de alumnos por género ha sido prácticamente similar en estos cinco años, con una ligera mayoría del sector femenino, que representa el 51% de los matriculados. «Las mujeres acaban antes y mejor las carreras», analiza Ernesto Anabitarte, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la UC.

Con lo de 'mejor' se refiere a que sacan mejores notas, conclusión amparada también por los datos: el pasado curso, el índice de aprobados de las mujeres fue superior en 23 de los 30 grados que contempla la oferta académica de la universidad pública.

Por tipos de estudios

Las mujeres han ganado progresivamente peso en los estudios superiores, pero en la elección de las carreras repiten cánones clásicos. «En este sentido no se aprecia una evolución», advierte Anabitarte. Así, las estudiantes siguen siendo abrumadora mayoría en los grados vinculados a la docencia (el 81% de los egresados en los últimos cinco cursos llevan nombre de mujer) y la sanidad (74%) y tienen mayor presencia en el resto de las ramas incluidas en las Ciencias Sociales y de la Salud. Los ejemplos más extremos son Magisterio en Educación Infantil, donde los graduados nunca han bajado del 90% del total en el periodo analizado (390 mujeres por 22 hombres); Enfermería, siempre por encima del 84% (365 frente 49); o Logopedia, también más allá del 83%.

Las mujeres han ganado presencia en los estudios superiores, pero en la elección de las carreras repiten cánones clásicos

Educación Primaria es el título que más mujeres ha puesto a disposición del mercado (481), aunque el porcentaje femenino de egresadas ha ido perdiendo algo de peso del 75% del principio de la década al 68% actual. También es importante su presencia en Administración de Empresas, donde en este quinquenio han terminado sus estudios 368 mujeres frente a 288 hombres. Otras carreras eminentemente femeninas son Turismo y Relaciones Laborales: aunque su número es menor -entre 20 y 30 licenciadas por curso-, la proporción media es superior al 80% en el primero de los casos (en 2013 llegó a ser el 100%) y de 70% en el segundo.

En Medicina, una de las carreras más complicadas tanto para acceder como para completar los estudios, las mujeres egresadas en los últimos tres años doblan en número a los hombres: 197 frente a 101. Algo que se repite en Derecho: 153 por 84.

En el lado contrario, los hombres están mucho más presentes en las carreras de ingenierías y arquitectura, una histórica brecha que se ha estancado o incluso crecido en algunos títulos y que sólo se ha reducido, de forma lenta, en otros esporádicos, caso de Minas. Una diferencia que luego se traslada al mercado laboral y a los salarios, ya que están entre las profesiones, generalmente, mejor pagadas.

Cantabria es la comunidad con menos mujeres matriculadas

Las comunidades de Baleares y Canarias son las que cuentan con una mayor presencia femenina en sus universidades, con porcentajes de matriculadas de casi el 60%, mientras que la que menos mujeres tiene matriculadas es Cantabria (51%), según refleja el estudio ‘Las universidades españolas. Una perspectiva autonómica 2017’.

Las universidades de Cantabria son las que tienen menos mujeres matriculadas en todos los niveles, tanto en los estudios de grado como en másteres y en doctorados. No es el caso del País Vasco, que pese a tener uno de los menores porcentajes de registradas en los estudios universitarios iniciales, un 53%, es la comunidad que cuenta con mayor presencia femenina en los doctorados.

Esta mayoritaria de presencia de las mujeres en los estudios universitarios no tiene reflejo entre el profesorado. Pese a que hay un 51% de doctoradas, la presencia femenina entre el personal docente e investigador se reduce a un 41%. Destacan casos como el de Extremadura, donde las mujeres solo representan el 37% del profesorado, y Cantabria, con un 37%. El mayor porcentaje de profesoras se registra en el País Vasco y Aragón, en el entorno del 45%. Sin embargo, la presencia femenina sí es mayoritaria entre el personal de apoyo y servicio, donde supone el 60% del total.

Sólo en Ingeniería Química se han licenciado a lo largo de esta década más mujeres, con porcentajes superiores al 60%. En el resto, tanto en estudios clásicos como Telecomunicaciones, Industriales o Náutica o más modernos, como Informática, es complicado encontrar cursos donde superen el 30%. «Entiendo que es por cuestiones histórico-culturales, porque los resultados académicos de las que sí estudian estas ramas son muy buenos. La causa de su bajo número está claro que no es una supuesta falta de capacidad. En las ingenierías hay estudiantes, investigadoras y profesoras brillantísimas», reflexiona el vicerrector.

El 68% de los alumnos que se graduaron en la Universidad de Cantabria al finalizar el curso 2015/2016 trabajan en la actualidad o lo han hecho desde que concluyeron sus estudios. Además, el 52% de ellos encontraron su primer empleo en menos de tres meses. Por su parte, otro 15% continúa estudiando y ampliando su formación, un 8% no ha tenido la fortuna de hallar trabajo, un 7% está preparando oposiciones y el restante 2% realiza algún otro tipo de actividad diferente de las anteriores. Así lo refleja la encuesta sobre inserción laboral al año de finalizar los estudios que realiza de forma periódica la UC.

Movilidad geográfica

La participación en la misma ha sido de un 49%, logrando 680 respuestas entre los 1.378 estudiantes que concluyeron su grado en 2016, lo que permite dotar a los resultados de «validez y representatividad», refleja la institución académica.

Una de las conclusiones que permite extrapolar la encuesta son las desigualdades de género que se aprecian en diversos aspectos del empleo que han logrado estos recién licenciados: así, la movilidad geográfica afecta al 61% de los hombres frente al 46% de las mujeres; y el 79% de los varones tienen un empleo a jornada completa frente al 61% en el caso de ellas. Y la brecha salarial ya se empieza a hacer visible desde la misma incorporación al mercado laboral: los empleos con los salarios más bajos, hasta 1.000 euros de sueldo, reúnen al 54% de las mujeres egresadas ese año frente al 43% de los hombres. Todo lo contrario que en tramos más altos, ya que los trabajos por encima de 1.500 euros concentran al 24% de los graduados frente al 18% de las graduadas. «Es negativamente sorprendente que hoy en día haya estas diferencias entre personas con la misma formación y titulación», refleja Anabitarte.

La importancia de poseer un título sí se refleja en que el 72% de los egresados en 2016 que trabajan hoy en día lo hacen en un empleo relacionado con la titulación cursada; y en que la satisfacción media con sus empleos es de 7,51 puntos sobre 10, manteniéndose estable en el tiempo.

Al 83% de ellos se les exigió estar en posesión de un título universitario para acceder al empleo. El segundo requisito más demandado es el conocimiento de idiomas.

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