Un frontón al revés

La Junta Vecinal de Santullán, en Castro Urdiales, inauguró el pasado viernes, con motivo de sus fiestas de Santiago, un frontón de pelota para zurdos -lo normal es que sea para diestros- y la cubrición de la pista polideportiva, dos actuaciones que han supuesto un inversión de 195.287 euros. Se han llevado a cabo gracias a los 317.000 euros que recibió la pedanía del Ayuntamiento castreño tras ceder la gestión del agua.

El alcalde pedáneo, Julián Revuelta (PRC), que se muestra muy satisfecho con el resultado final de la instalación deportiva «porque celebramos muchas actividades al aire libre durante el año y no teníamos una zona cubierta», deja claro que el frontón no está homologado y que tuvo que construirse 'a derechas' (la pared lateral está en esa mano) porque, de hacerlo al lado contrario, dice, «hubiéramos invadido el dominio público, puesto que tenemos la carretera nacional pegando».

Esta actuación, que ha corrido a cargo de la UTE Loizaga Construcciones y Rehabilitaciones-Apimet Construcciones Autoportantes, ha incluido la mejora de la pista de futbito que existía desde hace años y construir sobre ese espacio una pista multiusos cubierta. Precisamente, la cubierta es uno de los elementos que más destaca el pedáneo de la obra, «porque nos permite hacer muchas actividades durante todo el año». Revuelta asegura que, tras unas pequeñas mejoras, se podrán practicar en las instalaciones diferentes disciplinas deportivas como fútbol sala, baloncesto, balonmano, pelota mano, tenis...

"Es más complicado"

Con motivo de la inauguración del peculiar frontón, la Junta Vecinal de Santullán organizó una serie de partidos de pelota por parejas de categorías infantil y cadete, y otro individual para junior. David Ruiz, de 14 años, y Alain Sánchez, de 15, ambos vecinos de la localidad vizcaína de Sestao, participaron en esos encuentros de presentación de las instalaciones. Una experiencia distinta para los que suelen practicar este deporte. Era la primera vez que jugaban en un frontón para zurdos y reconocían las dificultades que entraña para un diestro.

«Es más complicado. Cambia mucho y cuesta adaptarse. Pero la experiencia ha estado muy bien porque nunca habíamos jugado así», comentaba David, que lleva desde los tres años practicando este deporte. Su compañero Alain aseguraba que un frontón de este tipo te obliga a cambiar la forma de jugar, «pero al final te vas acostumbrando».

Lo que no les convenció mucho a los dos es la falta de iluminación y el material de la pista, pensada para más usos. Pero el pedáneo les aseguró que lo de la iluminación «se resolverá» y lo de la pista, según dijo, «habrá que esperar a que se desgaste un poco». A pesar de estos detalles, los dos jugadores esperan volver en otro momento a jugar en este particular frontón, «ya que nos lo hemos pasado muy bien».