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Ángel Viadero desvelará su futuro en las próximas horas.
Viadero le dice al Burgos que se va
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Viadero le dice al Burgos que se va

El club castellano declina darle la carta de libertad y le remite al pago de la indemnización que figura en su contrato, algo más de 30.000 euros

Marcos Menocal

Viernes, 17 de junio 2016, 12:30

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Ángel Viadero comunicó este jueves al presidente del Burgos, Juan Carlos Barriocanal, que tiene una oferta del Racing y que se quiere ir. El técnico cántabro, que recibió la llamada del club verdiblanco el pasado martes, negocia desde ayer su salida de la entidad burgalesa, a la que le une un año de contrato, dispuesto a aceptar el reto de dirigir al Racing. Viadero solicitó la carta de libertad y el Burgos remitió al técnico al pago de la indemnización por ruptura de contrato que figura en su relación contractual, algo superior a los 30.000 euros. Al cierre de esta edición aún no se había conseguido un acuerdo entre las partes.

El jueves fue un día difícil para Viadero y a buen seguro para el presidente del Burgos. El cántabro informó debidamente al mandatario de la proposición racinguista por la mañana. Horas más tarde, el consejo de administración del Burgos aprovechó la reunión que ya estaba convocada para otros menesteres en las oficinas del club para analizar la situación. En El Plantío la noticia les cogió con el pie cambiado dado que Viadero no es sólo un entrenador sino que en la actualidad cuenta con plenos poderes para la composición de la plantilla. Barriocanal, presidente del Burgos desde hace ocho años, acostumbrado a tomar parte de las decisiones deportivas decidió esta temporada echarse a un lado tras confirmar su confianza en el santanderino a través de su renovación por un año más.

No será nada sencillo

Con todos estos precedentes, para Viadero no será nada sencillo abandonar el Burgos y cumplir uno de sus sueños, entrenar al equipo de su tierra. Si finalmente logra desvincularse de los castellanos será a costa de perder dinero, pagar él mismo la penalización por salir antes de tiempo del club y aceptar la oferta de los verdiblancos. Ni el Burgos quiere dejarle marchar gratis ni el Racing está dispuesto a abonar indemnización alguna por su salida. Viadero se encuentra en una encrucijada personal. De lo que no hay duda alguna es de que si al final de esta historia, el entrenador regresa a Santander será a costa de perder dinero y como una apuesta personal, dado que la oferta del Racing no va más allá del tope salarial previsto para el puesto de responsable del primer equipo. No se trata de una cuestión económica.

Al cántabro le ha llegado la propuesta en un momento en el que por fin había encontrado la estabilidad que buscaba desde hace temporadas. Manolo Higuera, presidente del Racing, telefoneó a Viadero el pasado martes sin conocer su relación laboral con el Burgos. Tras la salida de Munitis, la necesidad de contratar un entrenador se convirtió en una prioridad. Higuera tan solo quería sondear su situación, pero siempre desde la idea de que el técnico quedaría libre el próximo 30 de junio. Fue el propio Viadero el que le comunicó al mandatario racinguista que hace apenas unos meses renovó un año más por los de El Plantío. El siguiente paso en este escenario fue la conversación entre el Racing y el representante del entrenador. A partir de ese momento, los verdiblancos han pasado a ser meros espectadores y Viadero y el Burgos los actores principales.

No ha sentado bien en Burgos

La directiva burgalesa no quiso ayer realizar ninguna declaración, pese a que es notorio que no le ha sentado nada bien lo sucedido. Por un lado, culpa al Racing -de manera extraoficial- de entrometerse en la relación entre el entrenador y su club y, por otro, no ve con buenos ojos que éste valore marcharse a Santander después de la confianza depositada en él.

En cualquier caso, lo que sí es cierto es que la solución final no tendrá mucho recorrido, ya que el Racing esperará un desenlace lo que resta de semana. No parece tampoco que haya muchas más salidas que el pago de la indemnización que reza negro sobre blanco en el contrato de Viadero y que, salvo que la negociación gire 180 grados, deberá afrontar el propio técnico.

La solución final se espera impaciente en Santander y en Burgos, dado que en la primera 'plaza' tan solo hay once jugadores con contrato en vigor y en la segunda, ocho. Es decir, las plantillas están desarmadas y urge que el responsable del banquillo ejerza como tal en su elaboración. En El Plantío esperaban que fuera Viadero el encargado de dicha tarea y en El Sardinero su intención es que sea el técnico elegido el que se ponga manos a la obra de inmediato.

Las prisas y los nervios suben y bajan la meseta. Viadero tiene un regalo envenenado encima de su mesa.

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