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Asientos de Preferencia Norte deteriorados y comidos por el verdín.
Fútbol-segunda B

Un templo en ruinas

El Racing y su afición conviven cada día con el precario estado de los Campos de Sport

Sergio Herrero

Miércoles, 22 de marzo 2017, 07:12

El próximo 20 de agosto, en apenas cinco meses, los Campos de Sport de El Sardinero cumplirán 29 años. Para entonces, el estadio verdiblanco albergará de nuevo fútbol de élite en Segunda División o, de lo contrario, seguirá sumido un año más en el balompié modesto de la Segunda B. El problema es que los cumpleaños le van sentando mal al templo racinguista. Afectan a su aspecto y a su seguridad. Demasiadas arrugas y achaques para un recinto que alberga cada dos semanas a miles de aficionados en sus gradas. Los Nuevos Campos de Sport ya no son tan nuevos y necesitan una importante reforma. Eso no es ningún secreto. El problema es cuándo y cómo se podrá acometer y cuánto aguantarán unas instalaciones que en julio, cuando acabe el campeonato, acogerán un multitudinario concierto de Enrique Iglesias sin pasar por un profundo proceso de obras.

Desde 1988 sólo se han acometido trabajos puntuales. Habilitar la zona de oficinas, el levantamiento completo del terreno de juego, los parches para poder acoger los partidos de la Copa de la UEFA, la instalación de asientos en todas las zonas... Pero el paso de los años no ha tenido piedad con un escenario que ha vivido momentos felices y otros no tanto, pero que en lo que a conservación de la infraestructura asume que cualquier tiempo pasado fue mejor.

El club se afana en evitar que a pesar de sus las limitaciones económicas que tiene la entidad, los desperfectos no frenen el funcionamiento diario del Racing. Un arreglo por aquí... Un apaño por allá. Todo ello con el único empleado de mantenimiento que queda en la plantilla. Una especie de hombre orquesta. Fontanería, albañilería, carpintería... A Tomás le toca dominar todas las parcelas y, sobre todo, tirar de ingenio para hacer mucho con muy poco. Durante las vacas gordas, él tenía otros tres compañeros. Ahora le toca trabajar solo.

Arreglar asientos

En los últimos días, su principal tarea ha sido la de arreglar los asientos plegables de la Tribuna Principal. Para ello, anda retirando butacas de zonas menos utilizadas para colocarlas en las más frecuentadas, donde las sillas plegables han terminado por claudicar. Un ejemplo: poner asientos nuevos en esa zona supondría un desembolso total de unos 120.000 euros. En la época de Harry como presidente, hubo un presupuesto para arreglar los asientos deteriorados con piezas de poliester. Sin embargo, el mandatario prefirió gastarse el dinero en otros menesteres. Esa etapa, de poco más de año y medio de duración, fue para el estadio más perjudicial que los 24 años anteriores. El mantenimiento fue prácticamente nulo.

Una de las zonas más castigadas es la de la Gradona. El área más concurrida y con más movimiento de todo el estadio. Cientos de aficionados saltan en cada partido y el deterioro de la estructura es muy evidente. El hormigón se desprende y deja al descubierto la goma existente en cada escalón, que sirve como amortiguador. Uno de los huecos era de tales dimensiones que hubo que colocar un listón de madera para reforzarlo. Aquí entraría otra vez el debate sobre quién debería hacerse cargo de esto: el casero o el inquilino. El Ayuntamiento de Santander o el club.

Los sistemas de iluminación también tienen lo suyo. Las torres tienen focos rotos y otros con peligro de desprendimiento. Normalmente, en los días de partido, se hace una prueba sin público para comprobar que no hay peligro. Sin ir más lejos, hace unos días se cayó una de las lámparas interiores que cuelga del techo. La grada estaba vacía y la situación no pasó a mayores. Un ejército de bridas refuerza el cableado para minimizar los riesgos.

Lo de los videomarcadores es un caso aparte. En plena economía de guerra, no dejan de ser un lujo inalcanzable. El club sigue trabajando en diversas fórmulas para subsanar esta carencia, como por ejemplo hacer una concesión por un largo periodo de tiempo a una empresa que gestione el contenido proyectado. Lo que está claro es que la reparación no es una opción, ya que resultaría más caro que adquirir dos nuevos. El óxido se come las pantallas y las varas de la antigua publicidad rotatoria bailan cuando azota el viento. En el choque ante la Ponferradina hubo que fijar una de ellas por precaución.

Baños, escaleras, puertas...

Los baños, las escaleras de acceso, las puertas metálicas desguazadas por el salitre... El tiempo ha castigado con dureza a los Campos de Sport. Cuando los aficionados racinguistas viajaron a San Mamés en la Copa del Rey se dieron cuenta de cómo su equipo se había quedado anclado en los años noventa, mientras los clubes con los que peleaba el Racing no hace tanto, han entrado de lleno en el siglo XXI. Eso es lo que es visible. Pero el estadio presenta otros problemas, como el de la estación de bombeo de agua. De las cuatro bombas iniciales, sólo funciona una y con un alto riesgo de fallar y dejar sin suministro a la infraestructura.

Tan precario es el mantenimiento como la limpieza. Antes se encargaba de ello una empresa externa. Ahora, una sola persona, contratada por la Fundación, debe llevar a cabo la limpieza de todo el estadio. Hasta la sopladora que utiliza es prestada. Eso sí, cuando la situación lo requiere, ahí está el equipo de voluntarios para echar una mano. Sólo las cáscaras de las pipas de un partido cualquiera son capaces de llenar sacos de 100 litros de capacidad.

  • Algunas claves

  • Presupuesto

  • . Cambiar todos los asientos de Tribuna Principal y Central tendría un coste de unos 120.000 euros.

  • Etapa negra

  • . Durante la presidencia de Ángel Lavín, Harry, no se efectuó ningún trabajo de mantenimiento.

  • Limpieza

  • . En un día de partido se llenan sacos de 100 litros de capacidad con sólo cáscaras de pipas recogidas en las gradas del estadio.

Lógicamente, el club y su Consejo de Administración son los primeros interesados en solucionar estos problemas. Por eso hacen encaje de bolillos para exprimir al máximo cada euro, priorizar en lo más urgente y evitar que el funcionamiento de la entidad no se paralice mientras esperan que el Gobierno dé por fin un paso adelante en la firma del convenio con Pitma, que debería acabar con todas estas penurias paulatinamente y desbloquearía más de dos millones pendientes de facturar.

Exterior

Donde sí se nota un cambio es en la estructura exterior, después de que el Consistorio se encargase, a regañadientes, de realizar diversas reparaciones estructurales. Las costillas de hormigón y las chapas metálicas lucen un aspecto renovado. Algo más sano. Aún queda un último paso. Ya se han retirado todas las chapas ubicadas en los falsos techos.

El proceso de montaje de las nuevas se estima que comenzará en el plazo de un mes, una vez que se reciba el material. En ese contencioso que mantuvieron Ayuntamiento y club, también le tocaron deberes al Racing, que ya han sido realizados. Concretamente, en el acceso de la Curva Nando Yosu, donde se ha mejorado la entrada con dos rampas de hormigón. Son pasos, pero los ya viejos Campos de Sport necesitan un cambio importante para lucir de forma acorde a la historia del club, su repercusión y su deseado futuro.

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