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El osezno ya está en el 'hospital' de Villaescusa y se llamará Beato

Confirman que su estado de salud es «bueno» a pesar de la herida en la pata, que podría tener fracturada en dos partes

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Santander

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Jueves, 25 de enero 2018

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El osezno herido que merodeaba por Liébana, capturado en la tarde del miércoles en las proximidades de la localidad de Cambarco (Cabezón de Liébana), se encuentra ya en el Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Villaescusa, donde ha pasado la noche «estable» y en un «buen» estado general de salud pese a su herida en la pata, cuyo aspecto «no es malo». El animal no solo está a buen recaudo, sino que el Gobierno ya le ha pusto nombre. A partir de hoy el oso de Liebana, el osezno herido, la cría que se acerca a las casas, se llamará Beato.

Mientras Beato se mantiene ajeno a su nuevo nombre, se le han practicado varias pruebas. De las primeras se desprende que parece tener una rotura en la muñeca y es posible que en el cúbito.

Respecto a sus posibilidades de recuperación para poder devolverlo al medio natural, el director general de Medio Natural, Antonio Lucio, ha explicado que aún es algo «prematuro» para saberlo. Y sobre las causas de la herida de este ejemplar, de 31,4 kilos, ha señalado que aún «no se sabe nada a ciencia cierta» y es algo que se va a intentar determinar.

Su captura

El seguimiento del animal con cámaras de trampeo desde hace quince días permitió observar que el osezno tenía «cierta querencia» por una determinada zona, en la que ayer se colocó, con la colaboración de tramperos del Ministerio de Medio Ambiente, una trampa 'de lazo', que se activó a las 15.00 horas.

Tres horas después, a las 18.05 horas, se recibió el aviso de que «algo había caído en la trampa», comprobándose que se trataba del oso herido en una pata del que se tenía noticia desde el 20 de noviembre.

Tras anestesiar al animal, «para que todos los cuidados y el transporte se hiciesen con las mayores garantías», se le realizó una primera monitorización sobre el terreno, de unos 30 minutos, para comprobar que sus constantes vitales eran correctas antes de transportarlo.

Desde Cambarco, el oso fue trasladado a un hospital de campaña establecido en la localidad lebaniega de Tama, donde se llevaron a cabo intervenciones de mayor entidad, en la «hora y media o dos horas» en las que la anestesia sigue haciendo efecto, como medirle y tomarle muestras de sangre.

Además, al hacerle unas radiografías, se comprobó que tenía rota la muñeca de una de las extremidades delanteras, así como que «posiblemente» también tiene fracturado el cúbito.

El osezno ha pasado la noche en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa, donde ha inaugurado el recinto para grandes mamíferos construido el pasado año, que «minimiza su contacto con los cuidadores y, así, maximiza las posibilidades» de ser liberado al medio natural, por no haberse acostumbrado a esa cercanía.

Antonio Lucio ha defendido que, aunque el «recinto está preparado para mantener al oso lo que hiciera falta», el objetivo fundamental «tiene que ser la vuelta al medio natural». Sin embargo, ha señalado que hay dos elementos que se tienen que considerar: el estado físico del osezno, que debe permitirle sobrevivir en libertad, y su comportamiento, «que puede ser un elemento más difícil de gestionar».

Lucio ha insistido en que el trabajo de seguimiento al oso llevado a cabo desde noviembre se ha realizado «con la máxima precaución y sigilo, ya que no cabe hacer publicidad de un operativo que es tremendamente delicado».

A su juicio, cualquier información pública «hubiera creado una alarma social innecesaria e ido en contra de la seguridad del operativo», además de la del osezno, la de los trabajadores del operativo y la de otros animales que estuviesen en la zona.

«Ni ha habido ocultación de información, ni ha habido falta de transparencia, ni ha habido inactividad, ha habido trabajo de profesionales, que es lo que en ocasiones se echa en falta cuando uno escucha determinadas cuestiones», ha subrayado el director de Medio Rural, quien apunta que la Fiscalía de Medio Ambiente de Cantabria ha estado informada «desde el minuto uno».

En cuanto al origen de la lesión, ha admitido que «no se sabe nada a ciencia cierta», pero que, sobre todo por la especial protección que tiene el oso, se está trabajando para determinarla.

Los problemas de volver al medio natural

La Fundación Oso Pardo también considera que lo importante ahora es que el animal vuelva a su hábitat natural «siempre que sea posible», si bien dice no entender «la demora injustificable e insólita» en la captura del osezno.

El presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, reconoce, en declaraciones a Efe, que ve «difícil» que el animal pueda volver a la montaña, porque ha pasado «mucho tiempo conviviendo con los humanos y casi viviendo en un pueblo».

«Aquí, el único problema que ha habido es la tardanza en tomar una decisión que era de libro y de sentido común», ha aseverado Palomero, quien recuerda que esta determinación le correspondía a la Consejería de Medio Rural.

Palomero considera «una barbaridad» que el osezno haya estado vagando por los alrededores de un pueblo y ha lamentado que el animal se haya «habituado» a los humanos, lo que a su juicio merma sus posibilidades de rehabilitación. Por ello critica la «insólita» decisión de no capturar al osezno en un primer momentos, amparada por unos asesores canadienses, lo que hace que el problema principal resida en el tiempo transcurrido desde diciembre hasta enero, cuando «no ha habido operativo de captura».

En cualquier caso, ha felicitado al equipo mixto del Ministerio con los guardas y técnicos de la Dirección General de Medio Natural de Cantabria por haber hecho un trabajo «rápido y limpio» y se ha alegrado de que «por fin» se haya capturado al «osito».

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