Matanza y lechazo en el valle de Soba
Este municipio, en el extremo sur oriental, está rodeado de montañas escarpadas, el nacimiento del río Asón, conjuntos urbanos rústicos, y se puede parar para comer en restaurantes con platos típicos
PPLL
Sábado, 5 de junio 2010, 02:30
Merece la pena dedicar un día para recorrer el valle y ayuntamiento de Soba, bello enclave de 214'75 kilómetros cuadrados situado en el extremo sur oriental de Cantabria. Al otro lado de las montañas que le rodean está Vizcaya al este y Burgos al sur. Los ríos Asón y Gándara nacen aquí, camino del Puerto de la Sía y del Picón del Fraile.
El primero de forma arrogante, estrepitosa, formando una cascada alta e imponente en época de crecida, para luego perderse fuera del valle. El segundo nace más humildemente y recorre el valle, desde La Gándara hasta la Cubilla y en Ramales, nada más salir del valle, se une al Asón, le engrandece y se pierde en él hasta la mar.
El recorrido está lleno de rincones que son un deleite para los sentidos y se inicia en La Cubilla, nada más dejar la nacional 629, a las afueras de Ramales de la Victoria, siguiendo el indicador de Valle de Soba. Por esta carretera, se encuentra el cruce que conduce a Santa María, la Cistierna y Busta ( Concejo de San Juan). En Busta se encuentra la ermita de Santa Marina, del siglo XI, con su ábside románico, única muestra del valle. También es reseñable el retablo de la iglesia parroquial de La Cistierna, del siglo XVII.
El recorrido está lleno de rincones que son un deleite para los sentidos. Conviene iniciarlo en La Cubilla, nada más dejar la nacional 629, a las afueras de Ramales de la Victoria. Por esta carretera, a 5 kilómetros se encuentra el cruce que conduce a Santa María, la Cistierna y Busta (Concejo de San Juan ). En Busta se encuentra la ermita de Santa Marina, del siglo XI, con su ábside románico, única muestra del valle. También es reseñable el retablo de la iglesia parroquial de La Cistierna, del siglo XVII.
Hacia Rozas
De nuevo en la carretera principal se pasa por Casa Tablas hasta la desviación hacia Rozas e Incedo. En Rozas se puede admirar el extraordinario retablo hispano flamenco del siglo XVI de su iglesia de San Miguel, además de sus casas blasonadas. Desde aquí se puede iniciar una ruta a pie hasta Ramales por el Pico de San Vicente.
Quien desee degustar algo verdaderamente típico para comer, no se lo debe pensar dos veces cuando transite a la altura del restaurante Casatablas. La matanza de cerdo es de lo más típico del municipio y por un precio de 15 euros por comensal se puede degustar panceta, morcilla, huevos con chorizo y lomo adobado. La crianza del chon es casera.
El siguiente cruce conduce a La Revilla, Pilas y Fresnedo. Estas tres poblaciones son bellos ejemplos de conjuntos de arquitectura rural además de la notable iglesia de San Fausto de La Revilla, barroca del siglo XVII. Fresnedo tiene restos románicos en su iglesia parroquial. Regules, a orillas del Gándara, con iglesia del siglo XVI o la bella casona del Liñero.
De nuevo abajo, una carretera desciende a la izquierda, pasa por el molino de Bollaín y conduce, por la otra margen del río, a Santayana, donde se encuentra el interesante museo etnográfico de Joaquín Sainz de Rozas. Más adelante está Rehoyos, con su iglesia neorrománica de 1896, y Sangas, que según la tradición es el pueblo más antiguo de Soba, siendo mencionado por Plinio.
Es notable la casa y escudo de Gutiérrez del Otero. Hazas de Soba y sus casas solariegas de los Martínez del Valle, García del Hoyo. A pocos metros desviación hacia Villaverde con su magnífica casa del Inquisidor o del Gutiérrez del Regaro que ostenta gran escudo nobiliario. Desde aquí se puede hacer una agradable excursión a pie a Lavín, Quintana, Valcaba, situadas a la otra margen del río. La siguiente desviación a la derecha conduce respectivamente a San Martín y a Astrana. Ambas poblaciones están unidas al linaje de los Zorrilla San Martín, de quien proviene el gran poeta uruguayo Juan Zorrilla San Martín, se conserva torre medieval anexionada a la iglesia y Astrana muestra un interesante conjunto de arquitectura regional.
La Gándara
La Gándara es actualmente el punto más representativo del valle por ser lugar de esparcimiento. Cuenta con tres rebollares monumentales formados por magníficos robles centenarios catalogados, y un pequeño museo particular de artesanía de madera de enebro.
Resulta aconsejable una parada para comer en el restaurante La Colina donde el menú del día cuesta 12 euros. A la carta se puede probar el cocido montañés, plato típico del valle como en otras zonas de Cantabria, alubias rojas, lechazo o cabrito asado y carne vacuna.
Al lado del primer rebollar encontramos la desviación hacia Quintana con su famosa torre medieval guardando la cabecera del valle además de sus casonas. En la siguiente desviación y frente a otro rebollar está la carretera que llega a Cañedo y Valcaba. Cañedo guarda en si iglesia un interesante retablo atribuido también al maestro de Rozas (siglo XVI), además de diversas casonas y escudos de La Peña, constructores de la iglesia, Zorrilla.
Otra buena opción para pararse a comer es el Restaurante El Collado de Las Lobas, en San Juan de Soba, donde por un precio medio de 20 euros, se puede degustar cabrito, lechazo o cochinillo al horno de leña. Elegir es el dilema.
Detenerse en Valcaba es quedar impresionado por el paisaje que se divisa: al frente los pueblos de la zona alta, detrás la majestuosidad de los montes: Castro Redondo, Len de los Restrillos y detrás Alto Tiñones de 1.400 metros de altitud. Su iglesia de San Juan es del siglo XVI.
Continuando la ascensión se puede optar por subir al Portillo de la Sía (1.200 metros ) o continuar hacia el gran mirador del Asón de 682 metros de altitud.
La Caldera del Infierno
Valdició, muy cerca de la población pasiega de San Roque de Riomiera, cuenta con zonas vírgenes para realizar marchas a pie, como la Caldera del Infierno. Debido a sus espacios naturales, aptos para los espíritus más exigentes, cualquier época del año es óptima para visitar el valle de Soba y disfrutar de la práctica del senderismo, del piragüismo, de la pesca y de la espeleología para los iniciados en esta disciplina.
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