La existencia de una cueva o una bajada del nivel de agua, entre las hipótesis del hundimiento en la S-30
La "ligera ondulación", que apenas se ve a simple vista, ha motivado el corte de dos carriles pero no hay problemas de tráfico
Sheila Izquierdo
Jueves, 6 de septiembre 2012, 22:30
Expertos geotécnicos realizan catas desde las 8 de la mañana para analizar qué ha podido motivar el hundimiento en la Ronda de la Bahía, en el desvío de Revilla de Camargo, que en todo momento califican de suave asentamiento del firme o de ligera ondulación.
A pesar de que sus dimensiones son pequeñas -30 metros de largo por nueve de ancho y 10 centímetros de profundidad-, el Ministerio de Fomento considera que sería temerario la conducción por el vial, por lo que se han cerrado al tráfico dos carriles en dicho tramo, hasta que se determine el origen del hundimiento.
A través de cinco sondeos los técnicos buscan información para realizar un estudio que concluya si hay una cueva debajo o qué tipo de material es el que existe, aunque "no es zona habitual de soplaos", según han afirmado técnicos del laboratorio responsable de los trabajos, Triax S. A., de ingenieria y control de calidad.
También se baraja la hipótesis de que un repentino rebajamiento del nivel de las aguas (nivel freático) sea la causa del daño en la superficie. En el lugar se conduce con total fluidez de tráfico, sin que se hayan formado retenciones por el cierre de los carriles
Las primeras alarmas
Los técnicos de Carreteras detectarpn en la noche del miércoles un ligero hundimiento en la Ronda de la Bahía, concretamente en la zona de Revilla de Camargo, debajo de la pasarela peatonal flotante un blandón que prácticamente no se puede apreciar a simple vista. A las 21.30 horas de ayer se cortó el carril derecho, del kilómetro 3 al 4 en sentido Astillero, en la salida de La Verde hacia Herrera de Camargo.
Los técnicos determinarán si el hundimiento en dicho tramo, que fue abierto al tráfico en el año 2009 (pertenece al enlace entre Cacicedo y Peñacastillo), es debido a un soplao (prácticamente descartado), fruto de una mala cimentación o, incluso, causado por un arroyo cercano que se ha secado.
La zona afectada corresponde a los kilómetros tres y cuatro en dirección a Bilbao. Los operarios de Carreteras procedieron ayer a restringir la circulación, que ha quedado limitada a uno de los tres carriles de que dispone, hasta que se realicen las pruebas necesarias. Las señales luminosas y los conos sobre el asfalto ya advertían anoche al conductor de que debía circular, únicamente, por el carril de la izquierda. Incluso los paneles de la Autovía de Torrelavega (A-67) indicaban al que quisiera engancharse a la circunvalación de que allí, en ambos kilómetros, había problemas por obras. Varios técnicos ya examinaron anoche la zona, pero hoy volverán a plena luz del día para comenzar a estudiar a qué podría deberse.
De momento no se descarta ninguna opción. Ni que haya sido producto de una mala cimentación ni tampoco a que sea a consecuencia de un soplao. Sobre todo, teniendo en cuenta que Revilla de Camargo ya ha registrado anteriormente hundimientos en diversas carreteras locales y comarcales de similares características. Además, en las proximidades a la zona afectada discurría un arroyo que se ha secado pero cuyo agua podría haberse reconducido por alguna parte del subsuelo.
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