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Steven Spielberg.
Spielberg resucita el 'caso Mortara'

Spielberg resucita el 'caso Mortara'

La historia de un niño judío secuestrado por el Vaticano y que acabó predicando en euskera se convierte en el próximo proyecto del cineasta

Óscar Bellot

Jueves, 14 de abril 2016, 13:18

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"Era un verdadero políglota y en llegando a mi país se propuso hablar vascuence, y llegó a conseguirlo. Yo le oí un sermón predicado en vascuence, en Guernica, y os digo que se sufría oyendo a aquel hombre intrépido". Con estas palabras da cuenta Miguel de Unamuno en su libro 'Contra esto y aquello' del impacto que sobre él ejerció Edgardo Mortara, el fraile cuyo secuestro auspiciado por el papa Pío IX a mediados del siglo XIX provocó un nuevo choque entre liberales y reaccionarios en una Europa en la que el Vaticano veía cómo su poder, otrora casi omnímodo, quedaba cada vez más constreñido por el embate de los ejércitos enemigos. Un episodio que tuvo amplia repercusión en la prensa del momento -'The New York Times' llegó a dedicarle numerosos editoriales, como otros muchos periódicos- y sobre el que ahora se apresta a arrojar nueva luz Steven Spielberg.

'The kidnapping of Edgardo Mortara' se convertirá en el próximo proyecto del cineasta tras 'Ready Player One', el filme que le devolverá al campo de la ciencia ficción. Y todo apunta a que será también uno de sus trabajos más personales. Criado en el seno de una familia judío ortodoxa, el 'rey Midas' de Hollywood lleva tiempo ambicionando llevar a la gran pantalla la historia de ese pequeño al que Giovanni Maria Giambattista Pietro Pellegrino Isidoro Mastai Ferretti, nombre completo del Pontífice que más tiempo pasó en el trono de San Pedro, arrebató a su familia para ponerlo al servicio de Dios.

Corría el año 1858 cuando la Inquisición irrumpió en casa de los Mortara, una próspera familia judía que contaba con sirvientes católicos pese a la prohibición vigente en la Bolonia de la época. Para ello solo precisaron la palabra de una criada que aseguraba haber bautizado por su cuenta al pequeño Edgardo cuando éste se hallaba al borde de la muerte. Había sucedido cinco años atrás y la Iglesia consideraba que el niño no podía seguir más tiempo rodeado de infieles. De nada valieron los ruegos de los padres, que incluso fueron recibidos en audiencia por Su Santidad.

Pastor en Oñate

Edgardo Mortara ingresó en la Casa de los Catecúmenos, una institución educativa en la que eran internados los niños judíos conversos. Allí aprendió la doctrina católica, que internalizó hasta el punto de rechazar regresar con sus familiares a menos que estos se convirtiesen también al catolicismo, cosa que nunca ocurrió. Los Mortara no desistieron y pelearon por su retorno durante años. Uno de sus hermanos, Ricardo Mortara, irrumpió en Roma como integrante de las tropas que en septiembre de 1870 invadieron unos Estados Pontificios que para esa fecha habían perdido ya el favor de Napoleón III. Entre sus objetivos estaba rescatar a Edgardo. Pero éste le recibió al grito de "¡vade retro!". Para él, Ricardo no era sino un adversario más que había contribuido a poner en jaque al Papa. Hacía poco que había pronunciado sus votos, tras haberse formado como novicio con los agustinos del convento de San Pietro in Vincoli, y consideraba a Pío IX como su único referente.

La caída de los Estados Pontificios, con el Papa autoproclamándose como "prisionero en el Vaticano", precipitó a Edgardo Mortara hacia el exilio. Consiguió escapar a Austria y pasó por otros muchos países, valiéndose de su don de lenguas. Era capaz de predicar en seis de ellas, incluyendo el euskera. Un idioma, este último, que domó en Oñate (Gipuzkoa), donde arribó en 1884. Colaboró en diversas publicaciones vascas y escribió poesía de carácter religioso y otros trabajos como 'El Bascuence y el sánscrito', 'El Bascuence en el extranjero' o 'Idiosincrasia y germanismo del idioma bascongado'. Integrado en la Orden de San Agustín, tenía también una gran habilidad para recaudar donativos, como puso de manifiesto en el balneario de Cestona. En agradecimiento a su labor, Oñate le puso su nombre a una calle.

Mortara falleció en 1940 en la abadía de Bouhay en Bressoux, cerca de la localidad belga de Lieja, en donde había pasado la última parte de una vida consagrada al servicio de Dios por decisión de quien él siempre consideró como su "padre adoptivo", ese Pío IX que había llegado al papado con fama de renovador y que acabó comportándose como un furibundo antiliberal en su afán por mantener el poder del trono sobre el que se sentaba.

Mark Rylance, en el trono de San Pedro

Spielberg no fue el primero que puso sus ojos en la historia de Edgardo Mortara. En 2002 la productora Miramax ya intentó llevarla al cine a partir del libro escrito por David Kertzer que ahora servirá como base a la película del realizador de 'Salvar al soldado Ryan' (1998). La idea era que Anthony Hopkins asumiese el papel de Pío IX, pero la falta de financiación acabó abortando el proyecto. Algo que no parece que vaya a ocurrir con la cinta del director estadounidense.

Para llevarla a buen puerto, Spielberg ha reclutado ya a dos viejos conocidos. Tony Kushner, con quien el cineasta ya colaboró en 'Múnich' (2005) y 'Lincoln' (2012), desarrollará el guión a partir del texto que Kertzer publicó en 1997. Y Mark Rylance se meterá en la piel de Pío IX, sumando así su tercer trabajo a las órdenes del cineasta tras 'El puente de los espías' (2015), que le valió al británico el Oscar al mejor actor secundario, y 'Mi amigo el gigante', adaptación cinematográfica del libro infantil 'El gran gigante bonachón' de Roald Dahl que llegará el 8 de julio a la cartelera.

Steven Spielberg, Marc Platt y Kristie Macosko Krieger producirán el largometraje, que cuenta con el respaldo de Amblin Entertainment. El rodaje está previsto para comienzos de 2017. Para entonces, el director habrá completado ya 'Ready Player One', película que trasladará al espectador al año 2044 y lo sumergirá en un mundo deprimente en el que la gente halla una vía de escape en un popular juego de realidad virtual llamado OASIS. Tye Sheridan ('Lugares oscuros'), Olivia Cooke ('El estigma del mal'), Ben Mendelsohn ('Exodus: Dioses y Reyes') y Simon Pegg ('Misión: imposible-Nación secreta') encabezan el reparto del que es uno de los proyectos más atrayentes de cuantos maneja un realizador siempre embarcado en mil y un trabajos.

Otro, claro está, es la quinta entrega de 'Indiana Jones', en la que ya se ha confirmado la presencia de Harrison Ford, pero sin que se hayan desvelado sus compañeros de andanzas ni qué aventura vivirá ahora el arqueólogo más famoso de la historia del cine. En su agenda figura también 'It's What I Do', biopic de la fotógrafa Lynsey Addario que protagonizará Jennifer Lawrence ('Joy'). Y aún falta por ver qué ocurrirá con su tan cacareado filme sobre la lucha entre el emperador azteca Moctezuma y el conquistador español Hernán Cortés que seguiría un libreto escrito hace décadas por Dalton Trumbo, guionista marcado por el senador Joseph McCarthy durante su 'caza de brujas' al que Bryan Cranston pone rostro en una película que llegará el 29 de abril a los cines. Javier Bardem sonó para el papel de Hernán Cortés, pero la iniciativa sigue enquistada, como ya ocurrió con ese 'Robocalypse' que tantas expectativas había levantado y que el realizador acabó aparcando cuando ya se habían difundido los nombres de Anne Hathaway ('Los Miserables'), Chris Hemsworth ('Las crónicas de Blancanieves: El Cazador y la Reina del Hielo') y Ben Whishaw ('La chica danesa') como protagonistas.

Todos estos, en cualquier caso, tendrán que esperar, pues Spielberg ya ha marcado su lista de prioridades, y en ella la figura de ese "israelita italiano, vivo y sagaz, ingenioso y emprendedor" del que hablara Unamuno ocupa un lugar destacado.

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