Pérsica: un auténtico viaje a Oriente a través de sus alfombras en el centro de Santander
Con un asesoramiento experto y servicios de prueba a domicilio, limpieza y restauración, Pérsica garantiza una inversión en arte, cultura y decoración para el hogar
R.C.
Santander
Jueves, 31 de julio 2025
En la calle Burgos de Santander, un escaparate lleno de colores, texturas y formas geométricas nos invita a detenernos. No es una tienda cualquiera; es Pérsica, un espacio que trasciende el concepto de comercio para convertirse en una galería de arte, un puente cultural que conecta Cantabria con las milenarias tradiciones de Oriente. Esta empresa familiar con esta actividad desde hace medio siglo en ciudades de Alemania, Bélgica, Holanda y Portugal, tienen también tiendas en otras cuidades españolas como Bilbao, Denia, Alicante o La Coruña. Esto demuestra su consolidación como el referente para quienes buscan no solo un objeto decorativo, sino una pieza con alma, historia y un valor que perdura en el tiempo: una auténtica alfombra artesana.
Al frente de Pérsica se encuentra Hamid, heredero de una larga tradición familiar dedicada al mundo de la alfombra. Su pasión por este arte es algo que se percibe al instante. No se limita a vender; asesora, explica y comparte el conocimiento adquirido desde la cuna. Cada alfombra que descansa en su tienda ha sido seleccionada personalmente en origen, en un proceso que garantiza la autenticidad y la máxima calidad. Este es uno de los grandes secretos de Pérsica: la importación directa desde países con una herencia tejedora inigualable como Irán (la antigua Persia), Pakistán, Afganistán, India o Turquía. Esta relación sin intermediarios no solo asegura piezas excepcionales, sino que permite ofrecer precios realmente competitivos.
Cada alfombra es un universo en sí misma. Una obra de arte anudada a mano, punto por punto, por artesanos que han transmitido su saber de generación en generación. Hablamos de meses, a veces incluso años, de un trabajo paciente y meticuloso. Los materiales son siempre nobles y naturales: la lana más fina, la seda más brillante y el algodón más resistente. Los tintes, extraídos de plantas, minerales e insectos, otorgan a las piezas unos colores vivos y una durabilidad que desafía el paso del tiempo. Comprar una de estas alfombras es invertir en una pieza que, lejos de devaluarse, gana en belleza y valor con los años.
El abanico de posibilidades en Pérsica es inmenso. Desde las clásicas y sofisticadas alfombras persas de ciudades como Isfahán o Tabriz, con sus detallados medallones y florituras, hasta las robustas y geométricas alfombras de tribus nómadas, que cuentan historias de la vida en el desierto. También hay espacio para los ligeros y versátiles kilims, perfectos para ambientes más modernos, o las elegantes alfombras de diseño Ziegler, que combinan la tradición oriental con una paleta de colores adaptada al gusto europeo. La elección puede ser abrumadora, pero es aquí donde el asesoramiento experto de la tienda se vuelve fundamental. Entender el estilo de vida del cliente, la decoración de su hogar y el uso que se le dará a la pieza es clave para encontrar la alfombra perfecta.
Conscientes de que una alfombra transforma por completo un espacio, Pérsica ofrece un servicio que marca la diferencia: la posibilidad de probar la pieza en casa sin ningún compromiso. El equipo de la tienda se desplaza al domicilio del cliente con una selección de alfombras para que este pueda ver, tocar y sentir cómo visten sus salones, comedores o dormitorios. Esta experiencia permite tomar la decisión final con total seguridad y confianza.
Además de la venta, Pérsica es un centro especializado en el cuidado y la restauración de alfombras. La limpieza se realiza de forma artesanal, con métodos tradicionales que respetan la integridad de las fibras y los colores, devolviendo a las piezas su esplendor original. Cuentan también con un taller de restauración donde manos expertas son capaces de reparar desgarros, recuperar zonas desgastadas o restaurar flecos, alargando la vida de estas joyas textiles durante décadas.
Visitar Pérsica en la calle Burgos, 22, es mucho más que ir de compras. Es una experiencia sensorial y cultural. Es dejarse envolver por la historia que cada nudo cuenta, apreciar la belleza de un arte ancestral y recibir un trato cercano y profesional. Es, en definitiva, la oportunidad de llevarse a casa no solo una alfombra, sino un pedazo del alma de Oriente.
Pérsica
Calle Burgos, 22. Santander
Horario de apertura: de lunes a sábado, de 10 a 2 por la mañana y de 5 a 8 de la tarde.