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Vanessa Martínez con falda y top de la diseñadora de Los Corrales de Buelna Zulema Jara y tocado de My Josefin. Roberto Ruiz
Santander Slow Fashion

Desfiles con identidad, alma y raíces

La pasarela de Santander Slow Fashion propuso ayer un viaje por Aragón, Ibiza y Cantabria a través de tres universos creativos que llevan la artesanía por bandera

Leticia Mena

Santander

Miércoles, 24 de septiembre 2025

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El salón Jardín del Hotel Real volvió a llenarse ayer de amantes de la moda de autor, de esa que se hace con mimo y cuida cada detalle, de esa que se llama 'slow' y que confiere a la artesanía el valor que nunca debió perder cuando el consumismo llegó como un tsunami y apareció la moda rápida. La pasarela de Santander Slow Fashion propuso ayer un viaje por Aragón, Ibiza y Cantabria a través de los universos creativos unidos por la artesanía y la autenticidad. Desde la elegancia centenaria de la alta peletería aragonesa de Gabriel y Protocolo, pasando por la fantasía vidriera y sostenible de Claudia Arauz, hasta la esencia ibicenca y luminosa de Zulema Jara. Tres miradas, tres estilos y una misma forma de entender la moda: con raíces, identidad y alma.

Estaba previsto que abriera la pasarela la artista finlandesa afincada en San Sebastián Tytti Thusberg, pero causó baja por enfermedad y el público se quedó con las ganas de ver sus propuestas basadas en el reciclaje textil.

La encargada de abrir la tarde fue Claudia Arauz, la artista de origen ecuatoriano y afincada en Suances que, con su firma Sardinuca y con el vidrio como protagonista, presentó la colección Vetro Alume. La diseñadora mostró cómo, desde su taller de vitrofusión de la villa marinera, es posible fusionar el arte, con la sostenibilidad y la moda con identidad propia. Inspirada en la naturaleza cántabra, mostró creaciones de fantasía como un corsé con sardinas, un top con golondrinas y una gorguera elaborada con bambú, papel reciclado, pan de oro y vidrio. Una propuesta que fusiona arte, sostenibilidad y moda con identidad propia.

La maestra vidriera Claudia Arauz, de raíces ecuatorianas afincada en Suances, donde tiene el taller en el que trabaja para su firma Sardinucas.

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La maestra vidriera Claudia Arauz, de raíces ecuatorianas afincada en Suances, donde tiene el taller en el que trabaja para su firma Sardinucas. Roberto Ruiz

La esencia ibicenca llegó de la mano de la cántabra Zulema Jara, que lleva más de tres décadas dedicada a la moda 'Adlib', que viene de la expresión latina 'Ad Libitum' y que, en los años setenta, propulsó en Ibiza la aristócrata Smilja Mihailovitch bajo el lema «Viste como quieras, pero con gusto». Jara, originaria de Corrales de Buelna, mostró ayer en el Hotel Real una colección confeccionada con tejidos naturales y tintes artesanales en forma de vestidos vaporosos, volantes y puntillas para rendir un bonito homenaje a la feminidad. Su trayectoria, que tuvo como trampolín su colaboración con El Corte Inglés, la llevó a vender en España e internacionalmente. Ahora, desde Santander, recupera el espíritu mediterráneo con la frescura de la moda artesanal y el valor de toda una vida dedicada al diseño.

Varias de las propuestas de la firma aragonesa Peletería Gabriel. Charo Ibáñez
Uno de los trajes de la firma zaragozana Protocolo que se vieron ayer en la Santander Slow Fashion. Charo Ibáñez

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El cierre tuvo acento aragonés con la alianza de dos de sus firmas emblemáticas: Peletería Gabriel y Protocolo. La primera, con más de medio siglo de trayectoria, apostó por una alta peletería sostenible y pensada para la mujer actual, con colores empolvados y diseños atemporales. La segunda, una casa centenaria con proyección internacional, desplegó su línea Protocolo City de americanas informales y sneakers, junto a propuestas de ceremonia que adelantaron tendencias para 2026.

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