Dónde comer entre Laredo y Colindres

Dentro de lo mucho y variado que ofrece la villa pejina hay que valorar en su justa medida precisamente el último de los citados contextos: el histórico. Y aquí, quien visite Laredo se puede encontrar con un entorno medieval, otro renacentista y barroco y con la ciudad contemporánea, actual. Su importancia, que mantiene a lo largo de los siglos XIII y XVII en toda la costa cantábrica está reflejada en su estructura urbana y especialmente en la Puebla Vieja que está formada por seis calles o rúas, situadas al pie de la Iglesia de Santa María de la Asunción, templo de estilo gótico y una de las joyas de la localidad, muy delimitada por su zona amurallada.

Al igual que su paisaje, con sus más de cuatro kilómetros de playa (La Salvé), que está en su casco urbano, hay una más que completa ruta gastronómica, amplia y variada gracias a la calidad de sus productos, provenientes del mar Cantábrico o de sus huertos, sus mariscos y especialmente, las anchoas. Una destacadísima mezcla de elementos que confiere a la cocina pejina de unas cualidades excepcionales.

Anchoas en aceite, marmita de bonito, arroz con bogavante, jibiones en su tinta, una parrillada de marisco... Para los amantes de los productos del mar. De las huertas, los respigos, por supuesto «nuestro» cocido montañés, ensaladas y cremas. Perfectas combinaciones para una buena carne roja y como postre inevitable, una tabla de quesos.

Pero Laredo es también un lugar perfecto para 'tapear', tomar un aperitivo. En la Puebla Vieja, del Ensancha hasta llegar al Puntal, hay una variada oferta hostelera en la que poder disfrutar de esta sana costumbre de la hora del vermut. El Arrabal es otro lugar estratégico para no dejar de frecuentar.

Lógicamente la degustación de la anchoa merece un apartado especial por la importancia de la industria conservera y su peso tanto en el tejido económico como en el social de Laredo. La elaboración de las anchoas sigue siendo un trabajo artesanal, meticuloso y siempre realizado a mano. Para que la obtención del resultado final, y la calidad del producto, se mantengan dentro de esos parámetros de garantía. Estamos hablando de un producto que es una auténtica exquisitez, tanto si se toman solas, como si se utilizan de ingrediente para mejorar ensaladas, o acompañadas de queso y pimientos rojos.

Desde luego que mientras se disfruta del paisaje de la villa, de esta conocida como Costa Esmeralda, se puede descansar y relajarse aprovechando la oferta gastronómica laredana. Y hacer tiempo para recorrer no solo su playa de Salvé, sino la de El Regatón, dunar y con un alto valor ecológico, como cierre del Parque Natural las Marismas de Santoña. O el enclave de La Atalaya, que contiene el Fuerte del Rastrillar, un conjunto de edificaciones que cerraban la bahía frente a posibles ataques de barcos enemigos.

Laredo es, sobre todo, fiesta y ambiente, aunque este año todo ha estado de alguna manera cercenado por la pandemia. Pero habrá que confiar en que pronto se recuperen con absoluta normalidad actos tan masivos como la batalla de flores o el Desembarco de Carlos V.

No obstante, no hay que esperar a que lleguen esas fiestas, que hasta la llegada del Covid19 concentraban a cientos de miles de personas de toda Cantabria, para visitar Laredo y disfrutar de sus calles y de sus gentes. La villa se aprovecha de su magnífica ubicación en el mapa regional, a medio camino entre Santander y Vizcaya, nutriéndose de visitantes muchos de ellos del País Vasco que incluso tiene su segunda residencia en Laredo.

Y se puede completar esta ruta recorriendo dos localidades próximas a Laredo. En Colindres, por ejemplo, para disfrutar de su gastronomía en la que se pondera el producto de mar; no solo la anchoa, también el verdel en sus múltiples variantes, la marmita o el pollo marino cuyo principal ingrediente es el bonito. Próximo también está Treto, con su peso económico y social en la zona; su puente, sobre la ría de Limpias, una magnífica construcción construida entre 1897 y 1905. Esta localidad también es un buen punto de parada para degustar pescados y buenas carnes.

Dirección: C/ La Mar nº 29. Colindres.

Teléfono: 942 650 160.

Día de cierre: Ninguno.

Cocinera: Cristina Rable.

Especialidades: Pescados de la zona y carnes a la brasa. Mariscos, ensaladas, arroces, platos de cuchara (menú especial). Cada semana dispone de menú diario 11 euros y un menú de fin de semana de 18 euros. El menú degustación asciende a 23 euros. Ricos postres caseros.

Observaciones: Dispone de parking y habitaciones adaptadas para discapacitados. Cercano al puerto de Colindres.

Dirección: Avda. de la Libertad 52. Laredo.

Teléfono: 942 611 554.

Día de cierre: De septiembre a mayo abierto de jueves a domingo.

Propietarios: José Turrado y María Antonia Lorenzo.

Cocinera: Melania Turrado.

Especialidades: Setas y hongos de temporada, jamón Joselito cortado a cuchillo, productos frescos de temporada y pescados del día de la bahía de Laredo, chuletón de buey y de ganado mayor (60 días de maduración en cámara), callos, solomillo de vaca vieja, postres caseros... Grandes especialistas también en pinchos, con varios premios en la región.

Dirección: Avda. de Cantabria 27. Laredo.

Teléfono: 942 605 720.

Cocinero: Pedro del Ojo.

Especialidades: Durante el mes de octubre, Jornadas de Cantabria Infinita: Degustación de parrilla de pescados frescos o arroz del señorito acompañado con marisco. Amplia gama en arroces. Menú ejecutivo con oferta de productos de primera, durante esta nueva temporada a un precio 26 euros. Establecimiento a pie de playa, bien situado con respecto al centro de Laredo. Amplio comedor con menú del día o la carta. Terraza soleada.

Dirección: Crta. General 165. Adal-Treto.

Teléfono: 942 674 046.

Día de cierre: Domingo.

Propietaria y cocinera: Rocío Rugama Madrazo.

Especialidades: Hamburguesas, bocatas, tablas de embutido. Raciones: callos, morros, morcilla, rabas, croquetas, picoteo... Disponen de terraza y parking privado.

Dirección: C/ La Mar s/n. Colindres.

Teléfono: 685 139 124.

Día de cierre: Ninguno.

Propietario: Carlos Ochoa Muñoz.

Cocinera: Lourdes Rodríguez San Emeterio.

Especialidades: Excelentes rabas, desayunos, raciones variadas: chopitos, mejillones, quisquillas, caracolillos, boquerones, navajas, pulpo, croquetas, paellas por encargo. Situado en el puerto de Colindres, dispone de terraza.

Dirección: Avda. de la Libertad s/n. Laredo.

Teléfono: 942 606 707.

Día de cierre: Lunes.

Propietario y cocinero: Rufino Manjarrés Gutiérrez.

Especialidades: Pescados y mariscos de la zona, gran variedad de ensalas y entrantes. Dispone de menú diario y menú especial. Precio medio de la carta de 40 a 45 euros. Dispone de terraza.