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El calor aprieta en Cantabria pero el litoral resiste
La ola de bochorno castiga la región en dos frentes: una en el interior, con temperaturas que superaron los 36 grados, y otra en la costa, refrescada con el viento del nordeste
Piscinas, mar, cantimploras, helados y sombra... Los cántabros se pelean como pueden esta semana con el calor. En la costa la batalla se libra mejor, ... porque las temperaturas –con 22 grados junto al mar en Santander– dan tregua gracias al viento del nordeste, pero en el interior están en aviso amarillo por bochorno. Alcanzaron hasta 36 en Cubillo de Ebro pasadas las seis de la tarde. Es sólo la antesala de un verano que arranca este sábado y que ya han avanzado los expertos que será más cálido de lo normal; aunque por suerte lo padecido en el norte peninsular nada tiene que ver con el infierno en la tierra que se vive en el resto de la península, con temperaturas que han alcanzado los 40,3 grados en Córdoba.
Todo tiene su explicación: «Está entrando una corriente de aire cálido desde el norte de África y está calentando mucho todo el sur del país y la zona centro peninsular. Aquí, en el norte, nos estamos salvando un poco; aunque también notamos este incremento de las temperaturas», aclara Sergio Fernández, delegado en Cantabria de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Los termómetros marcaron en el interior de la región 35,1 grados en Tama (Cillórigo de Liébana), 35 en Polientes (Valderredible) y 33,7 en Ramales de la Victoria. En la costa, la humedad hace que el calor sea más pegajoso y recrudece la sensación térmica, pero aún con todo los valores están alejados de lo que está siendo común en el resto del país. «La cordillera cantábrica sirve de parapeto y luego tenemos que el viento del nordeste está templando mucho la temperatura», remarca Fernández.
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Jueves
Continúa el calor y el sol pero se activan avisos amarillos por lluvias y tormentas que podrían ser localmente fuertes en el interior.
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Viernes
Será el peor día de calor, con temperaturas que podrían superar los 33 grados en Potes. Se irá incrementando también la nubosidad.
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Sábado
Descenderán las temperaturas e irá incrementándose la nubosidad. Podría haber chubascos dispersos y tormentas ocasionales en el interior.
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Domingo
Probables chubascos o tormentas dispersas en el interior, más frecuentes en las zonas de montaña y temperaturas que seguirán bajando.
El cambio llegará a partir del sábado, con descenso de los termómetros y la aparición de tormentas
Esto sucede porque el mar ya se encuentra en rangos veraniegos, entre los 19 y los 20 grados, con lo que, «a poco que sople la brisa, trae ese aire que refresca bastante», indica el meteorólogo. Lo notan los bañistas que estos días han abarrotado las playas de la capital cántabra, como El Sardinero, donde a última hora de la tarde ya se ponían una sudadera por los hombros. Y es que este fenómeno de brisa marina templó los termómetros hasta los 28 grados registrados en el aeropuerto de Santander o los 22,1 marcados en la estación de la bahía de la capital, en Cueto.
Cantabria está dejando esta semana instantáneas de playas abarrotadas de turistas y de adolescentes que ya han cerrado las carpetas hasta el próximo curso escolar. Están ávidos de verano y de calor; y están de enhorabuena porque según las previsiones de Aemet, lo peor está por venir. Para mañana, jueves, seguirá el ascenso térmico aunque se han activado también avisos amarillos por tormentas y lluvia que podrían ser localmente fuertes en el interior; pero el calor se recrudecerá el viernes. «Estimamos que se van a superar con comodidad los 34 grados en el interior de la región, lo que debería obligar a tomar precauciones y por eso se activarán avisos por altas temperaturas», estima el responsable de la Aemet en Cantabria. Se esperan hasta 30 grados en Santander.
El cambio
Para los que llevan mal vivir en un horno, el fin de semana llegará el descanso. Los modelos avanzan un incremento de la nubosidad y también un descenso de las temperaturas. «No va a ser una caída muy brusca, si acaso de unos cuatro o cinco grados, pero lo suficiente para que estemos algo mejor», avanza Fernández.
También podrían aparecer tormentas que en algunos casos irían acompañadas de granizo. Se forman por la condensación fruto de este calor sofocante que se está produciendo en el litoral.
A la postre, son los fenómenos que dan un respiro al norte peninsular en medio del infierno de altas temperaturas que asola al resto del país, y que están convirtiendo a Cantabria y el resto del litoral norte español en un destino turístico de primer orden. Campos de pasto verde, noches estivales en que hay que ponerse una manta para dormir, cielos nublados y algún chubasco. Lo que antes era un hándicap para el turismo, ahora se ha convertido en su principal valor, en lo que está convirtiendo el litoral norte peninsular en el refugio frente a las olas de calor.
Las tormentas podrían aparecer incluso desde mañana, sobre todo en el interior y a última hora del día. Podrían ser localmente fuertes y venir acompañadas de granizo y rachas muy fuertes de viento. Las temperaturas continuarán elevadas y se estima que pueden superar los 30 grados en Potes. El viernes los termómetros llegarán a su máximo esta semana. Tanto que en el mismo Potes se espera que el mercurio se dilate hasta tres grados por encima del día anterior para marcar los 33 grados. Comenzarán a aparecer también en el litoral los intervalos nubosos, con nubes bajas en el litoral. Es probable que se pueda vivir noche tropical en varias localidades. Y el fin de semana es cuando se espera que la ola de calor deje paso a temperaturas más propias de junio.
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