El lebaniego Diego de Obeso se queda a las puertas de la final de Mejor Camarero de España
A sus 23 años, ostenta el título de Maitre de Cantabria 2025, trabaja en el restaurante del Hotel del Oso (Cosgaya) y ha quedado cuarto en la semifinal, pero muy contento por la experiencia: «Animo a la gente joven a trabajar en hostelería, porque es muy gratificante»
El Maitre de Cantabria 2025 el lebaniego Diego de Obeso, disputó el pasado día 13 en el Centro de Turismo de Alicante la semifinal ... del concurso del Mejor Camarero de España, quedando finalista, en cuarta posición.
A sus 23 años de edad, el joven camarero de Potes actualmente trabaja en el restaurante del Hotel del Oso (Cosgaya), donde, al igual que ya hizo en su anterior trabajo en El Cantón (Potes), ha logrado abrirse camino y ser un referente dentro de la hostelería de Cantabria, por su profesionalidad, trato al cliente y saber hacer.
En la semifinal de Alicante participaron seis camareros de diferentes comunidades autónomas: Ángela Rodríguez, de la bodega Airen & restaurante, de Alicante; Javier Gil, de Gaytán, de Madrid; Juan Pedro López, del restaurante Del Arde, de Navas de San Juan; Juan David Marco, del Saddle, de Madrid, y el lebaniego Diego de Obeso, del restaurante del hotel Del Oso, de Cosgaya.
Los seis camareros competían por tres plazas que daban derecho a poder entrar en la gran final que se disputará en el mes de marzo del próximo año en Barcelona.
Todos los aspirantes tuvieron que realizar un circuito de cuatro pruebas divididas en dos bloques: sala y barra. Para las pruebas de sala, el camarero lebaniego tuvo que realizar «el montaje de una mesa, recepción, acomodo de comensales y presentación; una venta de un menú y una degustación de aceite; un descorche de un espumoso y de un vino tranquilo, blanco o tinto, su servicio y presentación, y la elaboración de un plato frío vista al cliente, donde se valoró la habilidad, lenguaje o soltura». El plato elaborado por Diego consistió en 'anchoa del Cantábrico sobre queso fresco Lebanes, pimiento de Isla y tosta, sobre una base de sobao pasiego de El Macho'.
En el bloque de barra, elaboró dos cócteles. «El primero de ellos lo realicé con vermut de tostadillo de la bodega Cayo, vodka de Siderit, orujo de Picos de Cabariezo y café, y el segundo con ginebra Siderit, zumo de piña de Productos Juver y agua de rosas. Además tuve que maridar un pincho elaborado con berenjena y aceituna negra, con cerveza Mahou, y finalicé con el tiraje de cinco cañas y de cinco cafés lateados».
En la semifinal para elegir a los cocineros que pasaban a la gran final también se encontraba Borja Moncalvillo, chef del restaurante Origen de Castro Urdiales, que también se quedó a las puertas de acudir a Barcelona pero que también realizó un gran concurso.
El jurado estuvo formado por grandes especialistas a nivel nacional. En la prueba de sala, por Iratxe Miranda, Casto Copete, David Seiján y Ángela Marulanda, y en la prueba de barra, por David Mazón, Elisabeth Gomes, Iván Talens y Joan Francesc Gallego, siendo presidente del mismo el maitre y sumiller murciano Antonio Chacón.
Diego de Obeso, a pesar de no poder entrar entre los tres finalistas, ha valorado muy positivamente esta experiencia única, «ya que me ha permitido conocer gente muy profesional del sector de los mejores restaurantes del país, un aprendizaje importante por todo lo que he visto y he podido realizar, en un ambiente de gran compañerismo. Me llevo muchos amigos y amigas de este concurso y por todo ello animo a la gente joven que quiera trabajar en la hostelería, porque es muy gratificante».
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