'La receta del día': milanesa de berenjenas
Una elaboración cuyo ingrediente más destacado se concibe como una verdura cuando es una fruta
Pueden ser vistas como una verdura, pero en realidad son una fruta. Las berenjenas son el ingrediente más destacado de esta elaboración que lleva la ... firma de Ricardo Ezcurdia. El gastrónomo nos propone una milanesa de berenjenas para saborear este producto que es muy habitual en la cocina y que destaca por su versatilidad. Aquí, se acompaña de huevos, salsa de tomate, jamón, queso y champiñones, entre otros añadidos. Una elaboración que sorprenderá a los comensales.
Ingredientes
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2 berenjenas.
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3 huevos.
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Harina.
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Sal.
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Aceite de oliva (para freír).
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Opcional, salsa de tomate o queso mozzarella.
Ingredientes para el relleno ( a elegir)
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200 gr. de jamón (cocido o serrano).
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150 gr. de queso (de nata o brie), setas, champiñones, verduras.
Elaboración
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1
Vamos a cortarla longitudinalmente la berenjena en lonchas no muy gruesas, pero tampoco demasiado finas. Las ponemos con sal a que suelten su agua y las rellenamos –como un cachopo– de lo que más os guste: jamón cocido con queso, jamón serrano con queso brie, setas o champiñones o escalivada –mezcla de verduras asadas que incluye la berenjena, pimientos, cebolla y tomate–.
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2
Enharinamos, pasamos por huevo y si queremos por pan rallado para acabar friendo en abundante aceite un poco caliente.
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3
Si las hacemos solamente rebozadas: harina y huevo. Luego para acabar rizando el rizo las podemos poner en una fuente, cubrir con salsa de tomate y gratinar con una mezcla de quesos, por ejemplo mozarella y parmesano, o un rico manchego semi-curado y unas hojas de orégano.
Pistas y trucos
A la hora de comprarlas hay que fijarse que tengan su piel bien lisa y brillante, su típico color y que al tocarlas estén bien firmes, casi prietas. Ese es su estado óptimo para el consumo. La piel se puede consumir, no es necesario quitarla pero tiene que estar bien limpia.
Para evitar su amargor es necesario cortarla en rodajas y provocar un fenómeno de ósmosis añadiendo sal. Y si la ponemos en un escurridor con una pizca de sal conseguiremos además que a la hora de freírla no nos absorba tanto aceite, porque es muy porosa, y evitamos calorías.
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