Restaurante Hilo. Un nuevo ciclo gastronómico en Ruente

Dicen que la vida es una sucesión de ciclos y que es un hilo el que entrelaza unos ciclos con otros. Cuando Rafaela y Valeria, dos jóvenes brasileñas afincadas desde hace casi dos décadas en Cantabria, trabajando en diferentes restaurantes, decidieron tener su propio negocio después de haber formado parte del equipo de cocina de El Nuevo Molino, junto a Toni González, les surgió la oportunidad de coger un negocio en Ruente, localidad natal del chef. Así nació el restaurante Ciclo, en 2022, donde los tres participan como socios. La fórmula gastronómica es un éxito tal que, cuando se valoró la conveniencia de crecer surgió la oportunidad de coger La Nogalea, ya que Santi García y Cecilia Cabeza, sus antiguos propietarios, habían decidido poner fin a su etapa laboral. Acuerdo, reforma rápida y tres años después Ciclo tiene su hermano en Hilo.

El pasado 26 de marzo se inauguró Hilo donde Rafaela en cocina y Valeria en sala lideran el proyecto, sin olvidar Ciclo –apenas a cien metros– y donde el equipo conformado en estos tres años da continuidad al estilo marcado. Precisamente en lo que se ha puesto mucho detalle es que ambos establecimientos sean complementarios y que su cartas tengan su propia personalidad. En este sentido Hilo tiene un perfil más gastronómico, pero sin olvidar las bases tradicionales que dan sentido a una cocina con la mirada puesta en el territorio donde se ubica.

De la nueva carta de Hilo confeccionada por Rafaela y con el respaldo de Toni destacan los arroces, que ya son una seña de identidad de la casa. Se ofrecen tres (con gambas rojas y su tartar ahumado; con almejas; y de costilla de tudanca) que se presentan en llauna –bandeja de acero inoxidable para cocinar al horno– y están exquisitos.

Además hay platos creados para esta nueva etapa, algunas interpretaciones de clásicos muy bien resueltas como la ensaladilla de gildas con crujiente de papadum; los buñuelos de mejillón tigre con huevas de tobiko; las croquetas de cocido montañés con crujiente de berza; el foie a la plancha con salsa de naranja, manzana y sobao pasiego; el pulpo a la plancha con crema y crujiente de maíz dulce; o el tartar de tomate con aceituna kalamata, pimientos a la brasa y ventrescas de bonito. Llaman la atención en el capítulo de entrantes el plato de oreja o el pan de queso frito con queso picón, membrillo y acerola.

Junto a estos hay imprescindibles como el jamón ibérico cortado a cuchillo; las anchoas con mantequilla trufada; el pudding de pescado; las rabas de calamar; y los mejillones en salsa.

En el capítulo de platos principales Rafaela tiene muy presentes las esencias de la zona, lo que el público puede esperar. Así son fijos el cocido montañés y las verdinas guisadas con calamares. Y si hablamos de carnes, no faltan la chuleta y el entrecot de tudanca; los callos con sus patas y morros; y la presa ibérica con un puré de chirivía y chimichurri.

Además de clásicos como la tarta de cuatro quesos, la torrija caramelizada, el flan de coco o la tabla de quesos destacan por su originalidad los churros rellenos de dulce de leche acompañados de un helado de plátano.

Dirección: Barrio Ruente nº 74. Ruente.

Teléfono: 942 70 91 01.

Propietarios: Rafaela Pierobón, Valeria Araujo y Toni González.

Inaugurado: Marzo 2024.

Jefe de cocina: Rafaela Pierobón.

Sala: Valeria Araujo.

Estilo de cocina: Tradicional con algunos guiños creativos en ciertos platos.

Precio medio de la carta: Entre 30 y 40 euros.

Menú diario: No.

Capacidad: 80 comensales.

Terraza: Sí, dos terrazas, con capacidad para más de medio centenar de personas.

Horario: De 11 a 19 horas.

Cierra: Miércoles.

Bodega: Unas 90 referencias.

Café: Dromedario.

Aparcamiento: Sí.

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