Hoy cenamos una reconfortante sopa de verduras casera
¿qUÉ HAY DE CENA PAPI? ·
Este plato es perfecto para esta época del año. Os aconsejo que preparéis un buen puchero y lo congeléis para ir utilizándolo para dar sabor a otros platosLas sopas son un estupendo recurso cuando apetece algo calentito y sencillo, y como ya hace varios días que por aquí tenemos un temporal de lluvia, viento y frío horrible, no debe faltar casi a diario en nuestra mesa una buena sopa. Como os he dicho muchas veces es muy práctico tener preparado algún caldo casero en el congelador listo para ser utilizado dándole sabor a cualquier receta que lo necesite, entre eso y que nos suelen quedar siempre algunas verduras en la nevera, en muchas ocasiones combinando las dos cosas nos sale una riquísima sopa de verduras.
Y es que una rica crema o una deliciosa sopa calentita y llena de verduras como la que hoy os traigo, como dicen por ahí, resucita a un muerto, se puede considerar de esos platos que son reconfortantes y reconstituyentes.
Normalmente utilizo las clásicas verduras: zanahoria, puerro, nabo, cebolla o espinacas pero las podéis cambiar a vuestro gusto y, por supuesto, para dar sabor, un hueso de ternera, rodilla o caña, y un muslo de gallina, por ejemplo, también me gusta utilizar un trozo de cecina ahumada, porque le aporta un sabor excelente al caldo.
Paso a paso
-En una olla ponemos el muslo, el hueso y la cecina, cubrimos de agua y lo ponemos al fuego, y aunque a veces pensamos que cuanto más tiempo lo tengamos más rico saldrá eso no es así ya que a veces si nos pasamos de tiempo podemos estropear el caldo. Por ejemplo cuando hacemos caldo de pescado con 30 minutos tendremos un buen fumé, pero si lo hacemos de pollo o carne lo tendremos hora y media en olla normal y 35-40 minutos en olla express.
-Una vez tengamos el caldo listo lo dejamos enfriar y lo desengrasamos, no hay nada peor que tomar una sopa con mucha grasa, ademas la mayoría es del pollo y no es precisamente la mas saludable. Ya tenemos el caldo –si me hubierais hecho caso, al tenerlo congelado nos hubiéramos ahorrado el paso anterior–, así que vamos con la sopa.
-Comenzamos calentando una cazuela honda en la que añadiremos una cucharada de aceite, pelamos la zanahoria y el nabo y lo troceamos en cuadraditos no muy grandes junto al puerro y la cebolla, lo rehogamos todo durante unos 10 minutos.
Cubrimos con el caldo y dejamos cocer 25 minutos, casi ya al final de la cocción añadimos las hojas de espinaca picadas, para que no se pasen de punto, con unos minutos quedarán perfectas. Probamos y corregimos de sal.
-Servimos muy caliente –la sopa siempre hay que servirla con mucha temperatura–, luego cada uno que la tome a su gusto.
Consejo final: Con unas finas rebanadas de pan de maíz, tostadas al horno con un poco de queso rallado por encima, queda un plato excepcional.
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