Borrar
Cantabria registra la cuarta tasa más alta de agresiones a médicos

Cantabria registra la cuarta tasa más alta de agresiones a médicos

En 2015 se registraron 108 incidentes, en su mayoría verbales, aunque hay un 1,3% de los casos que requirió asistencia médica

agencias

Miércoles, 16 de marzo 2016, 21:43

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Consejería de Sanidad registró el año pasado 108 incidentes violentos que afectaron a profesionales sanitarios en la región, lo que representa un incremento del 16,1 por ciento con respecto a 2014. Unas cifras que sitúan a Cantabria como la cuarta comunidad con mayor incidencia. El perfil de estos casos pone de relieve que en su mayoría las víctimas son médicos, seguidos de enfermeras; que casi la totalidad fueron verbales -aunque hay un 1,3% de los casos que requirió asistencia médica- y que el motivo más común fue el desacuerdo en la atención y, en menor medida, la prescripción de recetas y de bajas laborales.

Los datos los ha facilitado hoy la directora general de Ordenación y Atención Sanitaria, Antonia Mora, junto al vicepresidente del Colegio de Médicos, Javier Hernández, la secretaria general de esta asociación, María Ángeles Herrera, y la presidenta del Colegio de Enfermería, Rocío CardeñoEn una rueda de prensa por el Día Nacional contra las Agresiones a Profesionales Sanitarios, en el que se conmemora el asesinato en 2009 de un médico en Moratalla (Murcia), todos han coincido en que se han producido avances, sobre todo con la reforma del Código Penal de 2015 que considera estas agresiones como atentados.

Sin embargo, han señalado la necesidad de continuar trabajando de manera conjunta en la sensibilización de las administraciones, los profesionales y los ciudadanos para hacer frente a esta "lacra", ante la que han subrayado la necesidad de tener "tolerancia cero".

El año pasado, la mayoría de las agresiones las sufrieron los médicos (44), seguidos de las enfermeras (33), mientras que el resto de incidentes se repartió entre los demás categorías, destacando 4 casos que afectaron a profesionales de varias colectivos profesionales.

El 89 por ciento de estas agresiones fueron verbales y en el 98,5 por ciento de los casos, los afectados no solicitaron ninguna atención. El 1,3 por ciento necesitó atención sanitaria, el 2,6 por ciento requirió tratamiento sicológico, y el 0,3 por ciento, ambos.

El porcentaje de incidentes fue ligeramente superior en Atención Primaría (55%), que en Especializada (45 %), y se produjeron de forma más habitual en el horario de consultas, que en las urgencias. El motivo más común fue el desacuerdo en la atención y, en menor medida, la prescripción de recetas y de bajas laborales. La mayoría de los incidentes estuvieron protagonizados por hombres y se dirigieron a mujeres, un dato que la directora general de Ordenación y Atención Sanitaria ha relativizado al recordar que la presencia femenina es mayoritaria entre el personal sanitario. El 65 por ciento de las agresiones estuvieron protagonizadas por el propio usuario, mientras que un 29 por ciento de ellas corrieron a cargo de algún familiar.

En el caso de Cantabria, Mora ha detallado que, al igual que en el resto de España, se produjo un fuerte incremento en 2012, hasta los 120 casos, coincidiendo con la elaboración del Plan Nacional de actuación frente a agresiones a profesionales sanitarios.

En 2013 se produjo un descenso, al registrarse 90 incidentes violentos, un dato que se mantuvo estable al año siguiente con 93 casos y que ha registrado un ligero repunte en 2015, hasta las 108 agresiones, con un incremento del 16,1 por ciento.

Antonia Mora ha recalcado el compromiso de la Consejería de Sanidad en la lucha "constante" contra estas agresiones a un colectivo profesional que "ya tiene bastantes sobresaltos" en el desempeño de su labor de atender a los pacientes y que "no necesita más estrés", ha reivindicado. Para ello, ha explicado que se han tomado medidas de prevención pasivas como dotar de timbres a los ordenadores de Atención Primaria, la mejora de los sistemas de interfonos o la instalación de circuitos de cámaras de vigilancia.

También se llevan a cabo visitas a domicilio con acompañante en casos de riesgo y, según ha añadido, se ofrece a los profesionales agredidos apoyo sanitario y jurídico para que denuncien las agresiones que sufren. La directora general ha explicado, además, que se está intentando implementar formación para que, tanto los profesionales sanitarios como los residentes, sean capaces de hacer frente a estas situaciones y sepan cómo actuar.

Desde los colegios de Médicos y de Enfermería de Cantabria se ha reconocido esta colaboración, aunque se considera que los casos denunciados son "solo la punta del iceberg", por lo que han pedido una normativa específica para aquellas agresiones de las que todavía no hay constancia como "insultos o amenazas".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios