Ascienden a 3.907 las cántabras que se han hecho la mamografía de cribado y esperan resultados
El atasco en la lectura de pruebas, que lleva a Sanidad a plantear la externalización de un millar a Santa Clotilde, se debe a que la Unidad de Valdecilla no da abasto por el déficit de radiólogos expertos en mama
El atasco en el cribado de cáncer de mama de Cantabria, reconocido días atrás por el consejero de Salud, César Pascual, afecta a 3. ... 907 mujeres, que son las que han acudido a realizarse la mamografía desde el 30 de julio hasta ayer mismo y están pendientes de conocer el resultado. Es decir, si lo habitual es que en menos de un mes se pueda poner fin a la incertidumbre del diagnóstico, son cientos las cántabras que ya llevan más de dos meses aguardando esa carta que les devuelva la tranquilidad, con la angustia siempre presente de que 60 de cada 1.000 exploraciones precisarán estudios complementarios en el hospital (esa llamada también asusta, aunque quede en un 'por si acaso') y de que entre 4 y 5 de ellas recibirán la peor de las noticias.
El problema es que la demora no deja de acrecentarse cada día que pasa, puesto que el programa de detección precoz sigue su calendario –con las correspondientes citas para la revisión de las mujeres de Cantabria de 50 a 69 años, invitadas a participar cada dos años–, mientras en la Unidad de Mama de Radiodiagnóstico de Valdecilla no dan abasto para informar el volumen de pruebas acumulado, porque faltan radiólogos expertos en la materia. Según ha podido saber este periódico, arrastran las dificultades generadas por la jubilación de una compañera y una baja prolongada de otra, compensada en principio a base de peonadas (horas extra), hasta que se ha añadido otro inconveniente: el traslado a otra comunidad de uno de los profesionales del equipo.
Desde la Consejería reconocen como causa del embudo de las mamografías del cribado el déficit de radiólogos acreditados y apuntan, además, a que «en el Hospital de Laredo, que es donde se concentra la mayor bolsa de pruebas por leer, tienen limitada su capacidad para realizar actividad extraordinaria», lo que repercute directamente en Valdecilla. Llegados a este punto es cuando Sanidad ha planteado «externalizar la lectura de mil mamografías» a Santa Clotilde (las de aquellas mujeres que hace más tiempo que se las realizaron).
Cabe recordar que el Hospital de la Orden de San Juan de Dios inauguró en enero su Unidad de Rayos, de la mano de HT Médica, el mismo día que el consejero anunció que se firmaría «un convenio singular» para integrar Santa Clotilde en el Servicio Cántabro de Salud (SCS) «durante 15 o 20 años». Desde el departamento de Pascual explican que, con esta derivación del primer paquete de un millar de pruebas, el objetivo es recuperar el ritmo del cribado y «que la demora no sea mayor de 30-45 días». «Pero aún no se ha formalizado el contrato a la espera de verificar los requerimientos exigidos», precisan.
En la última vuelta del cribado de mama, de 2022 a 2024, fueron invitadas 84.424 mujeres y se detectaron 418 cánceres
Sin embargo, no han faltado voces críticas con esta solución, como la del sindicato UGT, que rechaza esa externalización del SCS a la sanidad privada «por una falta de personal y de recursos propios» e insta a Sanidad «a adoptar las medidas que sean necesarias para que estas mujeres puedan tener cuanto antes los resultados, por si alguna de ella requiere de un tratamiento urgente». En la última vuelta del cribado (la número 13), que se desarrolló entre 2022 y 2024, fueron invitadas 84.424 mujeres (4.000 más que en la anterior), de las cuales el 78% respondió a la llamada (recibida por carta), y se detectaron 418 cánceres (la tasa fue de 6,3 de cada mil), según el balance provisional de Salud Pública.
El primer cribado de Cantabria
El cribado de cáncer de mama es el primero que se puso en marcha, en 1997, y está dirigido a todas las mujeres de Cantabria 50 a 69 años, salvo las que ya hayan tenido cáncer de mama o mastectomía. Sanidad ampliará esa franja de edad para la próxima campaña (a partir de 2026), aunque se hará de forma progresiva hasta llegar a la recomendación del Ministerio, de los 45 a los 74 años. «Hacerlo de una sola vez no es posible con los recursos disponibles actualmente», precisan desde la Consejería.
A todas las mujeres de esa población diana se les llama para realizarse una mamografía cada dos años (reciben la invitación por carta en su casa, en la que se les indica la fecha, hora y lugar de la exploración), que es lo que dura una vuelta o una revisión completa a todas las candidatas. Se les cita siguiendo siempre el mismo orden cronológico y geográfico establecido en el calendario diseñado al principio de cada ronda para garantizar que en la inmensa mayoría de los casos se realiza una mamografía aproximadamente cada 24 meses. Hay cuatro unidades de exploración: Santander (sexta planta del centro de la calle Vargas), Torrelavega (Centro de Especialidades, Avenida de España), Laredo (hospital) y la unidad móvil, que se instala en las distintas localidades que se establecen en cada vuelta y en el orden que marca la programación (ahora está en las inmediaciones de Valdecilla).
Cuando no hay hallazgos significativos, los resultados se comunican a las mujeres por carta y se las emplaza a participar de nuevo cuando sean invitadas en la siguiente edición. Si las mamografías ofrecen dudas o presentan hallazgos de sospecha, las mujeres son derivadas a su hospital de referencia para realizarles pruebas complementarias (ecografía, biopsia…) que permitan un diagnóstico definitivo. Actualmente se está desarrollando la Vuelta 14, que se inició en abril de 2024 y está previsto que concluya en marzo de 2026.
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